Perú, Valle sagrado – Machu Picchu

Perú, Valle sagrado – Machu Picchu

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Machu Picchu, la ciudad secreta (o quizás no tanto)

¿Qué puedo escribir acerca de Machu Picchu? En realidad creo que no acabaría de escribir, es uno de los sitios que más me han impactado. No quiero daros mucho el tostón con datos, cifras, etcétera. Si queréis saber algo más sobre éste lugar podéis mirar el enlace a la wikipedia, que está realmente bien. Declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1983, es uno de los paisajes más famosos del Mundo, y con razón.

Sí que puedo comentar que, la sensación de estar tan cerca de un lugar tan especial produce es extraña. El pueblo está encima de una montaña, de hecho Machu Picchu quiere decir «Montaña Vieja«. El acceso para nosotros fue fácil, pero en otra época debió ser un lugar de difícil acceso. Por mucho que existieran decenas de caminos del inca, la orografía del terreno es complicada, y los porcentajes de desnivel bestiales.

La entrada al recinto y cómo llegar

En la anterior entrada ya comenté cómo llegar a Aguas Calientes. Desde allí se puede acceder mediante carretera o en una caminata a pie por un sendero habilitado (el inicio es por la misma carretera). En mi caso lo hice a pie, y la sensación de acercarte a un espacio único fue abrumadora. Hay que tener unas condiciones físicas aceptables, pero merece mucho la pena. Si regresas por el mismo camino por la tarde, es conveniente llevar un frontal.

Las condiciones para poder acceder a Machu Picchu cada día son más complicadas. Esto tiene la ventaja de que se limita el aforo, el problema, es que hay que reservar con antelación. A partir de 2019 las reservas irán también con una hora de visita, así que las restricciones cada día son más severas. Cuando estuve yo no había tantos problemas para entrar, y lo mejor era quedarse a la tarde, cuando todos los autobuses turísticos recogían a los turistas-ovejas en manada. En ese momento, ¡te quedabas sólo con muy poca gente!

Para evitar problemas, te aconsejo que reserves tu entrada en la página web oficial del Gobierno de Perú.

La llegada al recinto arqueológico

Dicen que los conquistadores españoles no detectaron Machu Picchu por las nieblas, aunque la realidad es  menos romántica ya que el recinto estaba datado desde 1539, y los locales conocían las ruinas abandonadas por el inca Pachacútec.

Sin embargo fue redescubierto en 1911 por el profesor nortemaericano Hiram Bingham. Me imagino su impresión al ver que, cuando se difumina la niebla, te encuentras esto:

No sé cómo describirlo, pero se te pone una sonrisa de oreja a oreja, al menos es lo que me pasó a mí.

¿Pero qué era Machu Picchu?

Aún no se tiene una certeza acerca de la funcionalidad del emplazamiento. Hay tres teorías: centro religioso y espiritual, lugar de residencia de nobles o centro militar. Parece que ésta última ha sido descartada, y que cualquiera de las otras dos tiene sentido, o ambas a la vez.

El emplazamiento

Las vistas desde la ciudad son un auténtico espectáculo. 450 metros por encima del valle y 2.438 metros por encima del nivel del mar. Se encuentra en la cordillera de los Andes, en la provincia de Urubamba.

El pueblo inca pensaba que las montañas emanaban energía, de ahí que muchas construcciones estén en lo alto de montañas. Hay que tener en cuenta que en aquel entonces no había ascensores, y que probablemente el 95% de las personas que acceden aquí en un día lo hacen a través de medios motorizados.

Los enormes desniveles

Y es que la ciudad está en una montaña. Aún está considerada una auténtica maravilla de la arquitectura y de la ingeniería, puesto que es complicado salvar semejantes rampas, y sobretodo, que la tierra no cediera ya que es una zona muy húmeda. Aquí llueve mucho y constante.

Para salvar los desniveles se realizaron cientos de terrazas, que lograron afianzar el terreno. También servían para sembrar.

Los detalles de la ciudad

El templo del sol

Uno de los edificios más importantes del complejo, dedicado al sol y empleado en ceremonias del solsticio de Junio.

La Plaza principal y conjunto de las tres portadas

Con sus tres niveles de terrazas incluían viviendas y talleres.

Templo de las tres ventanas

Otro de los edificios emblemáticos, con enormes muros de bloques poligonales.

La calidad ante todo

La ciudad está llena de ellos, como la calidad de la unión de las piedras.

Las maquetas y relojes

Los incas eran una civilización avanzada para su época, de ahí las maquetas de montañas que utilizaban o los relojes solares.

Un espacio que hipnotiza

La verdad, es que es uno de los sitios que más atontado me han dejado en mi vida. Quedarte parado, simplemente observando la ciudad y los alrededores no tiene precio.

Un consejo: por la mañana están los tours con miles de personas. Quédate hasta la tarde, estarás con cuatro gatos como tú porque todo el mundo se habrá ido en sus autobuses. Creo que estaba abierto hasta las seis de la tarde.

Y otro consejo: contrata un guía, merece la pena. Yo lo hice en el momento. Me añadí a un grupo turístico y pacté el precio con el guía, saliendo inclusive más económico.

Huayna Picchu, alargando la visita

En frente de Machu Picchu se encuentra la «Montaña joven», o más conocida como Huayna Picchu. El aforo está limitado por día, así que si quieres ver algunas de las mejores vistas de Machu Picchu y de la zona deberás ir a primera hora, nada más llegar a Machu Picchu.

El recorrido… empinado, muy empinado, pero merece la pena, la recompensa es muy grande. Si no estás mal de salud es muy aconsejable, y ¡¡¡no desesperes a mitad de camino!!!

El Templo del sol y el puente del Inca

Alrededor de Machu Picchu hay rutas muy interesantes. Una de ellas, si no has podido acceder a Huayna Picchu, es ir caminando al templo del sol, justamente la montaña que está enfrente. De ahí las vistas también son impresionantes.

También puedes visitar el Puente del Inca. Desde hace años que no se puede pasar debido a su peligro, pero era un trayecto normal para los incas. El precipicio es vertical, y de cientos de metros.

Compañeros de aventuras

Cada uno de una madre diferente, Bélgica, Colombia, Alemania, Júpiter…

Curiosidades de Machu Picchu

¿Os habéis fijado de que el paisaje dibuja una cara si se gira?

Pero con me quedo, es con mi amiga:

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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Esta entrada tiene un comentario

  1. Sandra

    Es mi sueño!!! precioso lugar, me gustaría visitarlo algún día. Creo que tiene belleza y fuerza, un viaje espiritual. Saludos