Perú, Lago Titicaca, una frontera natural

Perú, Lago Titicaca, una frontera natural

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El lago Titicaca, la frontera entre los imponentes Andes y las praderas del altiplano de Perú. Mitad Bolivia y mitad Perú, es el lago navegable más alto del mundo (3.800 mts). Además, se trata del lago más grande de Sudamérica con más de 170 km de longitud y 60 km de anchura.

Este lago toma su nombre de la isla llamada Intijarka, palabra que deriva de dos palabras aymaras y quechuas: Inti (sol) y kjarka (peñasco). Según la leyenda de aquí surgió el primer Inca, Manco Cápac, hijo del Dios sol Inti.

Cómo ya os podréis imaginar a éstas alturas los cambios de temperatura del día a la noche son extremos. Además, el sol es muy fuerte, con lo que es conveniente ir con protector solar.

Las islas flotantes de los uros

Hicimos una excursión a las islas flotantes de los Uros. Creo que es algo que merece la pena hacer, aunque no deja de ser turística.

A diferencia de otros sitios de interés de los alrededores, como la Isla Taquile, éstas islas son artificiales. están hechas de una planta omnipresente en el lago llamada totora, los nativos de la isla apilan ésta planta y construyen las islas en las que viven. No se mueven porque están bien afianzadas, pero es una sensación muy extraña pisar una isla que parece un enorme colchón.

Las singulares islas flotantes de los Uros, conocidas también como islas Uros, son una de las atracciones turísticas más conocidas del lago, y aunque en algunas zonas se ha comercializado de manera masiva no hay nada parecido en otro lugar del mundo.

La comunidad de los Uros

La superioridad demográfica de los indígenas aymara, ha supuesto la casi desaparición de esta pequeña comunidad, cuyo idioma corre serio peligro de extinguirse. La verdad es que los críos de la zona eran guapísimos.

También estuvimos «hablando» con esta anciana, pero bueno, lo de hablar es un decir porque no sabía castellano. Ella hablaba, hablaba y hablaba, y nosotros asentíamos:

Las barcas

Al igual que las islas, las barcas también están hechas de totora (planta perenne, común en esteros y pantanos). Y no son solamente de cara a la galería, se puede navegar con este material. En la imagen de abajo el barquero manejando el bote.

Las casas del lago

Aquí viven los nativos de las islas. Poneos en la situación de vivir en medio de una lago, en una isla flotante sin los medios que nosotros consideramos dignos para una casa (cocina, baño, etc)

El turismo en la isla de los Uros

Gran parte de la economía de estas islas (o toda), proviene del turismo. Japoneses, americanos, europeos, latinoamericanos… la cantidad de turistas es considerable, pero es que el sitio lo merece.

Pero no todo el turismo es positivo para ellos. Muchas de las compañías que organizan tours tratan mal a la gente de las islas o les dan un dinero ínfimo, a todas luces abusivo. Hay que tener mucho cuidado con la compañía que se elige, ya que aquí todos viven del turismo, incluso los niños.

Para reponernos del fuerte sol lo mejor es comer un pedazo de la isla. La totora es comestible, aunque bueno, he probado mejores cosas en mi vida, y desde luego, en Perú.

Las isla de Taquile

Tras visitar la isla de los Uros, uno delos viajes más interesantes que se pueden hacer por la zona es visitar la isla de Taquile. Esta isla recibe su nombre de un integrante de la corte del rey de España Carlos V, llamado Rodrigo de Taquile. Su verdadero nombre en Quechua es Intika.

Se trata de una pequeña isla 35 km al oeste de Puno, y tiene una población cercana a las 2.000 personas. La particularidad de esta pequeña isla con el resto de habitantes del lago ya que hablan Quechua y no Aymara.

Entre sus características más curiosas, está que es una sociedad endogámica, con lo que rara vez se casan con integrantes de otras comunidades.

La sociedad Taquileña está basada en el trabajo colectivo y en el código moral Inca «No robarás, no mentirás, no serás perezoso». Actualmente reciben una gran cantidad de turismo, con lo que ya forma parte de su estructura económica, con las ventajas y desventajas que conlleva. De hecho, aunque aún es fuerte la importancia de las tradiciones poco a poco se van perdiendo, y más cuando hay guiris irresponsables que contribuyen a ello.

Sin ir más lejos, en el tour en el que estaba un español nada más llegar a la isla le dio un billete a una niña del lugar. Esto debería estar prohibido, de hecho entre ellos mismos no está bien visto ya que se acostumbran a mendigar y no a trabajar, por muy bonita que sea la niña. El «síndrome del buen blanco» en el que la mayoría caemos.

¿Y cómo es la isla?

Taquile tiene su propia personalidad desligada del resto del mundo, y eso se puede apreciar nada más desembarcar en el diminuto puerto. La altura hace que la luz sea diferente, me impresionaron mucho la intensidad de los colores.

El paisaje en Taquile es hermoso, muy hermoso. Desde aquí se pueden ver los picos nevados de la cordillera real de Bolivia. El azul del cielo se funde con las aguas cristalinas del lago. Se puede pasar la noche aquí, yo no lo hice, pero la gente que lo ha hecho comenta que es una auténtica delicia para los sentidos.

Pero hasta los paraísos tienen sus inconvenientes, la visita de la isla en un sólo día puede ser bastante agotadora, el trayecto en barco es largo, de aproximadamente 6 horas ida y vuelta. Pero además la altura afecta al cuerpo, y los 533 peldaños que hay que subir para acceder al pueblo tampoco ayudan. Eso sí, si tienes suerte como yo, probablemente probarás la mejor trucha que puedas comer en tu vida.

Los niños de la isla

Como ya he comentado antes los niños son preciosos. Tenían una sonrisa de oreja a oreja, y eso que por ejemplo estos no estaban vendiendo nada.

En particular me impactó una situación con una niña, que con poquísimos años estaba sola y vendiendo pulseras por 1 sol. Aquí todo el mundo participa en las labores de la casa, y si no es así hace algo productivo. Lo cierto es que esto es bastante habitual en países con un alto índice de pobreza. Esta misma situación ya la había vivido en Camboya.

El resumen

Aunque esté lejos de todo, el Lago Titicaca es un sitio extremadamente recomendable, diría que obligatorio si se está por Perú o Bolivia. Con la longitud que tiene este lago a veces te olvidas que estás a cientos de kilómetros del mar, que es un lago de agua dulce.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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