La leyenda cuenta que en el siglo XII el primer rey Inca, Manco Cápac, recibió el encargo de Inti, el ancestral Dios del Sol, de encontrar el obligo de la tierra (quosq’o en Quechua). Aquel sitio sería el que confluiría el mundo de abajo, el mundo visible y el mundo superior.
Allí el rey debería hundir una vara dorada en la tierra hasta verla desaparecer. Cuando Manco descubrió esta tierra, fundó la ciudad que se convertiría en menos de un siglo en la capital del mayor imperio de América.
La ciudad de Cusco es una hermosa obra de arquitectura que conserva el diseño original Inca. El antiguo plano de Cusco (o Cuzco) tiene forma de un puma, con la Plaza de armas en la posición que ocuparía el pecho del animal. La cabeza del felino estaría ubicada en la colina donde está la fortaleza de Sacsahuamán.
Realmente se trata de una ciudad curiosa y muy hermosa. Aquí, las antiguas murallas Incas se confunden con los posteriores palacios barrocos de los conquistadores españoles.
¿Dónde alojarse?
- Alojamiento: Moon house
- Anotaciones: sin desayuno pero el hostal está en el barrio de San Blas. Muy bueno para tomar algo, mucho ambiente. Las habitaciones son básicas, pero cumplen.
La Plaza de Armas
El corazón de la ciudad. Posiblemente sea la plaza más majestuosa que he visto en Sudamérica. Sus preciosas iglesias y palacios, así como los montes en sus alrededores, le dan un aspecto precioso.
La plaza representa la esencia de la ciudad, antiguos pueblos y conquistadores, tradición e historia. De hecho, fue declarada en 1983 patrimonio de la humanidad por la Unesco.
La ciudad tiene un aire añejo, muy añejo, con balconadas de madera en antiguos palacios de estilo español. Éstos nos recuerdan que hasta finales del siglo XVIII, era la ciudad más poblada de América, hasta que Túpac Amaru realizó la revolución, haciendo huir a los españoles a lugares más seguros.
Los muros incas, la piedra como testigo
Los españoles tenían claro que el objetivo primordial para subyugar al imperio inca era conquistar su capital, Cusco. Una vez conquistada, reutilizaron las piedras de los palacios incas para construir sus propios palacios.
Y como muestra de su poder sobre el derrotado imperio no dudaron en recordarlo dejando partes de los muros incas en sus nuevas casas, indicando que una nueva cultura había pisado a la antigua.
Una de las calles más famosas de Cuzco es la calle Hatun Rumiyuq (De la Roca Mayor). Actualmente se encuentra ubicado el palacio arzobispal, pero en su momento se encontraba el palacio de Inca Roca.
En Hatun Rumiyuq, esta calle que va desde la plaza de Armas hasta el barrio de San Blas, se puede apreciar la famosa piedra de los doce ángulos. Hay que tener en cuenta que estas piedras pesan varias toneladas y no tienen cemento ni ningún tipo de unión entre las piedras, con lo que la unión de ellas era una auténtica obra maestra.
Coricancha – Iglesia de Santo Domingo
En tiempos incas era un importante santuario dedicado al sol. Después fue reconvertido en monasterio, de estilo renacentista.
Como ya he comentado anteriormente, los conquistadores españoles construyeron sus iglesias, casas y palacios en los anteriores templos y construcciones incas. Como se puede apreciar en la foto esta iglesia se fundó sobre los cimientos de una antigua construcción. Así los conquistadores mataban dos pájaros de un tiro: aprovechaban las anteriores edificaciones y por otro lado mostraban su supremacía frente a la antigua religión.
El barrio bohemio de la ciudad: San Blas
Es el barrio bohemio de la ciudad. Entre sus bonitas calles cientos los artesanos exponen su material, ya sea ropa, cuadros, diversa artesanía… además tiene muchísimos bares y restaurantes, y en los locales por la noche es muy habitual escuchar música en directo. Un barrio muy recomendable, con bonitas calles salpicadas de antiguas casonas españolas.
Para quien tenga «morriña» de la comida casera aconsejo el Bar Km 0. Música en directo, buen ambiente y…. ¡tortilla de patatas! ¡dios que ganas de comer un bocata de tortilla! y jamón serrano, y tabla de quesos…
Así los conquistadores mataban dos pájaros de un tiro: aprovechaban las anteriores edificaciones y por otro lado mostraban su supremacía frente a la antigua religión
Conociendo la ciudad
Cuzco es una ciudad que invita al paseo, a recorrer esas calles que tanto y tanto tienen para contar. No sé, es de esos lugares que tienen algo más que lo que se ofrece a simple vista.
Paseando, y a pesar de la gran cantidad de turistas, aún es posible ver un ambiente tradicional. De hecho la región no es rica, y su cultura además del turismo vive de la agricultura.
Además, si tienes suerte, podrás ver a gente local hablando en Quechua. El Quechua es una lengua viva, que se habla y que no es raro escuchar entre los habitantes de la zona.
Y bueno, al fin y al cabo yo también soy un guiri, así que disfruté con mis compañeros de viaje de una ciudad increíble. Aquí con unos cuantos compañeros de aventuras, de Colombia, Bélgica, Galés, Alemania… vamos, un batiburrillo interesante.