Karlstejn, los alrededores de Praga

Karlstejn, los alrededores de Praga

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El castillo de Karlstejn

A unos 30-35 km de Praga se encuentra un espectacular castillo. Desde lo alto de la colina vigila el pequeño pueblo de Karlstejn.

El castillo data de 1348, así que ha llovido desde entonces. Su funcionalidad era custodiar las joyas del rey Carlos IV (lo normal). Su estilo gótico con añadidos renacentistas, sus torreones y murallas hacen de este castillo, uno de los más fotogénicos de la República Checa.

No os voy a daros el pelmazo acerca de la historia del castillo. Si queréis saber más podéis visitar la web oficial de la fortaleza (está en inglés).

Los alrededores también dan al castillo un aspecto bohemio, de cuento de hadas. Los bosques y el verde de los alrededores hacen de él una estampa de ensueño:

Os dejo algunos datos prácticos:

Tiempo de la excursión

Esta es una excursión que en medio día se puede hacer perfectamente. Después si se quiere se puede comer en el pueblo que hay abajo, que aunque sea muy turístico no tiene unos precios caros (o por lo menos así nos pareció), por 10 euros puedes comer, y por menos también. Así que si no tienes mucho tiempo y quieres salir de Praga, esta es una excursión perfecta.

¿Cuánto cuesta?

Se puede ver el castillo por fuera de forma gratuita, inclusive entrar a la «plaza» del castillo. Si se quiere entrar hay que pagar 330 coronas. La visita se hace en inglés y dura más o menos una hora. A nosotros nos tocó una guía guapísima que se parecía a Milla Jovovich. Pero todo lo que lo tenía de guapa lo tenía también de borde, pero esa es otra historia.

¿Cómo llegar?

Cada media hora salen desde la estación de Praga-Smichov, el precio de ida y vuelta son unas 80 coronas checas. Para consultar los horarios de los trenes se puede mirar en la página oficial de trenes de la República Checa..

Así que si no tienes mucho tiempo pero quieres salir de Praga, esta es una excursión perfecta.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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