Indonesia, Selva de Borneo y orangutanes

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En busca de orangutanes

Con diferencia uno de los puntos fuertes del viaje a Indonesia. Tocó la hora de visitar el parque natural Tanjung Puting en Borneo. En él se pueden ver, además de cocodrilos, serpientes, aves y orangutanes.

Los orangutanes están en peligro de extinción. Su hábitat se limita a Malasia e Indonesia, y en la última década su número ha descendido dramáticamente en un 50%. Hay varios motivos para ese descenso, pero entre otros problemas, está la caza furtiva.

Una cría de orangután se paga muy bien en el mercado negro. Por lo tanto los cazadores furtivos no tienen ningún reparo en cazarlas, y si hace falta matar a la madre y cualquier otro animal que la proteja.

Dada esta situación su recuperación es prioritaria, y en ello trabajan en esta reserva.

La visita

Si bien es verdad que me esperaba otra cosa el primer momento fue… acojonante. Los machos pueden llegar a pesar 120 kilos y medir 2 metros de altura y 3 metros de un brazo al otro. Además son 8 veces más fuertes que una persona, así que ojo con enfadarles.

Pero cuando me refiero que me esperaba otra cosa es porque la visita está muy acotada a las zonas en donde se alimentan. Estos enormes mamíferos comen varios kilos de fruta al día. Por lo tanto había que esperarles en las zonas en donde los cuidadores les alimentan, es decir, están en libertad tutelada.

Os dejo un documento gráfico de este momento especial:

Los orangutanes son más arborícolas que otras grandes especies de simios, con lo que pueden vivir a 10 metros de altura:

Una hembra con la cría:

Pero el mayor espectáculo es cuando las hembras han comido y dejan el sitio al gran macho.

Además son 8 veces más fuertes que una persona, así que ojito con cabrearles.

Lo cierto es que se podían ver decenas de orangutanes. Cada uno de ellos estaba esperando su turno para comer en función de su jerarquía. Además pasaban, muy, pero que muy cerca, hasta el punto de tenerte que apartar:

Una gozada de experiencia, más que recomendable, imprescindible.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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