El Canal de Corinto, también conocido como Canal de Istmia, se encuentra en la península de Peloponeso, a 80 kilómetros al oeste de Atenas. Aunque su construcción moderna comenzó en el siglo XIX, la idea de unir el mar Egeo y el mar Jónico por este estrecho corredor es mucho más antigua. Los antiguos griegos, romanos y persas ya habían considerado la posibilidad de crear un canal que evitaría el largo y peligroso viaje alrededor del Peloponeso.
Desarrollo y construcción
Fue solo en el siglo XIX cuando finalmente se llevó a cabo la construcción del canal, gracias a los esfuerzos de varios ingenieros y líderes griegos y extranjeros. La construcción comenzó en 1882, pero debido a problemas técnicos y financieros, se detuvo temporalmente. Finalmente, en 1893, se reanudaron los trabajos, y el 25 de julio de 1893, el primer barco navegó a través del canal completado.
La ingeniería al rescate
El Canal de Corinto es un prodigio de la ingeniería. Con aproximadamente 6,4 kilómetros de longitud, 21,4 metros de ancho y unos impresionantes 79 metros de profundidad, se ha convertido en una de las vías navegables más estrechas del mundo. Es lo suficientemente amplio como para permitir el paso de embarcaciones de tamaño considerable, lo que lo convierte en un paso marítimo vital para el comercio y la navegación.
Además de su importancia histórica y turística, el canal sigue siendo crucial para el transporte marítimo actual. Permite que los barcos eviten el largo y peligroso viaje alrededor del Peloponeso, acortando significativamente la distancia entre Atenas y el puerto de Ío, en el mar Jónico. Además, ha reforzado la economía de la región y ha mejorado el comercio marítimo a nivel global.
Un reclamo turístico
El Canal de Corinto ofrece una experiencia única para los visitantes. Puedes caminar a lo largo de las orillas y maravillarte con la imponente estructura que se alza sobre ti. También hay opciones para tomar cruceros turísticos que navegan por el canal, lo que te permite disfrutar de impresionantes vistas panorámicas desde el agua. Las paredes rocosas que rodean el canal son impresionantes, mostrando capas de la historia geológica de la región.
