Comúnmente conocida como «la ciudad blanca» debido al uso del sillar, piedra volcánica de la zona en muchísimas de las construcciones de la propia ciudad. Arequipa es la segunda ciudad por tamaño de Perú, y sede del Tribunal Constitucional- Por ese motivo se la considera la «Capital Jurídica del Perú».
Declarada por la UNESCO patrimonio cultural de la humanidad, sus casas están vigiladas en todo momento por unos majestuosos volcanes: el Chachani (6.057 mts), Misti (5.825 mts) y el Pichu Pichu (5.510 mts).
Su centro histórico es único en todo Perú, debido a que en él se pueden encontrar espléndidas casas virreinales y edificios de estilo barroco español e italiano. Las iglesias del centro de la ciudad también son preciosas, con decoraciones muy bien trabajadas.
¿Dónde dormir y comer?
- Hospedaje “La posada del cacique”
- Precio: 5 euros
- Apuntes: sin desayuno pero el hostal está en una situación céntrica. Además la gente del hostal es muy agradable.
Dónde comer: alejarse a toda costa de la plaza de armas, donde están los locales más caros, a pocas cuadras los precios bajan considerablemente. Una opción es ir a la escuela de cocina de Arequipa, donde sirven menús del día muy baratos. Eso sí, no se pueden elegir los platos, pero es que el precio del menú era 1 ó 2 euros.
La Catedral y la Plaza de Armas
Es un edificio majestuoso y extraño. Entre las curiosidades de la catedral está el que la fachada ocupa todo el largo de la plaza principal, siendo una catedral muchísimo más ancha que larga. Una de las mejores vistas de la ciudad y de la catedral está en los restaurantes de la misma plaza, subir arriba, tomarse una cerveza y ver el atardecer no tiene precio.
Es un edificio majestuoso y extraño. Entre las curiosidades de la catedral está el que la fachada ocupa todo el largo de la plaza principal, siendo una catedral muchísimo más ancha que larga. Una de las mejores vistas de la ciudad y de la catedral está en los restaurantes de la misma plaza, subir arriba, tomarse una cerveza y ver el atardecer no tiene precio.
La Catedral se encuentra en la misma Plaza de Armas, centro neurálgico de la ciudad. Ante todo es señorial, se nota que en tiempos el imperio español fue una ciudad realmente importante.
Pasear, pasear y pasear
Pero lo que realmente merece la pena en esta ciudad es perderse por sus calles, admirando la arquitectura colonial de sus más de 500 antiguas casonas, las iglesias, los monumentos y la gente. También se puede entrar en los comercios o locales y darse una vuelta por los coloridos patios andaluces. Otro de los reclamos turísticos es el Monasterio de Santa Catalina, aunque la verdad, yo no lo supe disfrutar.
Paseando es la mejor manera de disfrutar de la ciudad. Es posible ver como la gente lleva a cuestas la mercancía artesanal, encontrarte con un pintoresco policía que ha sido condecorado cuatro veces como mejor policía del Perú (Ahora ya está jubilado y trabaja controlando el tráfico para el convento de Santa Catalina). O quizás, disfrutar de una banda tocando en medio de una plaza.
El curioso convento de la Recoleta
Junto con el convento de Santa Catalina, uno de los mayores atractivos religiosos es el Convento de La Recoleta. Sus claustros son muy bellos, pero para mí no es su mayor atractivo.
Dentro del convento, se encuentran varios museos que dan fe del paso de las instituciones religiosas por el Perú. Para mí, el museo amazónico y el precolombino fueron los más interesantes. La biblioteca data de 1926, y tiene alrededor de 20.000 volúmenes, muchos de ellos del siglo XVI, teniendo un valor incalculable para el país.
Antiguas civilizaciones
La verdad es que en Perú no es muy complicado sentirse como Indiana Jones o Lara Croft, culturas antiquísimas, tesoros aún no descubiertos, sacrificios a los dioses… entre las culturas que se pueden estudiar en esta zona están la Chimú, Mochica, Inca, Churajón y Chancay, realmente interesantes.
Para muestra las deformaciones craneales. En América fue una costumbre extendida realizar deformaciones de los cráneos con motivos religiosos, de rango social o simplemente prácticos (por el fortalecimiento de los huesos). En la fotografía, se puede ver un cráneo inca deformado longitudinalmente.
¿Y cómo se hacía esto? desde niños se ponían en la cabeza tablas fuertemente fijadas con telas al cráneo, de esta forma la cabeza se adaptaba a la forma de la tablilla. Si la fotografía es fuerte, hay alguna deformación muchísimo más impactante, como cráneos bicéfalos.
Los volcanes
Dominando el valle se encuentran los tres volcanes de la campiña. En la foto se puede apreciar el Chachani. En muchos de los volcanes de la zona se han encontrado sacrificios humanos del tiempo de los Incas. El más famoso es el sacrificio de la niña «Juanita» en la cima del volcán Ampato.
En teoría, se hacían para calmar a los dioses, y para realizar el ritual los incas debían subir al volcán y sacrificar a un niño. En aquellos tiempos el esfuerzo era titánico, sin material de montaña, oxígeno, solamente con la convicción de que el sacrificio era en pro de la comunidad, hasta la niña o niño estaban convencidos que se convertirían en dioses, para ellos era un privilegio.
¿Salir de fiesta?
Salimos de fiesta para conocer la noche Arequipeña, y la verdad es que no defraudó. La verdad es que el grupo que estábamos no podía ser más variopinto: Gales, Bélgica, Alemania, Colombia, Perú… Es curioso que en la disco los extranjeros no pagábamos entrada y los peruanos pagaban 2,5 euros. La verdad es que para bien o para mal siempre tienes la imagen en la cabeza que eres gringo.