Bolivia, Salar de Uyuni, otro planeta

Bolivia, Salar de Uyuni, otro planeta

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Un paseo por otro planeta, así se podría resumir el Salar de Uyuni y sus alrededores. Una visita entre 3.600 y 5.000 metros de altitud de volcanes, géiseres, lava, azufre y enormes extensiones sin vida. Además de lagunas de colores, construcciones realizadas enteramente con sal, aguas termales, cactus gigantes, desiertos de tierra, arena, sal, etcétera.

¿Cómo llegar y dónde dormir? Uyuni, el pueblo

Para legar a Uyuni, existen dos posibilidades:

  • Desde Chile, lo normal es desde San Pedro de Atacama. Te aconsejo que lo hagas con un tour, ya que son 7 horas de desierto.
  • Desde Bolivia, desde La Paz hay varios colectivos que llevan directo a Uyuni. El trayecto dura unas 12 horas, y podrás elegir entre diferentes categorías de asiento, para una mayor comodidad (y precio).

Uyuni es la puerta de acceso al famoso Salar. Se trata de un pueblo volcado en el turismo. De hecho, me impactó que en un pueblo Boliviano hubiera más gente rubia y de habla inglesa que bolivianos.

El pueblo no tiene nada para ofrecer, exceptuando el espectacular cementerio de trenes a unos 3 km del pueblo, ya en pleno desierto. Se puede ir caminando.

  • Alojamiento: Hotel Avenida
  • Precio: 3 euros habitación simple sin baño (2 euros y medio)
  • Apuntes: correcto, céntrico pero sin desayuno incluido en el precio.

Si os gusta la fotografía, merece la pena perderse por este cementerio de monstruos de metal. aquí puedes encontrar desde antiguos tanques a trenes de otra época.

El Salar de Uyuni, preparando el Tour

Hasta tal punto depende el pueblo del turismo que hay más de 60 agencias que ofrecen tours al Salar, algunas buenas y la mayoría malas, sobretodo por una razón: si no llenan su tour te meten en el de otra compañía, con lo que puede que el plan sea diferente. Y por supuesto, tú sin saber nada de todo esto. Entre estas compañías se encuentra «Juliett Tours«, por favor, no les deis de comer.

Entre los consejos que os puedo dar:

  • Contrastar varias agencias.
  • Buscar referencias de la agencia que contratéis.
  • Los guías tienen que estar cualificados, ya que es probable que el coche tenga algún percance por la sal.
  • Probablemente os metan en algún grupo con más gente. Informaros de quiénes son, para que sea más atractivo el trayecto.
  • Los precios, a veces son negociables. Pero cuanto menos sea el precio, peor será el servicio.

Yo realicé un tour de 4 días en jeep, suficiente para hacerte una idea del lugar, pero realmente me quedé con ganas de más. En mi caso lo empecé en Uyuni y pasé la frontera hasta Chile.

Mi grupo era muy variopinto. El conductor boliviano, tres canadienses y un inglés, gente muy amable y simpática.

Aquí os dejo el mapa de la ruta, en mi caso salí de Uyuni y crucé la frontera con Chile. De esta manera pude ver el Desierto y San Pedro de Atacama, pero mucha gente lo que hace es volver con el jeep.

El jeep tenía problemas cada dos por tres. Pero la culpa no era de la máquina, sino de la cantidad de sal de la zona. Otros jeeps tenían los mismos problemas, con lo que el conductor estaba constantemente revisando que todo estuviera en condiciones.

Un paseo por otro planeta, el Salar de Uyuni

El Salar de Uyuni es el mayor desierto de sal del mundo. Con una extensión aproximada de 12.000 kilómetros cuadrados es algo que impacta (para que os hagáis una idea Navarra tiene unos 10.000)

En resumen, para mí uno de los lugares más espectaculares de Sudamérica, al mismo nivel que las cataratas de Iguazú, los glaciares de la Patagonia o el río Amazonas.

Eso sí, son necesarios por lo menos tres días recorriendo más de 500 kilómetros de desiertos en Jeep, pero merece la pena. Es curioso que tras un viaje de varios meses, cuando ya estaba a punto de acabar y creía que nada me podía sorprender me encuentre esto.

