Vaticano, la ciudad de Dios

Vaticano, la ciudad de Dios

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La ciudad – estado del Vaticano es el corazón de la iglesia católica, pero además es un reducto de arte y cultura. En el Vaticano todo impresiona, desde la entrada a la plaza de San Pedro hasta la basílica, la guardia Suiza o simplemente los curas.

También impresiona el agobio de gente, hormiguero de personas día y noche, la normativa tan estricta con la vestimenta o el sofocante calor del verano. Aunque sea una blasfemia, puede que sea la ciudad de Dios en la Tierra, pero dudo que en infierno haga más calor.

Vaticano, el país más pequeño del mundo

¿Sabías que además de ser el más pequeño del mundo es a la vez el más urbanizado? en sus escasas 44 hectáreas se concentra un país-museo, donde se mezclan el arte, la cultura y la religión. Las contradicciones son norma en el Vaticano: un país dentro de una ciudad (Roma), divinidad y lujo mezclados con métodos no siempre ortodoxos para conseguir semejante fortuna.

Y sin embargo, ahí está, una ciudad santa, donde se encuentran algunas de las obras más importantes de la historia de la humanidad.

Plaza de San Pedro

Esta es una de las plazas más bellas que he visto en mi vida. Una gran vía termina en esta plaza circular, que ocupa junto con la basílica del mismo nombre un 20% del total del pequeño estado, con dos enormes hileras de columnas que representan el abrazo de la cristiandad al mundo.

Esta plaza fue diseñada por el gran maestro Bernini, una de sus obras más bellas. Realmente cuando se está en medio de la plaza uno se siente pequeño, así que no me quiero imaginar hace unos siglos lo que pensaban.

La Basílica de San Pedro

Por delante de la catedral de San Pablo de Londres y la de Sevilla es con creces el templo católico más grande del mundo. Se trata de un museo al aire libre, en el que tanto por fuera como por dentro resulta complicado no quedarse con la boca abierta.

Por cierto, es muy recomendable subir a la cúpula, en donde tras 500 escalones se ve la mejor vista de toda la ciudad.

Los museos vaticanos

La auténtica joya de la corona son sus museos. Se dice que si una persona se detuviera 1 minuto en cada una de sus obras, tardaría más de cuatro años en verlas. Chascarrillos aparte, la visita es obligatoria.

A muchos de los museos no se pueden entrar (o por lo menos cuando estuve yo), por ejemplo el museo egipcio. Pero solamente con ver las galerías «Galleria dei candelabri«, «Galleria degli Arazzi», «Galleria delle Carte Geografiche» ó «Galleria Pio V» merece la pena pagar los 14 euros que cuesta la entrada, hay tantas obras que es imposible admirarlas todas en una mañana.

La Capilla sixtina

La obra de arte estrella en los museos vaticanos es la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. Nunca me ha apasionado especialmente el arte clásico. Sin embargo en este caso da igual, realmente te deja sin palabras su belleza y clase. Se podría considerar la meca del arte clásico si fuera una frase adecuada para el sitio donde se está.

Inclusive la salida de los museos es una obra de arte, una escalera de caracol creada por Donato D´Angelo Bramante. Su forma resulta desconcertante puesto que parece que no tiene fin, además el efecto óptico engaña, ya que es una escalera y no una rampa.

Castillo Sant’Angelo

Desde su creación en el 135 d.c fundado como mausoleo para el emperador Adriano, ha cumplido muchísimas funciones. Ha sido un castillo, una cárcel, fortificación… actualmente es uno de los puntos turísticos más importantes de la ciudad. Su nombre se lo debe al ángel que preside la fortificación en el punto más alto.

Curiosidades del Vaticano

Cómo vestir

Y es que no hay que olvidar que estamos en uno de los estados más religiosos del mundo. La norma de vestimenta es básica y si no cumples la normativa no entrarás: decoro.

Las temidas colas

Los turistas en el Vaticano hacemos estragos, y las colas para entrar son estresantes, así que aquí van unos consejos:

  • Pack organizados: para la gente comodona. El precio ronda entre 50-80 euros e incluye la entrada directa a los museos, un guía, y visita a la cúpula de la basílica.
  • Madrugar: a primera hora no hay muchos problemas para entrar, eso sí, hay que ir antes de las 8:00.
  • Entrada online, es la opción que hice yo y la más aconsejable para evitar colas, aunque cobren comisión. Reservas la entrada y evitas colas.
  • El último domingo de cada mes la entrada es gratuita, eso sí, no sé como estará para entrar.

Cómo evitar pagar de más

  • Cúpula de San Pedro: se puede subir andando o con el ascensor, y los precios de las entradas varían. Son 500 escalones, pero es que el ascensor tan sólo sube 200.
  • Audioguía: yo piqué, pero creo que no vale la pena. Aburrida y previsible.
  • Refrescos: en las inmediaciones de la plaza hay puestos que venden la bebida a precio de oro. Sin embargo en el Vaticano hay muchas fuentes con agua de muy buena calidad.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. LEIRE

    DIOS COMO TIRA LA NIKON!!!

    EA EA QUE SE VEAAAAA!!! jajaja

    Besos de lluvia!!!!

    Preciosas fotos! Me encanta sobre todo la de la escalera de caracol en b y n.

    A GREAT PICTURE!!!

  2. David

    Jaja, pue sí sí, la Nikon tira de lujo, la escalera está cuando sales de los museos vaticanos, merec una pena una visita por allí, ya sabes, la prox me llamas y te acompaño en un momento jaja.

    Enjoy all the green time, all the green moments, all your green life, my best kiss for you, is not a kiss raindrops, is a green kiss. Think green Leireken!

  3. marc

    Muy buenas las fotos! Mucha fuerza! Suerte con el viaje! Un abrazo!

  4. gfrescas

    Sí, es la línea Francisco: Aleteia 01/03/2018 : «Revista del Vaticano denuncia: Monjas no deben ser «sirvientas de cardenales y obispos: Mujer Iglesia Mundo, revista mensual del Vaticano denuncia que existen monjas que son tratadas como sirvientas por cardenales y obispos. No tienen sueldo (o es modesto) , no tienen horarios o protecciones como el personal laico. Rara vez estas religiosas son invitadas a sentarse a la mesa. «El trabajo (casi) gratuito de las monjas es el título del artículo sin precedentes publicado en el inserto mensual del períodico vaticano L´Osservatore Romano en la edición de marzo (nº66). La revista mensual del Vaticano inaugurada bajo el pontificado de papa (sic) Francisco en la línea de explorar el papel fundamental de la mujer en el ámbito eclesial y en la sociedad, con estas denuncias se está convirtiendo en una voz concreta de denuncia ante la desigualdad de género en el interior de la curia romana y de la Iglesia Católica en general. custom written essays