La siguiente etapa tras las cataratas del Niágara fue la capital de la provincia canadiense de Ontario, Toronto.
Toronto es una ciudad de dos millones y medio de habitantes, pero que a pesar de su tamaño es una ciudad bastante tranquila. Realmente no es una ciudad espectacular, más bien es una ciudad práctica, el foco económico más importante de la zona y probablemente de Canadá.
Lo que más impacta de la urbe es la inmensa CN tower, la cual se puede ver desde prácticamente toda la ciudad. Cosmopolita, moderna y funcional, creo que son los adjetivos que mejor denominan a la ciudad.
A reseñar la gran población oriental que hay en la ciudad con un chinatown realmente grande, en donde los productos orientales mandan. Supermercados, bancos, tiendas de electrónica… todos en chino. Por cierto, la fruta es barata, cosa extraña por estos lares.
Algunos puntos de interés
City hall
El antiguo ayuntamiento de la ciudad, perfectamente integrado en una zona con grandes edificios de cristal. El actual ayuntamiento… mejor no decir nada de él.
Art Gallery of Toronto
Desde el principio este edificio llama la atención por su diseño. No estuve dentro, pero se supone que es muy interesante.
Allen Lambert Galleria
Otro de los aspectos curiosos de la ciudad son las galerías subterráneas. Al igual que Montreal, Toronto tiene decenas de kilómetros con galerías subterráneas que se podrían denominar auténticas calles por debajo de las calles. Esto es debido al crudo invierno canadiense, en el cual estas calles se atestan de gente. Comercios, restaurantes, entradas directas a edificios… realmente curioso.
El ingeniero-arquitecto Calatrava está hasta en la sopa. En Toronto hay una obra suya, él se encargó del diseño del edificio. Para lo que suele hacer él esto es bastante modesto, quizás por ello me guste, aunque las semejanzas con la Sagrada Familia son evidentes.
Casa Loma
¿qué pasa si eres multimillonario y te aburres? ¿qué pasa si quieres un castillo en Canadá y no puedes comprar ninguno porque simplemente no existen? eso es lo que le pasó a Henry Mill Pellatt, y lo tuvo claro – Si no hay se construye y punto -. En 1914 se acabaron las obras de lo que fue la mayor mansión de América del Norte.
El tipo no era demasiado listo y los gastos de mantenimiento le arruinaron pasando a ser propiedad del ayuntamiento. Ahora es una de las principales atracciones de la ciudad. Por cierto, la segunda foto son los establos, un edificio separado del principal en plan cuento de hadas. Y digo yo… ¿los caballos necesitaban almenas?
Universidad de Toronto
Un campus señorial da la bienvenida a una de las universidades más prestigiosas de América. De aquí han salido varios presidentes de Canadá, así como varios premios nobel. Y nosotros en nuestro descanso bien ganado.
CN Tower
El perfil más reconocible de toda la ciudad es esta enorme aguja, la Canadian National Tower. Con sus 553 metros de altura es una de las construcciones más altas del mundo. Se puede visitar y arriba tiene un restaurante que rota 360º cada hora y pico.
Pero aparte de las vistas lo más espectacular es una parte del suelo que está hecho de cristal y que te permite ver el suelo, es una sensación muy impactante caminar sobre un precipicio.
Y por último… ¿dónde tomar algo?
Y otro aspecto a destacar es el pub Horseshoe tavern, en el centro de la ciudad, perfecto para tomarte una copa y escuchar música rock en directo.