Albarracín, qué ver y hacer

Albarracín, qué ver y hacer

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Albarracín, una joya en el interior de España

Siempre me había preguntado por qué Albarracín, un pequeño pueblo de la provincia de Teruel, dominaba cualquier lista de los pueblos más bonitos de España. Así que, un día que estaba cerca de Teruel, me desvié 30 kilómetros para conocer más de cerca a este pequeño pueblo de apenas mil habitantes. Y lo cierto es que me quedé maravillado.

Y los datos lo consuman. Desde 1961 es Monumento Nacional, y está propuesto para ser declarado Patrimonio de la Humanidad, ahí es nada.

¿Pero dónde se encuentra?

Se encuentra a unos 30 kilómetros hacia el noereste de Teruel. A orillas del río Guadalaviar, y rodeada de la Sierra de Albarracín al norte, y los Montes Universales más al sur. Para llegar hasta aquí sólo hay que seguir la carretera A-1512.

Poco a poco, nos iremos acercando a esta zona, muy cercana a dónde nacen algunos ríos  importantes importantes, como son el Guadalaviar, Tajo, Júcar, Cabriel y Jiloca.

A cierta distancia ya se puede apreciar la hermosa muralla, y las características casas de color rojizo (llamado «rodeno»)

Un pasado muy rico

El pueblo tiene un casco antiguo netamente medieval. Por aquí han pasado un crisol de culturas, y se nota su herencia andalusí. De hecho, su nombre proviene de Ibn-Racin, que quiere decir «El lugar de los hijos de Razin» (los reyes taifas que dominaban esta zona).

Posteriormente pasó a manos del Reyno de Navarra, siendo independiente de Castilla durante un siglo, hasta que Pedro III de Aragón la conquistó. Ya en la la Guerra Civil Española, aquí se libraron violentos enfrentamientos entre rebeldes y republicanos.

Vale ¿Pero qué ofrece Albarracín?

Lo siento, te va a tocar caminar. El centro de la ciudad es sólo para peatones, está empedrado y tiene cierta altura.

En compensación, vas a poder admirar unas casonas con aire a otra época, jalonadas con detalles de hierro forjado, unas imponentes murallas, que te trasladarán a años de conquista y reconquista, y un entorno natural realmente bello. Hay que tener en cuenta que varias de sus casas se encuentran sobre barrancos, apostando en contra de la gravedad.

Sin lugar a dudas, este pueblo merece saborearlo con tranquilidad. Disfrutar de la misteriosa calle Azagra (de donde eran los nobles navarros), de la Plaza Mayor, o de la hermosa Catedral. Que un pueblo de estas dimensiones disfrute de una Catedral da idea de la relevancia que tuvo en un pasado.

Cuestas, cuestas y más cuestas. Aún así, las mejores vistas de la ciudad

Si tras pasear por el pueblo aún tienes ganas de algo más, te aconsejo que subas hacia las murallas. Desde allí tendrás las mejores vistas de Albarracín. Existen varios recintos amurallados, que pertenecen tanto a la cultura musulmana como a la cristiana.

Es algo un poco duro, sobretodo si no estás acostumbrado/a a caminar. Pero la recompensa es una foto de postal:

Hay más murallas que rodean el pueblo, así que elije la tuya.

Camina y déjate seducir

En resumen, pasea con calma, que no hay prisa, y admira lo que ofrece esta maravillosa localidad. Y de paso, toma una cerveza y un poco del excelente queso de la zona.

Os dejo con unas imágenes. Seguro que no es la última vez que piso este municipio.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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