Bélgica, consejos y curiosidades del país

Bélgica, consejos y curiosidades del país

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Para terminar los especiales sobre Bélgica, termino con una serie de anécdotas y consejos. Primero iremos con algún consejo, para posteriormente indicar unas cuántas curiosidades.

¿Cómo desplazarte entre ciudades?

Sin lugar a dudas, el tren es el medio de transporte más cómodo y rápido. Además, los ferrocarriles en Bélgica funcionan de maravilla. Existen varias modalidades de billetes y precio. Por ejemplo, los trayectos en fin de semana cuestan la mitad, o si compras un Rail pass (formato con 10 viajes), puede que también salga más económico. Los precios también dependen si eres estudiante o no.

Te aconsejo que visites la página oficial de los ferrocarriles belgas SNBC. Allá podrás encontrar mucha información. LA aplicación para el móvil también funciona muy bien. Para terminar este punto, si estás pensando en hacer una visita a Amberes, no te puedes perder su estación central, considerada una de las más bellas del mundo.

¿Cómo comer barato? los fritture

La gastronomía belga es conocida por sus frituristas (fritture), establecimientos económicos donde se sirven patatas fritas, y estofado flamenco, un guiso de carne cocido lentamente en cerveza. Sin embargo, la comida belga tiene una reputación mixta. Aunque hay platos deliciosos, muchos consideran que la comida cotidiana es bastante pesada y poco variada.

En mi opinión, la comida no es uno de los puntos fuertes del país. Pero si te gustan los gofres o el chocolate, estás de suerte, te encontrarás en el paraíso.

Las bicicletas

Sin llegar a la cultura ciclista de ciudades como Ámsterdam, bien es cierto que los desplazamientos en Bélgica con bicicleta están a la orden del día. Y es normal, ya que las ciudades apenas tienen cuestas. Es muy común ver aparcamientos gigantes de bicis al lado de las estaciones de tren.

Un país, dos almas

Bélgica es un país con una división muy marcada entre dos comunidades principales: los flamencos y los valones. Los flamencos, que habitan la región norte de Flandes, hablan neerlandés (también conocido como flamenco), mientras que los valones, en el sur de Valonia, hablan francés.

Las diferencias lingüísticas y culturales se han profundizado con el tiempo, creando una frontera lingüística significativa que separa dos mundos casi paralelos. Incluso en el ámbito político, cada comunidad tiene sus propios partidos, lo que se asemeja a un matrimonio donde ambas partes viven juntas de cara a la galería, pero en su vida privada están separadas.

En Amberes se puede ver en la misma calle, bares unionistas con bares que reclaman la independencia de Flandes.

San Nicolás: el Santa Claus belga que vive en España

En Bélgica, San Nicolás es una figura muy querida, similar a Santa Claus. Curiosamente, se dice que vive en España y viaja a Bélgica cada 6 de diciembre para entregar regalos a los niños. Esta tradición se celebra con gran entusiasmo, especialmente en las comunidades flamencas.

La tradición de San Nicolás en Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y en el norte de Francia se remonta al siglo XII. Según esta leyenda, San Nicolás llega a los puertos de la región en barco desde las costas españolas, acompañado por su ayudante: conocido en Flandes como “Zwarte Piet” (Pedro el Negro, ahí queda la cosa), Père Fouettard para los francófonos y Hans Muff para los germanófonos. Ambos visitan casa por casa la noche del 5 al 6 de diciembre para entregar regalos a los niños que se han comportado bien durante el año.

Los desastres del colonialismo

Bélgica tiene un pasado colonial particularmente oscuro, especialmente en el Congo. El Rey Leopoldo II estableció el Estado Libre del Congo como su propiedad privada, donde los abusos y la explotación fueron rampantes. Se estima que millones de congoleños murieron durante su régimen. Una de las atrocidades más impactantes fue la exhibición de congoleños en zoológicos humanos en Bélgica, mostrando el racismo y la deshumanización de la época.

La historia en el Congo fue dramática, como dan buena fe los testimonios históricos.

Es más, hasta no hace tanto tiempo, en la exposición de 1958, en Bélgica se podían ver zoo humanos con familias enteras. Un pasado que esperemos se deje atrás.

Iglesias desacralizadas

En Bélgica, muchas iglesias han perdido su función religiosa debido a la disminución del número de feligreses. Estas iglesias desacralizadas han encontrado nuevos usos, desde centros culturales hasta restaurantes y bibliotecas, reflejando una tendencia a reutilizar estos espacios históricos en lugar de dejarlos abandonados.

La cerveza, la nueva religión

La cerveza en Bélgica es más que una bebida; es una tradición profundamente arraigada. Cada cerveza belga tiene su propio vaso diseñado específicamente para resaltar su sabor y aroma únicos. La diversidad y calidad de las cervezas belgas es mundialmente reconocida, y la cultura cervecera del país es considerada por muchos como una religión en sí misma.

El español en Bélgica

Gracias a la rica historia de turismo y a la influencia de los inmigrantes, muchos belgas tienen un conocimiento básico del español. Además, España es un destino popular para los turistas belgas, lo que facilita el intercambio cultural y lingüístico entre ambos países.

Es común escuchar por las calles de las ciudades más turísticas como Brujas, Gante o Bruselas, a grupos de españoles. Además, en locales turísticos es posible que si te oyen hablar español, se lancen a hablar español contigo.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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