Tikal: la antigua capital del mundo maya

Tikal: la antigua capital del mundo maya

En este momento estás viendo Tikal: la antigua capital del mundo maya

Adentrarse en Tikal es sentirse parte de algo mágico: la selva de Petén lo cubrió y lo protegió, pero también lo devolvió a un mundo donde el sonido de los monos sustituye al murmullo urbano. Aquí se alzaron pirámides que desafiaron al cielo, y plazas que resonaron con rituales, poder y organización.

Oculta durante siglos por la vegetación, Tikal fue una de las ciudades más grandes y poderosas de la civilización maya, y hoy es un testimonio vivo de su increíble ingeniería, astronomía y organización social.

Cómo llegar

La mayoría de viajeros parte desde Flores, como fue nuestro caso, ya que es el punto base más cercano.

  • 🚐 Shuttle o coche privado: tarda entre 1 hora 15 minutos y 1 hora 30 minutos.

  • 🕗 Los servicios suelen salir temprano (entre 4:00 y 6:00 h) para aprovechar las horas de menor calor.
    El camino está completamente asfaltado y al llegar se paga la entrada en la puerta principal del Parque Nacional Tikal,

Modalidades de visita

Al llegar se paga la entrada en la puerta principal del Parque Nacional Tikal, Patrimonio de la Humanidad desde 1979. La entrada también se puede comprar online a través de la página web oficial de Cultura de Guatemala.

Hay tres tipos de entrada:

  • Entrada normal (6:00h–18:00h): este es el modelo de entrada que compramos, y estuvimos desde las 06:00 hasta las 13:00.

  • Entrada para el amanecer (desde 4:00h).

  • Entrada para el atardecer (hasta 20:00h).

Aunque las visitas al amanecer prometen ver el sol saliendo entre los templos, el clima es muy impredecible y es habitual que el cielo esté cubierto o haya niebla. Si tu tiempo o presupuesto es limitado, puede que no compense pagar el suplemento. En nuestro caso, nos planteamos ir al amanecer, pero por suerte no lo hicimos, ya que el tiempo amaneció nublado y con algo de lluvia.

Un poco de historia

Tikal fue una de las principales metrópolis del mundo maya clásico. Su nombre original era probablemente Yax Mutul (“nudo verde” o “primer Mutul”). Los primeros asentamientos datan del siglo IX a. C., pero su apogeo llegó entre los siglos VI y IX d. C., cuando gobernantes como Jasaw Chan K’awiil I y Yik’in Chan K’awiil expandieron su poder sobre el Petén y más allá.

Durante esta época, Tikal rivalizó con otras grandes potencias mayas como Palenque (el cual tuve la suerte de visitar hace unos años) y Calakmul en México o Copán en la actual Honduras. De hecho, llegó a tener entre 50.000 y 100.000 habitantes, organizados en torno a templos, calzadas, mercados y palacios (se estima que había alrededor de 3.000 construcciones).

La ciudad fue también un centro astronómico: las posiciones de muchos templos coinciden con los solsticios y equinoccios, lo que demuestra el dominio matemático y celeste de los mayas.

A pesar de su sofisticación, la ubicación de Tikal presentaba desafíos: la zona carece de fuentes naturales de agua y su dieta era pobre en sal, por lo que se estima que los mayas debían importar unas 130 toneladas de sal al año para sostener a la población.

El colapso se produjo hacia el año 900 d. C., probablemente por una combinación de factores: sequías prolongadas, superpoblación, deforestación y guerras entre ciudades-estado. Tikal quedó lentamente abandonada y la selva la devoró durante casi un milenio, hasta que fue “redescubierta” en el siglo XIX.

Las áreas más importantes y los edificios de Tikal

Tikal abarca una extensión monumental: el núcleo ceremonial ocupa alrededor de 16 km², aunque la ciudad entera llegó a extenderse por más de 120 km², rodeada por calzadas y barrios residenciales interconectados. Su estructura urbana estaba cuidadosamente planificada, con templos piramidales, acrópolis, plazas, juegos de pelota y reservorios de agua que abastecían a la población.

Las calzadas sacbeob (caminos elevados de piedra) conectaban los distintos conjuntos arquitectónicos, permitiendo el tránsito durante la estación lluviosa. En su apogeo, el centro de Tikal concentraba el poder político y religioso, mientras los alrededores acogían talleres artesanales, viviendas y áreas agrícolas.

El paisaje urbano de Tikal combina la monumentalidad con el misterio: muchas de sus pirámides aún permanecen cubiertas por vegetación y se asemejan a colinas naturales devoradas por la selva, recordando que gran parte del sitio sigue sin ser excavado. 

