Puede que esta zona separada de Microcentro por la Avenida del 9 de Julio no sea la más turística de la ciudad, y no será por falta de historia.
Aunque Congreso y tribunales no tenga la oferta gastronómica de otras zonas, es una zona ideal para pasear. Es posible apreciar la grandiosidad que llegó a tener este país en un pasado no tan lejano, el cual era uno de los más prósperos del mundo. Palacios Belle Époque, Neogóticos, Art Nouveau… cúpulas, cúpulas y más cúpulas son testigos de ello.
El palacio del Congreso
Su impresionante aspecto se debe a la inspiración tomada del Capitolio de Washington. Data de 1906, y el edificio culmina con una impresionante cúpula de 96 metros de diámetro.
Teatro Colón
Está considerado uno de los mejores teatros del mundo, tanto por su elegante diseño como por su acústica. En 2010 reabrió sus puertas, así que es posible visitarlo. En la página web del teatro Colón tenéis toda la información de espectáculos disponibles.
Edificio la inmobiliaria
Inaugurado en 1910, este edificio neo-renacentista albergaba una compañía de seguros del mismo nombre. Es de estilo neo-renacentista. Actualmente utilizado como sucursal del banco Nación. Este edificio da idea de la que fue una de las grandes potencias mundiales a principios del siglo anterior.
El Molino
Con cierto parecido al famoso Moulin Rouge parisino, este antiguo café Art Nouveau era uno de los sitios preferidos de los políticos del congreso, situado a pocos metros de distancia. Se inauguró en 1916 para celebrar el centenario de la independencia.
En 2017 gobierno nacional compró el edificio, que actualmente se encuentra cerrado. Esperemos que se le de buen uso.
El Palacio Barolo, donde el cielo y el infierno se juntan
Mención aparte merece el Palacio Barolo, y buen postre para finalizar esta entrada del blog. Se trata de uno de los edificios más fascinantes de Buenos Aires, el Palacio Barolo. Y es fascinante no sólo por su arquitectura, sino por la historia que lleva detrás.
El Palacio Barolo es un edificio de oficinas que se encuentra en la Avenida de Mayo, en el barrio de Monserrat (Congreso y tribunales), y muy cercano a otros edificios emblemáticos de la ciudad como son el Palacio de Congreso y el edificio La inmobiliaria.
El edificio es de estilo ecléctico (romántico), aunque tiene detalles del gótico y del arte islámico de la India. Esta impresionante construcción fue inaugurada en 1923. El propósito del mecenas Luis Barolo, quien ordenó construir este edificio a Mario Palanti, fue conservar los estilos arquitectónicos europeos. Luis Barolo, al igual que la sociedad de la época, estaba convencido de que Europa iba a ser destruida por las guerras, por lo que decidió conservar la esencia de los estilos de europeos en éste edificio.
Actualmente se sigue dando el mismo uso que tenía cuando se inauguró. Es decir, se utiliza como despacho y oficinas. Se puede hacer una visita guiada con la empresa Palacio Barolo Tours, y al final del recorrido te enseñan una oficina ambientada en los años 20, ya que la oficina pertenecía a su abuelo, con lo que todo el material es real. La duración es de 1 hora.
Pero en su obsesión por hacer un edificio diferente, el arquitecto Mario Palanti se basó en Dante Alighieri y su Divina comedia. Aquí es donde éste edificio se sale de lo común.
La divina comedia en el Palacio Barolo
La divina comedia narra las aventuras de Dante en su paso por el infierno, purgatorio y cielo. Y éste edificio de 22 plantas se divide en estos 3 elementos:
- La planta baja el infierno, con detalles de fuego y llamas.
- Los siguientes 14 pisos de oficinas representan el purgatorio.
- Los restantes pisos, con privilegiadas vistas de la ciudad representan el cielo.
El infierno
Obviamente es un edificio de oficinas, con lo que los detalles fueron sutiles. No es que la planta baja esté pintada de rojo, con demonios satánicos en cada esquina, pero sí que hay detalles curiosos:
- Las bóvedas del techo en la planta baja son 9, como los 9 niveles de infierno existentes en el libro.
- En el suelo hay círculos que representan las llamas del infierno.
- En las columnas hay varias esculturas de dragones, machos y hembras.
El purgatorio
Para subir a los niveles del purgatorio se puede hacer por las escaleras o unos ascensores sacados de otra época. La mayoría de ellos son visibles, aunque dos están escondidos en el interior de las columnas, de ésta manera Luis Barolo no tenía por qué cruzarse con el resto de las personas del edificio.
Otra curiosidad. Tanto Luis Barolo como Mario Palanti pertenecían a la misma logia que 600 años antes había pertenecido Dante, la «Fede Santa«. De ahí que en el edificio existan motivos masónicos, como en los ascensores, los números forman un compás, la aguja es una flor, la «A» de ascensor es Alpha…
Desde el purgatorio tenemos la visión del infierno y de los niveles de debajo:
Tocando el cielo
Y por último está el cielo, en la parte superior del edificio, con su estilo tan particular. En la punta hay una cristalera con un potente faro.
Éste enorme proyector estaba pensado para emitir señales a la ciudad, o a otras ciudades. De hecho éste edificio tiene su hermano gemelo en Montevideo, el Palacio Salvo, que también tiene otro faro. La idea era que si los dos faros emitían luz se pudiesen crear un «puente de luz» entre Buenos Aires y Montevideo. El problema es que no tuvieron en cuenta la curvatura de la tierra, por lo que estos haces de luz no consiguieron su propósito.
Luis Barolo, al igual que la sociedad de la época, estaba convencido de que Europa iba a ser destruida por las guerras, por lo que decidió conservar la esencia de los estilos de europeos en éste edificio.
Otros datos curiosos del edificio
- El edificio se construyó en tan sólo 4 años, cosa inusual para un edificio de estas proporciones.
Hasta la construcción del Edificio Kavanagh fue el más alto de la ciudad. - Se tuvo que pedir un permiso especial al ayuntamiento ya que superaba en 4 veces la altura de ordenanza municipal para construcción de edificios.
- Junto con el Palacio Salvo de Montevideo se le consideró el rascacielos latino, en respuesta a los rascacielos estadounidenses.
- Los números en referencia a la divina comedia eran algo importante para su diseñador, por lo que se decidió construirlo a la altura 1300 de la calle. Se estima que la Divina Comedia se comenzó a escribir a principios de siglo XIV, probablemente en 1303.
- En el centro del recibidor existe una estatua en donde se pensaban depositar los restos de Dante. Por diversos motivos al final no se hizo.
