Stari Bar y los alrededores

Stari Bar y los alrededores

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Al sur de Montenegro, y ya próximos a la frontera con Albania, se encuentran las ruinas de Stari Bar. Se trata del emplazamiento arqueológico más importante de todos los Balcanes, por lo que le ha valido el reconocimiento de patrimonio de la humanidad por parte de la Unesco. Actualmente cubre un área de 4.5 hectáreas, en donde se puede ver el legado histórico de varias culturas de la historia Mediterránea.

Las ruinas se encuentran en las faldas del monte Rumija (1.594 metros), y con unas vistas excepcionales del puerto de la nueva ciudad de Bar. Un lugar de defensa estratégico para tantos y tantos imperios y naciones que dejaron huella por aquí.

Un poco de historia

Se han encontrado piezas de metal y cerámica que indican que la ciudad data del 800 a.C, probablemente creada por los ilirios. Posteriormente, estuvo en manos del imperio bizantino, eslavos, venecianos… para ser conquistada por el imperio otomano, hasta 1878, en donde fue reconquistada por Montenegro.

El paso de tantísimas culturas ha hecho que, en el resto de los 240 edificios que se han llegado a datar, se conserven restos de templos cristianos, musulmanes, baños turcos, fortalezas, etcétera. En resumen, la riqueza del complejo es más que evidente.

Stari Bar

Para llegar a la entrada del complejo amurallado, hay que subir por una bonita cuesta empedrada, rodeada de casas, cafeterías y tiendas de souvenirs. Lo cierto es que la zona es muy agradable, e invita a relajarse tomando una cerveza o café.

Una vez dentro de las ruinas (previo pago de una entrada casi simbólica), nos reciben varios edificios en ruinas, de los cuales brota vegetación. Lo mejor para entender mejor el lugar es seguir los circuitos marcados con los mapas que dan en la entrada.

Entre los puntos de interés más destacables se encuentra el monasterio franciscano de San Nicolás, la Catedral de San Jorge (de origen románico y reconvertida en mezquita), o algunas iglesias como la de San Juan, Santa Verena o Santa Catalina.

De la época otomana se conservan las ruinas de los baños turcos, la torre del reloj y a las afueras, un acueducto en un buen estado de conservación.

Personalmente lo que más me gustó es la fortaleza del siglo XI, con unas excelentes vistas de la actual ciudad de Bar, y de los campos de olivos, las montañas y el mar. Además, los muros a medio derruir, inclinados, le dan un toque decadente muy curioso.

También me pareció curioso el escudo con el león de la entrada, recordatorio de la huella que dejó la República de Venecia, muy similar al existente en Kotor.

La ciudad de Bar

La actual ciudad de Bar no es que tenga muchos atractivos turísticos. Es evidente que es un área industrial relevante, y nexo de conexión entre los trenes que van hacia Serbia, o los barcos que parten hacia Italia.

Sin embargo, sí que es relevante la Catedral de San Jovan Vladimir, el mayor templo ortodoxo de Montenegro. En 2016 se consagró la catedral. Si se está por la zona es aconsejable una visita por los alrededores del templo.

Stara Maslina, El abuelo de los olivos

La zona está repleta de olivares con árboles centenarios. Y sobre todos ellos, hay uno que llama la atención. Se trata de Stara Maslina (viejo olivo), el cual tiene más de 2.000 años, siendo uno de los árboles más longevos de Europa. Este viejo olivo se encuentra en las inmediaciones de Bar, y es un monumento natural muy popular.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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