La Gran Plaza

El corazón de Tikal, donde se concentran sus edificios más emblemáticos. A un lado se alza el Templo I o del Gran Jaguar, construido hacia el 732 d.C. como tumba del rey Jasaw Chan K’awiil I. Frente a él, el Templo II o de las Máscaras, dedicado a su esposa. Entre ambos, una amplia explanada ceremonial rodeada de altares y estelas con inscripciones jeroglíficas que narran la historia dinástica de la ciudad.

Esta es un área que merece la pena explorar en condiciones, ya que, además de ser la más fotogénica de Tikal, tiene numerosos edificios como:

  • Templo I – Templo del Gran Jaguar: de unos 47 m de altura, fue construido hacia el año 732 d. C. como tumba del rey Jasaw Chan K’awiil I. Su fachada es imponente, con una empinada escalera y una crestería decorativa en lo alto.

  • Templo II – Templo de las Máscaras: situado frente al anterior, está dedicado a la esposa del rey. Desde su cima se obtienen vistas magníficas de toda la plaza.

  • Acrópolis Norte: detrás del Templo I se alza un complejo funerario formado por terrazas, tumbas y pequeñas pirámides, que servía de cementerio para la realeza.

  • Acrópolis Central: al otro lado, este conjunto de patios y habitaciones fue un área administrativa y residencial para nobles y sacerdotes.

La plaza también alberga varias estelas talladas con jeroglíficos que narran la genealogía de los reyes y los acontecimientos astronómicos que marcaban su calendario.

Templo IV – El Gigante de la Selva

Con 70 metros de altura, es el edificio más alto de Tikal y una de las estructuras precolombinas más altas de América. Fue construido alrededor del año 740 d. C. y desde su cima se obtiene la vista más icónica del parque: las cimas del Templo I y II emergiendo entre el mar verde de la selva.

El ascenso es por una escalera de madera lateral, algo empinada pero segura. Subirlo al amanecer o al atardecer es una experiencia inolvidable.

Templo V

Ubicado al sur de la Gran Plaza, es el segundo más alto de Tikal (unos 57 m). Su estructura es más vertical y se cree que estuvo dedicada a un alto sacerdote o gobernante anónimo. Fue restaurado parcialmente, y su subida es algo más exigente, pero ofrece una vista diferente del conjunto.

La Plaza de los Siete Templos

Uno de los complejos ceremoniales más fascinantes. Sus siete pequeños templos alineados, con escalinatas casi idénticas, muestran la simetría arquitectónica maya.

Frente a ellos hay tres juegos de pelota, lo que sugiere que el lugar estaba asociado a ritos deportivos y religiosos.
A su alrededor se levantan estructuras residenciales y la llamada Acrópolis Sur, probablemente dedicada a funciones administrativas.

Otras áreas y senderos

Más allá de las zonas principales, los caminos de Tikal serpentean entre la selva, donde se observan montículos cubiertos de vegetación: pirámides aún no excavadas, disimuladas como colinas.

También encontrarás pequeñas estructuras astronómicas, plataformas ceremoniales y restos de antiguas calzadas (sacbés) que conectaban los distintos sectores de la ciudad.

Fauna y flora

Tikal está inmerso en la Reserva de la Biosfera Maya, una de las mayores selvas tropicales de América Central.
Es fácil cruzarte con monos aulladores (su rugido se escucha a kilómetros), monos araña, coatíes, tucanes, loros verdes, pavos ocelados y hasta tarántulas cruzando los senderos.

La vegetación es exuberante: ceibas sagradas (el árbol nacional de Guatemala), palmas, lianas y orquídeas decoran el paisaje. En zonas pantanosas se han visto cocodrilos, aunque lejos de las áreas transitadas.

Curiosidades

  • En 1977, parte de la película Star Wars: Una nueva esperanza rodó aquí la famosa escena aérea de la base rebelde de Yavin IV.
  • Tikal llegó a tener más de 3 000 estructuras identificadas hasta la fecha, aunque solo una fracción ha sido excavada.
  • Las maquetas junto a la entrada ayudan a comprender la magnitud del sitio y la organización urbana.
  • Se siguen realizando rituales mayas contemporáneos, especialmente en plataformas secundarias donde se encienden inciensos y se dejan ofrendas.

Consejos prácticos

  • ⏱️ Duración ideal: 4–6 horas para visitar los principales templos sin prisa.
  • ☀️ Clima: caluroso y húmedo; lleva agua, protector solar y gorra.
  • 🦟 Mosquitos: muy abundantes al amanecer y al atardecer. Usa repelente potente.
  • 👣 Ropa y calzado: cómodos y transpirables, imprescindibles para caminar varios kilómetros. Si es ropa clara (para ahuyentar a los mosquitos, mucho mejor)
  • 🗺️ Guía local: muy recomendable. Explican jeroglíficos, cosmovisión y rutas alternativas poco transitadas.

Y como mayor consejo que puedo dar: disfruta, el sitio es todo un espectáculo que se te grabará en la retina.

 

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.