Florencia y el Síndrome de Stendhal
Supongo que si tuviera que resumir Florencia en una sola palabra esta sería «belleza». Y es que la ciudad es un museo al aire libre que rivaliza con las mejores ciudades de Europa.
Stendhal lo sufrió en sus propias carnes en el siglo XIX. Y es que el exceso de belleza de la ciudad le produjo un elevado ritmo cardiaco, vértigo, confusión e incluso alucinaciones. Hoy en día a este fenómeno se le llama Síndrome de Stendhal o de Florencia.
Fuera ya de exageraciones y chascarrillos, estoy convencido en que Florencia no tiene nada que envidiar a los otros dos grandes focos turísticos de Italia: Roma y Venecia. De hecho el centro histórico de la ciudad fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1982.
El exceso de belleza de la ciudad le produjo un elevado ritmo cardiaco, vértigo, confusión e incluso alucinaciones
¿Dónde alojarse?
Alojamiento: Firenze Plus Hostel
Precio: 15 euros noche en habitación de cuatro personas, desayuno no incluido.
Apuntes: un muy buen hostel, cerca de la estación de tren y del centro. El concepto es diferente a cualquier otro hostel que conozca. Sirven cenas, tiene terraza con club, piscina cubierta, sauna… y lo importante, las habitaciones están muy bien. Muy recomendable si no te importa estar en un hostel con Erasmus.
Basílica de Santa Maria del Fiore
Quizás por los regueros de gente que van en esa dirección o tal vez por la enorme cúpula que se divisa desde infinidad de lugares, pero lo que está claro es que el viajero es atraido irremediablemente a la catedral de Florencia.
Y la recompensa no puede ser mejor, una de las catedrales más bellas que he visto en mi vida. La catedral de Santa María de los Flores es una obra maestra del arte gótico y del renacimiento.
La característica más reseñable de la catedral es su enorme cúpula renacentista proyectada por Filippo Brunelleschi. 114 metros de altura que vigilan la ciudad y que recuerdan el poderío de la ciudad en la época medieval. Para elaborar semejante cúpula tanto Brunelleschi como Leonardo da Vinci tuvieron que diseñar grúas especiales.
La catedral, como en toda la región de la toscana se compone de varios edificios adyacentes. Además de la catedral está el campanario o campanille y el baptisterio, todos hechos de mármol.
Ponte vecchio – El puente viejo
El Ponte vecchio (puente viejo) es otro de los puntos más turísticos de la ciudad. Un puente en el que sus características tiendas sobresalen de la propia estructura del puente. Desde hace siglos los joyeros venden su material en el puente, en detrimento de los peleteros, que eran los que originalmente tenían sus puestos aquí. En todos los lugares la pela es la pela. De origen medieval fue el único que sobrevivió a la segunda guerra mundial.
Aquí se puede ver los estragos de la guerra en el famoso y moderno puente Rubaconte:
Palazzo vecchio y piazza della signoria
Si lo tuyo no son las iglesias, quizás es mejor que vayas a la la Piazza della Signoria. Esta es la plaza mayor de Florencia, y aquí se encuentra la fuente de Neptuno, la Loggia dei Lanzi y el ya nombrado Palazzo Vecchio (viejo). El palacio tiene casi 700 años, y aún conserva su funcionalidad de ayuntamiento. Su alta torre llamaba a los ciudadanos a la asamblea.
En la plaza se pueden admirar varias esculturas, entre ellas una réplica del David de Miguel Ángel. El auténtico se encuentra en la Galleria dell’academia, con un precio de entrada un poco desproporcionado. Si no tienes ganas de pagar por entrar en el museo te puedes hacer una idea con esta réplica. Los puristas me matarán por esto, pero es que en Florencia las entradas no son nada baratas.
Sinceramente a mi no me gustan las esculturas clásicas en particular, pero el David es una auténtica pasada. Los músculos, las venas, los huesos, las características manos enormes… eso sí, se podría haber esmerado un poco más en el pen… ¿Miguel Ángel tenía algún complejo?
Piazza della Repubblica
Otra de las plazas más importantes de la ciudad. Me recordó muchísimo a la Plaza del comercio de Lisboa.
Piazzale Michelangelo
Probablemente las mejores vistas de la ciudad se encuentren al otro lado del río Arno, en esta famosa plaza. Un consejo, la mejor hora es al atardecer, cuando el sol se está poniendo en el horizonte y disminuye la luz sobre la ciudad.
Otros edificios religiosos
Florencia está plagada de edificios reseñables y de gran valor arquitectónico. Merece la pena darse una vuelta por Florencia y admirar las iglesias Santa Croce, Santa Maria Novella o la Basilica de San Lorenzo, como se puede apreciar en sus respectivas fotos.
Pero no solamente hay espacio para el cristianismo. en el centro histórico se encuentra el Templo Mayor Israelita, una curiosa sinagoga judía. En los alrededores de la misma hay tiendas que venden comida kosher.
¿Es todo tan bonito e idílico?
Lo cierto es que Florencia es una ciudad excepcional. Sin embargo hay que tener mucho cuidado con el combinado típico de aquí, el negroni, una mezcla de ginebra, vermut rojo y Campari, es decir, un pelotazo en toda regla que hará que no recuerdes ni en qué país estás 🙂
Aalucinante David, me ha gustado mucho tu reportaje de Italia. Un saludo
Hola Luis, me alegra que te gustara el reportaje, seguiré escribiendo, este mes iré a Irlanda (Dublín), así que tocará actualizar el blog.
Saludos!