Bolonia, la capital de la región Emilia-Romaña, es un destino que combina a la perfección historia, arquitectura, una vibrante vida universitaria, y una gastronomía espectacular. Conocida como «La Dotta» (la erudita), «La Grassa» (la gorda) y «La Rossa» (la roja), esta ciudad tiene un ambiente especial dentro de Italia.
Un poco de historia
Fundada por los etruscos y conocida como Felsina en sus inicios, Bolonia se convirtió en un importante centro urbano bajo el dominio romano en el siglo II a.C. Durante la Edad Media, la ciudad alcanzó un gran esplendor gracias a su universidad, fundada en 1088 y considerada la más antigua del mundo. Bolonia también se destacó como una potencia comercial y cultural durante el Renacimiento, compitiendo con otras ciudades como Venecia o Florencia.
La ciudad ha jugado un papel importante en la historia de Italia, desde su participación en la unificación italiana hasta su resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Este pasado se refleja en sus imponentes edificios, museos y calles llenas de historia.
La Piazza Maggiore
El corazón de Bolonia es la Piazza Maggiore, una de las plazas más icónicas de Italia. En torno a ella se encuentran algunos de los edificios más importantes de la ciudad.
La Basílica de San Petronio
Esta iglesia monumental, dedicada al santo patrón de Bolonia, es una de las más grandes de Europa y un emblema de la ciudad. Aunque su fachada permanece inacabada, la combinación de mármol y ladrillo refleja siglos de historia y aspiraciones arquitectónicas.
En su interior, destaca la meridiana solar más larga del mundo, diseñada en 1655 por Giovanni Domenico Cassini. Este instrumento científico no solo es impresionante por su precisión, sino también por su simbolismo astronómico y religioso.
El Palazzo del Podestà y el Palazzo Re Enzo
El Palazzo del Podestà fue construido a principios del siglo XIII como la sede del gobierno local, representando el poder civil en Bolonia. Su diseño inicial es de estilo románico-gótico, con una amplia fachada que domina la Piazza Maggiore. Destaca por el Voltone del Podestà, una galería abovedada famosa por su efecto acústico que permite escuchar susurros desde las esquinas opuestas. A lo largo de los siglos, el edificio fue remodelado y ha servido para diversos propósitos administrativos y culturales.
El Palazzo Re Enzo, construido en 1245, está situado detrás del Palazzo del Podestà y lleva el nombre de Enzo de Cerdeña, hijo del emperador Federico II, quien fue prisionero en este edificio durante 23 años hasta su muerte. Es un edificio gótico con una historia más vinculada a la reclusión y al simbolismo imperial. Actualmente se utiliza para eventos culturales y exposiciones.
El Palazzo d’Accursio (o Comunale)
Este majestuoso complejo arquitectónico ha sido el centro del poder civil en Bolonia durante siglos. En su interior se encuentran importantes colecciones de arte, una biblioteca histórica y varios espacios culturales, incluyendo antiguos restos de la ciudad romana.
La entrada al espacio interior es gratuito, y merece mucho la pena. De hecho, no es extraño ver a infinidad de universitarios por sus salas.
Además, los visitantes pueden subir a su terraza para disfrutar de unas vistas espectaculares de la Piazza Maggiore y los tejados de la ciudad. La fachada, decorada con elementos renacentistas y medievales, refleja la evolución de los estilos arquitectónicos a lo largo del tiempo. Si no se quiere pagar por subir al campanario, en la planta superior, hay una sala preciosa, con una ventana con hermosas vistas a la Piazza Maggiore.
La Fontana de Neptuno
Situada en el extremo norte de la plaza, esta fuente es una obra maestra del escultor Giambologna, realizada en 1566. El dios Neptuno, con su tridente, domina el conjunto escultórico, rodeado de figuras femeninas que representan los ríos principales de los territorios gobernados por el Papa.
Además de su belleza artística, la fuente tiene un efecto óptico interesante: si la observas desde cierto ángulo, el dedo de Neptuno parece alargarse como si fuera parte del tridente, un ingenioso truco del escultor.
El Palacio Archiginnasio
El Palacio Archiginnasio es una joya arquitectónica e histórica en Italia. Construido en 1563 por encargo del cardenal Carlo Borromeo bajo las órdenes del Papa Pío IV. Este edificio fue concebido como la primera sede unificada de la Universidad de Bolonia, una institución que ya era famosa en toda Europa. De hecho, la universidad de Bolonia, está considerada la universidad más antigua del mundo occidental que sigue en funcionamiento, fundada en el año 1088.
Patio Central y Escudos Heráldicos
El patio central del Archiginnasio es un espacio elegante y solemne, rodeado por una doble galería de arcos decorados con cientos de escudos heráldicos.
