Islandia – Reikiavik (día 1)

Islandia – Reikiavik (día 1)

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Reikiavik, el inicio (día 1)

El primer día en Islandia fue una toma de contacto y de preparativos, así que nos lo tomamos con calma por las calles de Reikiavik, tomando café, viendo tiendas, paseando y pensando en cuáles serían nuestros próximos pasos.

  • Alojamiento: IGDLO
  • Precio: 32 euros en habitación compartida de 4 personas, desayuno incluido
  • Apuntes: muy correcto y limpio. Muy recomendable.

¿Qué decir acerca de Reikiavik?

Pues que la capital es muy pequeña, tiene alrededor de 120.000 habitantes (con el área metropolitana unos 200.000), pero sin embargo tiene cierto aire cosmopolita, con muchos comercios, bares y restaurantes.

Entre los puntos de interés más importantes destaca uno sobre todos los demás, la imponente iglesia de culto luterano de Hallgrímskirkja. Hallgrímskirkja quiere decir «la iglesia de Hallgrímur«, pero… ¿quién es ese tal Hallgrímur? pues Hallgrímur Pétursson fue un poeta islandés.

Como datos curiosos cabe destacar que no es una iglesia antigua (comenzó a construirse en 1945), que con sus 75 metros es el edificio más alto del país y que, aunque mucha gente se refiera a ella como la catedral de la ciudad, sin embargo es una simple iglesia. Reikiavik tiene dos catedrales, la Catedral de Reikiavik propiamente dicha, de rito luterano y la Catedral de Cristo Rey, de culto católico.

Los vikingos

En la misma plaza se encuentra la estatua de un ilustre vikingo Leifur Eiríksson, a quien se le atribuye el descubrimiento de América del norte.

Ese país tranquilo

Una de las cosas que más me llamó la atención es la tranquilidad del país. Así lo demuestra la casa del gobierno, una casa que tiene pinta de museo y donde vive el primer ministro. No hay una vigilancia aparente, y da tanta sensación de cercanía que entra la tentación de abrir la puerta principal y entrar en la casa.

Islandia
Sede del gobierno

El espíritu social

Ciertamente en Islandia los temas sociales están a años luz de lo que conocemos aquí. De hecho, en 2009, tras la crisis económica que sacudió al país, Jóhanna Sigurðardóttir fue nombrada primera ministra. ¿Y qué tiene de raro esto? pues que se había declarado abiertamente lesbiana.

Entre las cosas para hacer en esta ciudad… supongo que las guías pondrán las visitas al Museo Nacional de Islandia o El Saga Museum en Perlan, pero creo que la mejor manera de reconocer el ambiente de esta ciudad es recorriendo su pequeño centro, entrando a sus tiendas y tomando algo en cualquiera de los coquetos cafés de la ciudad:

Arte en la ciudad

Reikiavik tiene un interés por el arte muy marcado, testigo de ello son sus museos, sus bares con música en directo o las estatuas que decoran sus calles.

Una de las más curiosas, y que tiene bastante mala baba, es la estatua dedicada al burócrata desconocido, obra de Magnúd Tómasson en 1994. Una enorme piedra encima de un hombre trajeado, que le impide hacer cualquier movimiento, toma ya:

¡Ah! aquí los vikingos dejaron aparcadas sus pieles y hachas para uniformarse con camisas de cuadros e ir armados con el último modelo de Iphone. El ambiente hipster es muy, pero que muy notorio. Eso sí, aún conservan la barba.

¿Dónde como algo? ¿o bebo una cerveza?

Para comer o salir en Reikiavik tampoco hay mucho problema. Debido a nuestro presupuesto ajustado no nos dimos muchos caprichos, pero sí puedo aconsejar dos sitios muy buenos. Estuvimos cenando en el restaurante Sjavargrillid. Los platos estaban buenísimos (tanto de carne como pescado), y el precio no era excesivamente caro, la cena nos salió por unos 40 euros por persona.

Para tomar algo estuvimos en Lebowski bar, un bar bohemio con una pista de baile al final del bar. El local está muy bien, creo que merece la pena para tomar algo o comer una hamburguesa.

Por cierto, las bebidas en Islandia no son nada baratas (0,5 litros alrededor de 7 euros), pero por tomar una, o dos no pasa nada 🙂

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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