Milán – Milano

Milán – Milano

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Hace un par de semanas estuve unos días en Italia, concretamente en Milán, «la ciudad de la moda». Una ciudad en donde la creatividad es un buen negocio, donde la imagen es importante y la ciudad lleva un ritmo alto.

Sin ser la ciudad de mi vida, hay algún sitio de innegable belleza, como la mundialmente famosa catedral, realmente espectacular.

Sin más dilación… aquí va la crónica de Milán.

  • Alojamiento: Mio Hostel
  • Precio: 20 euros la noche + desayuno + cena (habitación 4 personas)
  • Apuntes: un poco alejado del centro, pero bien comunicado. Las instalaciones son más parecidas a un hotel. Sitio correcto, con desayuno y cena de batalla. Por el precio no se puede pedir mucho más.

El inicio de la visita, la catedral de Milán

Para visitarla os daré dos consejos:

  • Tour gratuito: la empresa freetour ofrece tours «gratuitos» (se deja la voluntad) de 3 horas a pie por la ciudad. Es la mejor manera de iniciarse en los recovecos de la ciudad y sus historias. Entre esas historias se encuentran varias acerca de la catedral. Eso sí, te aconsejo que lo reserves online, hubo gente que se quedó fuera.
  • Visitas: Milán es sinónimo de colas, así que si tienes intención de subir al tejado de la catedral (9 ), o entrar dentro de la misma. Es cierto que sale más caro por la comisión que cobran, pero os puedo asegurar que pagar 1-2 euros de más bien merecen la pena para evitar 1-2 horas de cola.

Bueno, al lío 🙂

Si hubiese que elegir algún sitio sobre los demás para visitar en la ciudad sin duda ese sería la Piazza del Duomo (plaza de la catedral). En ese amplio espacio la fachada del edificio es omnipresente. Y su belleza también.

Este templo data de 1386, en una zona que por aquel entonces ya era el centro de la ciudad. Cuando se comenzó su construcción se consideró una obra inviable, tanto por las dimensiones del mismo (puede albergar a 40.000 personas) como por la logística que había que emplear. De hecho para su construcción se desarrollaron canales especiales para poder traer a Milán ese mármol rosado tan característico.

Las cifras de la catedral son impactantes: casi 500 años para terminarla, 108 metros de altura, capacidad de hasta 40.000 personas, alrededor de 3.000 estatuas, etcétera etcétera. Aunque lo realmente importante es deleitarse con su majestuosidad.

para su construcción se desarrollaron canales especiales para poder traer a Milán ese mármol rosado tan característico

La cantidad de sus detalles hace que seamos conscientes del volumen del esfuerzo y trabajo que hay en estos siglos de historia. Un ejemplo está en su puerta principal, que al igual que toda la catedral está dedicada a la Virgen María. Se ha puesto de moda tocar la pierna de Jesús apresado y su carcelero, así que la veréis muy brillante:

Eso sí, os recomiendo subir a tejado y admirar desde arriba la elegancia de la catedral y la plaza.

Cómo ya podréis imaginar, con 3.000 estatuas hay imágenes de todo tipo: desde asesinatos a escenas sagradas, pasando por las que pongo aquí abajo: la estatua en la que se basó la estatua de la libertad, un lagarto, o la última estatua puesta en el duomo, ya en el siglo XXI.

En uno de los lados de la plaza de la catedral se encuentra la Galleria Vittorio Emanuele II, otro de los estandartes de la ciudad. Y si estamos hablando de una ciudad en donde la moda forma parte de su ser, esta se puede considerar su máxima representación.

La estructura neoclásica de hierro y cristal en forma de cruz, es mucho más que un centro comercial. Por un lado define el itinerario desde la Piazza del Duomo hasta la Piazza di Marino y la entrada al famoso Teatro alla Scalla (La Scala). Pero por otro lado las mejores marcas de moda exponen sus tendencias en esta galería, con un punto en común: en la fachada su rótulo debe ser negro con letras en oro. Elegancia ante todo.