Estos escudos representan a antiguos estudiantes y profesores, y constituyen un testimonio visual del prestigio y la tradición académica de la universidad. Cada escudo cuenta una historia, reflejando las alianzas, logros y estatus de quienes pasaron por estas aulas. De hecho, el Archiginnasio de Bolonia es el edificio con más escudos heráldicos del mundo, ahí es nada.
Teatro Anatómico
El Teatro Anatómico es la principal atracción del Palacio Archiginnasio. Esta sala, completamente tallada en madera, fue diseñada en 1637 por Antonio Levanti y utilizada para la enseñanza de la anatomía. Su decoración incluye figuras escultóricas de médicos famosos y estatuas de «Spellati» (figuras humanas sin piel) que ilustran la anatomía del cuerpo humano. La mesa central, donde se realizaban disecciones, está situada bajo una elaborada cúpula coronada por una estatua de Apolo, el dios de la medicina, simbolizando el conocimiento y la iluminación.
La sala sufrió grandes destrozos debido a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial en 1944, pero fue sucesivamente restaurada.
Biblioteca Comunale
La Biblioteca Comunale del Archiginnasio es una de las más importantes de Italia. Fundada en 1801, alberga más de 850,000 volúmenes, incluidos manuscritos medievales, incunables y obras raras. La atmósfera de sus salas, con estanterías de madera oscura y mesas de lectura antiguas, transporta a los visitantes a otra época. Entre sus tesoros se encuentran textos originales de grandes pensadores y científicos que estudiaron en Bolonia.
La Piazza de Santo Stefano
La Piazza de Santo Stefano es uno de los rincones más pintorescos de Bolonia, conocida también como «la plaza de las siete iglesias» debido al complejo religioso que la domina. Este conjunto arquitectónico, cuyo origen se remonta al siglo V, y su visita en Bolonia es obligatoria (además de gratuita).
En este complejo de iglesias, se encuentra la Basílica del Santo Sepulcro. Inspirada en el Santo Sepulcro de Jerusalén, esta iglesia es una joya arquitectónica que refleja la influencia de las cruzadas. Su planta circular y la decoración interior evocan un fuerte simbolismo religioso. Aquí se realizaban antiguamente ritos funerarios y ceremonias relacionadas con la Semana Santa.
Las torres de la ciudad, un New York medieval
En la Bolonia medieval, las torres eran mucho más que estructuras arquitectónicas; eran emblemas de poder, ambición y estatus. Durante los siglos XII y XIII, esta ciudad italiana, bulliciosa y vibrante, se convirtió en un «New York medieval«, con un skyline dominado por cientos de torres que se alzaban hacia el cielo. Se estima que en su apogeo, Bolonia llegó a tener entre 80 y 100 torres, aunque algunos cronistas hablan de más de 180, cada una compitiendo por destacar en el paisaje urbano.
Estas estructuras no solo eran símbolos de riqueza, sino también fortalezas privadas, diseñadas para proteger a las familias nobles en un contexto de intensas rivalidades políticas y disputas entre facciones Hoy en día, las torres son el emblema de la ciudad.
La competencia por el cielo
La competencia entre familias llevó a una verdadera «carrera vertical,» con torres que se construían cada vez más altas. La Torre degli Asinelli y la Torre Garisenda son los ejemplos más célebres que han sobrevivido hasta hoy.
La Torre degli Asinelli, con 97 metros de altura, es la más alta de Bolonia y un testimonio del poderío de sus constructores. Erigida en el siglo XII, ofrece una vista panorámica incomparable tras ascender sus 498 escalones. Su robustez y altura la convirtieron en un ícono de la competencia entre familias nobles.
La Torre Garisenda, situada junto a la Asinelli, es una torre más baja (48 metros), y se caracteriza por su marcada inclinación, que llegó a ser tan peligrosa que su altura fue reducida en el siglo XIV. Citada incluso por Dante en la Divina Comedia, destaca por su singularidad arquitectónica.
Además de estas dos, otras torres, como la Torre Azzoguidi y la Torre Prendiparte, permanecen como testigos de una era en la que los viajeros deberían alucinar. si hoy en día ya impacta su altura, no me imagino hace varios siglos.
Los pórticos
Los pórticos de Bolonia son una de las características más distintivas de la ciudad, con más de 60 kilómetros de arcos que adornan sus calles, 42 de ellos en el centro de la ciudad. Estos pórticos no solo son un elemento arquitectónico único, sino que su practicidad forma parte esencial de la vida cotidiana de los habitantes de Bolonia. En 2021, los pórticos de Bolonia fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los pórticos de Bolonia varían en estilo según la época y la zona de la ciudad. Desde los pórticos más sencillos de ladrillo en las calles medievales hasta los más elaborados, con columnas de mármol y detalles renacentistas en el centro, cada uno cuenta una parte de la historia de la ciudad. También existen pórticos de madera medievales, los cuáles le dan a la ciudad un ambiente único.
