Estados Unidos: Niagara ¿naturaleza grandiosa?

Estados Unidos: Niagara ¿naturaleza grandiosa?

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Siguiente paso tras Washington… Cátaratas del Niágara. En nuestra mente teníamos un lugar paradisíaco, donde la naturaleza mostraba todo su esplendor, etcétera, etcétera. Es verdad que las cataratas son una pasada, pero también se puede ver hasta qué punto el ser humano se puede cargar un entorno natural.

Para quien no lo sepa, las cataratas hacen frontera entre el estado de Ontario en Canadá y el estado de New York en Estados Unidos. Realmente son dos caídas de agua, una más pequeña, que está totalmente en el lado estadounidense (llamada velo de novia – Bridal Veil), y otra de 670 metros de longitud que está compartida entre los dos países.

En este caso me centraré en las cataratas, y no en el hormigón de las ciudades que hay hay alrededor. Se trata de espectáculo único en el mundo, siendo las cascadas con mayor caudal del mundo, llegando a los 11.000 metros cúbicos por segundo. Mucho antes de llegar a verlas escuchas el estruendo de la caída del agua.

La mano del hombre

El punto negativo, como casi siempre, está en la mano del hombre. A una distancia mínima han creado un «Las Vegas» en miniatura. Aquí los hoteles gigantes, hamburgueserías, cines, restaurantes, ferias y casinos rompen con un espectáculo de la naturaleza.

De hecho, hasta el mayor parque acuático cubierto del mundo se encuentra aquí. Lo curioso que estas mega-estructuras están en la parte canadiense, dejando el desarrollo sostenible en otra parte.

Anteriormente tuve la suerte de ver las espectaculares cataratas de Iguazú, entre Argentina y Brasil. En comparación con Niagara, la mano del hombre es mínima. Y me cuesta mucho decir esto tras ver el Port Aventura que se montaron allí, trenecito incluido.

La ciudad y la frontera

La ciudad, Niagara falls, podría decirse que realmente tiene dos partes, una en Canadá y otra en Estados Unidos. Cada vez que se pasa de un lado al otro por el puente, hay que pasar un control de frontera, y si se regresa de la parte canadiense a la estadounidense hay unos tornos metálicos en los que hay que pagar medio dólar para poder pasar.

El lado más espectacular es el canadiense, ya que tiene una perspectiva más amplia, pero creo que ambos merecen la pena, y navegar en el barco «Maid of the mist» hasta la caída de herradura «horseshoe falls» es algo que se recuerda toda la vida.

Hay otras excursiones muy interesantes que se pueden hacer, yo me quedé con las ganas de ir por unos canales que están por detrás de la cascada, pero el tiempo no acompañó, que se la va a hacer.

Sobre tema de alojamiento, el lado estadounidense es más barato, pero está un poco dejado y hay zonas que es mejor no pasar por la noche, al menos es lo que nos dijo la dueña del guesthouse, así que vosotros mismos.

Sin embargo, os voy a dejar con un buen sabor de boca, lo cierto es que la caída de agua es alucinante 🙂

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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Esta entrada tiene un comentario

  1. Gorka

    Impresionantes fotos tio, menuda currada.