Es cierto que nos estás solo, que hay más turistas, pero para mí no resta ni un ápice de magia a este lugar, hasta la luz es diferente. Las imágenes de abajo explican en orden cronológico el tour que realicé.

Extracción de sal

La imagen de abajo no es ninguna foto de Photoshop. Estos bloques almacenados son montículos de sal que luego los camiones recogen. El precio de la sal en Bolivia es ridículo, 50 kilos 9 bolivianos (0.8 euros)

Un mar de sal

Este sitio te reduce a la nada, a un mero punto de color en un fondo blanco. El sitio es tan fotogénico que muchos anuncios a nivel mundial se realizan aquí. Después de las lluvias es aún más espectacular, puesto que las imágenes se reflejan en el agua y es difícil distinguir cual es la real.

El salar y los juegos visuales

Es algo típico, pero no por ello menos divertido, si te encuentras a decenas de personas en posturas extravagantes sacándose fotos tiene un sentido, este:

Los hoteles de sal

Supongo que hechos para los turistas, pero muy curiosos, edificios en donde todo el mobiliario está compuesto de sal. Mesas, sillas, camas, estatuas, paredes…

Tengo entendido que la estructura es ilegal, con lo que no está permitido dormir aquí.

La Isla del pescado

En medio del salar hay una «isla» en la que crecen cactus gigantes, los cuales pueden llegar a medir 12 metros y vivir más de 1.200 años.

Las paradas en el camino

Una de las noches dormimos en un pequeño pueblo, San Juan. Lo más interesante de este pequeño poblado, es que existe una necrópolis con esqueletos de más de 3.000 años. Por la noche estuvimos con unos niños que venían para tocar canciones típicas, y de paso ganarse una propina.

La luz, la altura y el frío

Si hay alguna característica que me llamó la atención de este lugar es la luz, tan diferente a la que estamos acostumbrados, supongo que llegar hasta los 5.000 metros influye en eso. Los cambios de temperatura también eran fuertes, pasabas del día a tener que llevar gafas de sol y gorra (imprescindibles) a por la noche estar abrigado con ropa de montaña.

Las pequeñas lagunas

Siguiendo el recorrido del tour se pasan por varias pequeñas lagunas: Cañapa, Hedionda, Chiarkota y Honda. Es fácil ver flamencos, no tanto acercarte a ellos. Como en el resto de la zona, los reflejos en el agua son bestiales.

Imponentes vigilantes dormidos, los volcanes

La zona está llena de volcanes, el Tunupa, Ollagüe, Licancabur… están tan cercanos que dan ganas de subir a la cima.

El Árbol de piedra y sus alrededores

El nombre queda claro por qué, aunque no tengo claro como en esta zona se han llegado a formar semejantes formas, no sé con qué hay erosión, normalmente suele ser agua, pero por aquí…

La zona, como el resto, un auténtico espectáculo.

La laguna colorada

Este curioso color parece ser que es por microorganismos, aunque yo no me quedé muy convencido con la explicación. Cuanto más sopla el viento más intenso es el color.

Desierto de Salvador Dalí

Y el surrealismo se hizo presente. El nombre está muy bien puesto.

Un gigante fronterizo, Volcán Licancabur

Entre la frontera de Bolivia y Chile se encuentra esta mole de 5.920 metros de altura. A sus pies se encuentra la laguna verde, que debe su nombre al alto contenido en mineral de magnesio de sus aguas.

El sol de mañana

A las cuatro de la madrugada del último día del tour, nos levantamos para ver los géiseres y agujeros con lava de la zona. A destacar la actividad de la zona, con decenas de volcanes (entre ellos dos activos). Éste es un agujero en donde corría la lava, de hecho se escuchaba perfectamente.

Para finalizar el viaje, aguas termales

¿Un baño de 30º en el amanecer? hacía un frío del carajo, pero al final me metí. Los israelíes a lo suyo, a las 8 de la mañana y ya con cervezas.

 

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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