Los más famosos son los que se encuentran a lo largo de la Via Zamboni y los que conducen al Santuario de la Virgen de San Luca, con 666 arcos que atraviesan la colina, formando el pórtico cubierto más largo del mundo.
Las antiguas murallas de Bolonia: vestigios de un pasado defensivo
.Las murallas medievales de Bolonia, construidas principalmente en los siglos XII y XIII, fueron esenciales para la defensa de la ciudad. Aunque gran parte de estas murallas ha desaparecido, todavía se conservan algunos fragmentos y puertas que dan cuenta de su importancia histórica.
Las puertas de la ciudad, como la Puerta Galliera, la Puerta San Felice y la Puerta de Zaragoza, son los vestigios más destacados de este sistema defensivo medieval. Estas estructuras eran puntos clave de acceso a la ciudad y reflejan la arquitectura fortificada de la época. Hoy en día, los restos de las murallas y puertas ofrecen un vistazo al pasado defensivo de Bolonia y son una parte importante de su patrimonio histórico.
Otras iglesias destacadas
Bolonia es una ciudad rica en patrimonio religioso, con numerosas iglesias que reflejan su historia, arte y arquitectura a lo largo de los siglos. Además de la famosa Basílica de San Petronio y la emblemática Piazza Santo Stefano, que ya hemos mencionado, la ciudad alberga una gran cantidad de iglesias que han jugado un papel crucial en la vida espiritual y cultural de la ciudad.
Catedral de San Pedro
La Catedral de San Pedro (Cattedrale di San Pietro) es el principal lugar de culto de la ciudad. Situada en el centro histórico, su construcción se remonta al siglo V, aunque la estructura actual es de los siglos XII y XIII. Su interior alberga varias capillas y frescos renacentistas, y su campanario ofrece vistas panorámicas de la ciudad.
Basílica de San Domenico
La Basílica de San Domenico, construida en el siglo XIII, es famosa por ser el lugar de enterramiento de San Domingo, fundador de la Orden de los Dominicos. Destacan en su interior la capilla de San Domingo y varias obras de arte, como las esculturas de Niccolò dell’Arca. En los alrededores de la basílica, si el tiempo lo permite, es fácil ver a estudiantes reunidos o comiendo, lo que le da a la zona un ambiente especial.
Otras Iglesias Importantes
Además de estas, San Francesco, con su impresionante fachada gótica, y la Iglesia de Santa Maria della Vita, famosa por la escultura renacentista de la Pietà de los Pasi, son también piezas clave del patrimonio religioso de la ciudad.
La gastronomía y los mercados de Bolonia
La gastronomía de Bolonia es una de las más ricas y reconocidas de Italia, famosa por sus platos tradicionales y por ser la cuna de la cocina italiana en general. La ciudad es conocida por la calidad de sus ingredientes y por su tradición culinaria que se remonta a siglos atrás, ofreciendo una mezcla perfecta de sabores frescos y recetas ancestrales.
Platos Típicos
Ragù alla Bolognese: uno de los platos más emblemáticos de Bolonia es el ragù alla bolognese, una salsa espesa a base de carne (generalmente cerdo y res), cebolla, zanahoria, tomate y vino tinto, que se sirve con pasta fresca, especialmente con tagliatelle. Aunque este plato es popular en todo el mundo, en Bolonia se elabora de manera única, siguiendo una receta tradicional que ha sido perfeccionada durante generaciones.
Lasagna alla Bolognese: la famosa lasaña, hecha con capas de pasta, ragù y bechamel, también es una especialidad local que se sirve en casi todos los restaurantes tradicionales de la ciudad.
Tortellini: Bolonia es también conocida por su tortellini, pequeñas piezas de pasta rellenas, que tradicionalmente se sirven en caldo o con salsa de crema. Según la leyenda, el tortellini se inspiró en la forma del ombligo de Venus, la diosa del amor.
Mortadela: otro manjar de Bolonia es la mortadela, un embutido de cerdo aromatizado con especias y pistachos, que es reconocido mundialmente. Se sirve de diversas formas, desde en lonchas finas hasta como ingrediente en diversos platos de pasta.
¿Dónde disfrutar de estos platos?