Por la zona se pueden comer unos alucinantes panzerotti (calzone de la zona de Puglia) en Luini (Via Santa Radegonda, 16). Hay bastante cola, pero va rápido y son baratos.

El castillo: Castello Sforzesco

El Castillo Sforzesco (de la familia Sforza) data de 1368 y fue construido con propósitos defensivos, de ahí su robustez. Ahora alberga varios como el museo de arte antiguo, el museo egipcio, el museo de prehistoria, el museo de artes decorativas, el museo de instrumentos musicales…

Estos museos son de pago, sin embargo, entrar en el interior del castillo y pasear por sus patios es gratuito.

La antigua ciudad

Antes hemos comentado que los tours «gratuitos«por la ciudad son interesantes. Mediante estos tours puedes ir a sitios que las guías se quedan en lo superficial.

Uno de los sitios que más impacta en la ciudad es la Iglesia de San Bernardino alle Ossa. Y es que la Iglesia es un templo que se diferencia del resto debido a la macabra decoración de una de sus estancias, compuesta a base de huesos humanos (no se encuentra en la nave principal, sino en una habitación aparte). Sí, has leído bien, las paredes están decoradas con calaveras y huesos que conforman figuras:

la Iglesia es un templo que se diferencia del resto debido a la macabra decoración de una de sus estancias, compuesta a base de huesos humanos

Pero hay otros sitios menos tétricos y cercanos, como la Universidad de letras de Milán (Università degli Studi di Milano), que en el medievo, cuando los métodos de cura eran sangrías y rezos fue uno de los hospitales más avanzados del mundo:

El origen de la bancarrota – Piazza Mercanti

Un sitio con un encanto especial, libre de las grandes masas de gente, es la Piazza Mercanti,  pintoresca plaza situada a escasa distancia del Duomo. Durante la Edad Media la plaza constituía el centro comercial y gubernamental de Milán.

De hecho si algún comerciante tenía problemas de pagos con su puesto, era en este punto donde se le juzgaba, y en caso de que la pena fuera que ya no pudiese ejercer en la ciudad, se le rompía su banca o puesto. De ahí el origen de la palabra bancarrota.

Navigli – el barrio bohemio

Las ciudades con un cierto renombre suelen tener su barrio bohemio. En el caso de Milán es Navigli, el cual recibe el nombre de los canales que lo atraviesan.

¿Canales? sí, has leído bien. Milán era una ciudad de comercio, y los canales contribuyeron en su enriquecimiento. Posteriormente, y con el avance de los tiempo y de las tecnologías, estos dejaron de tener sentido, aunque se conservaron un par y la dársena para el deleite de los ciudadanos.

Ahora el barrio está lleno de terrazas y bares donde tomar el típico spritz, el famoso aperitivo milanés (una especie de buffet libre por el precio de una copa), o salir de fiesta.

En la zona también hay unos cuántos sitios interesantes que visitar, como el mercado de barrio (último domingo de cada mes), la curiosa basílica di San Lorenzo Maggiore o las columnas romanas de San Lorenzo.

Curiosidades de la ciudad

Para finalizar con Milán os voy a dejar con algunas de las curiosidades de la ciudad. Espero que os gusten:

Tranvías de todos los gustos, sabores y colores:

La moda es importante en la ciudad, aunque hay conjuntos de dudoso gusto:

Eso sí, las tiendas dan lo mejor de sí, si hace falta metiendo coches dentro de las tiendas, o lo que haga falta:

Luego están los cochecitos típicos italianos. En el caso de los carteros, llevados a la máxima expresión:

Las esculturas

Por último no quería acabar esta entrada sin mencionar a las estatuas y esculturas que hay en la ciudad, que son de lo más curioso. Desde gente con espadas clavadas en la cabeza, a esculturas en la bolsa de Milán haciendo una peineta a todos los ciudadanos, pasando por manzanas de Apple «curadas». Supongo que si el escudo de tu ciudad es una serpiente comiendo a un hombre es normal.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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