El Mercato di Mezzo: en pleno centro histórico, el Mercato di Mezzo es uno de los mercados más antiguos de la ciudad. Aquí se pueden encontrar una gran variedad de productos locales y artesanales, además de pequeños restaurantes y puestos que sirven platos típicos de Bolonia. Es el lugar perfecto para probar algunos de los manjares tradicionales o comprar ingredientes frescos para llevar.
El marcado ambiente universitario
Bolonia es conocida mundialmente por ser hogar de la Universidad de Bolonia (Università di Bologna), la universidad más antigua de Europa, fundada en 1088. Este hecho ha convertido a la ciudad en un centro intelectual y cultural desde la Edad Media, y su ambiente universitario sigue siendo un pilar fundamental de la vida en la ciudad hoy en día.
El centro histórico de Bolonia está marcado por la presencia constante de estudiantes de todo el mundo, lo que le da a la ciudad una atmósfera joven, dinámica y cosmopolita. Los estudiantes no solo llenan las aulas de la universidad, sino que también son una parte esencial de la vida cotidiana en la ciudad, contribuyendo al ambiente animado de sus calles, cafeterías, bares y restaurantes. De hecho, se estima que durante las clases, alrededor de un 25% de la población son estudiantes.
Los alrededores de la ciudad
Bolonia no solo ofrece un rico patrimonio en su centro históricos, sino también en sus alrededores, donde los visitantes pueden disfrutar de una variedad de actividades que combinan el amor por el motor, el arte y la naturaleza.El Valle del Motor: Para los Amantes de los Coches
Subida al Santuario de la Virgen de San Luca: arte y hermosas vistas
Para aquellos que buscan una experiencia tranquila y panorámica, el Santuario de la Virgen de San Luca, situado en lo alto de una colina, es el destino perfecto. El santuario es conocido no solo por su significado religioso, sino también por las impresionantes vistas que ofrece de Bolonia y sus alrededores.
Desde el centro de Bolonia, se puede llegar al santuario a través de un recorrido de 666 arcadas, que conforman el pórtico cubierto más largo del mundo. Esta subida, es ideal para aquellos que deseen disfrutar de un entorno pintoresco. Además, en la cima, el santuario alberga una imagen de la Virgen de San Luca y una serie de frescos que convierten la experiencia en una combinación de arte, espiritualidad y belleza natural.
Una vez se llega al santuario, este tiene unas hermosas vistas de la ciudad y de las montañas de la provincia. Eso sí, habrá que tener una forma física decente para llegar hasta arriba.
El Valle del Motor: Para los Amantes de los Coches
Para los entusiastas del automovilismo, el Valle del Motor es un destino ideal. Ubicado a las afueras de Bolonia, esta área alberga varias fábricas y museos dedicados a la industria automovilística, destacando marcas icónicas como Ferrari, Lamborghini y Maserati.
Los visitantes pueden recorrer los museos y talleres, descubrir la historia de estos legendarios fabricantes de automóviles y, en algunos casos, disfrutar de pruebas de conducción.
Los siete secretos de Bolonia
Bolonia también esconde varios «secretos» que pocos conocen. Estos lugares, detalles y curiosidades forman parte de la esencia de la ciudad, y explorar estos “secretos” añade una dimensión especial a la visita. ¿Un dedo que parece un pene? ¿Unas flechas clavadas en un pórtico? ¿un balcón con un diablo?
No te voy a decir cuáles son, y para eso te aconsejo que hagas un tour por la ciudad. Bueno, para no dejarte así, te voy a hablar sobre La Finestrella.
La Finestrella es una pequeña ventana en la calle Via Piella 18, que ofrece una vista a un antiguo canal . Esta ventana es famosa por su aspecto romántico. Es un rincón fotogénico, aunque tampoco es para tanto. Como curiosidad, Bolonia tuvo una red de canales en su pasado, que desempeñaron un papel crucial en la historia de la ciudad. Estos canales fueron fundamentales tanto para el comercio como para el abastecimiento de agua. A lo largo de la Edad Media y hasta los siglos XVII y XVIII, los canales ayudaron a conectar diferentes partes de la ciudad y a facilitar el transporte de mercancías, especialmente productos como la sal y el grano, que eran esenciales para la economía local.
Aunque hoy en día la mayoría de los canales han sido enterrados o cubiertos para dar paso al crecimiento urbano, los vestigios de estos antiguos canales, como en el caso de La Finestrella, aún pueden ser observados por los visitantes que desean conocer este aspecto oculto de la historia de Bolonia.
Disfruta paseando
Y para terminar, y como siempre digo, la mejor manera de conocer una ciudad es paseando. Y más si es una ciudad agradable, como es el caso. Un Casco histórico medieval excelentemente conservado, ambiente juvenil,cultura, una de las mejores gastronomías del mundo… ¿Qué más se puede pedir?