Euskadi – Bilbao / Bilbo

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Bilbao, esa rana que se volvió príncipe

Hace  muchos años que tengo una relación amor – odio con Bilbao (Bilbo en euskera). De hecho, la conozco desde que era niño. Aún  recuerdo la primera imagen que tuve de la ciudad, cuando con cuatro años viajé con mi madre. Tengo recuerdo de una ciudad realmente oscura, gris y poco acogedora. Esa fue la parte de odio.

Lo cierto es que el tiempo pasa, y en el caso de Bilbao, para bien. La ciudad más poblada de Euskadi pasó de ser un enorme agujero de industria pesada, a ser uno de los referentes turísticos europeos del siglo XXI. Y lo cierto es que para hacer esta transformación se requiere un esfuerzo enorme.

La rana se convirtió en un hermoso príncipe, y parece que el cuento va a tener un final feliz. Al final la relación de amor – odio, pasó a ser una relación buena, realmente buena. Os dejo con algunos de los iconos de la ciudad.

El Museo Guggenheim, el detonante del turismo en la ciudad

Todo fue muy rápido, y tuvo una serie de hitos importantes:

  • En 1991 las autoridades públicas y los directivos de la Fundación Guggenheim comenzaron las negociaciones.
  • A finales de 1991 ya había acuerdo.
  • En 1992 se seleccionó el proyecto del famoso arquitecto Frank Gehry.
  • Cinco años después, en 1997, se inauguró el museo que revolucionó la ciudad.

Actualmente el museo genera un enorme impacto económico, no sólo en la ciudad, sino en los alrededores. Se estima que ese impacto supera los 500 millones de euros cada año. Pensando que su construcción costó unos 130 millones de euros, ha sido un acierto enorme.

Tan sólo un año después de su inauguración, en 1998, se incremento un 27% en el número de turistas. Aparecieron nuevos mercados tan comunes ahora como el japonés o israelí. Por otro lado se incrementaron un 55% las visitas de norteamericanos y de un 30% de europeos. Se hizo una apuesta grande, y se acertó de lleno.

Además de los curiosos que se acercan a ver su estructura, más de 1 millón de personas visitan el museo cada año. El Museo Guggenheim Bilbao alberga una exposición permanente perteneciente a la fundación Guggenheim, y varias itinerantes.

Pero sin lugar a dudas lo que más llama la atención es su silueta metálica. Sus colores cambian a medida que la luz del sol se refleja en las curvadas placas de Titanio.

Curiosamente en los alrededores hay dos animales muy diferentes entre sí, casi parecen el yin y el yang. Por un lado una araña de 9 metros de altura que Louise Bourgeois dedicó a su madre (la obra se llama «mamá«), ya que ella también era tejedora. Si hago yo lo mismo con mi madre me mata.

Por otro lado un enorme Terrier de 12 metros llamado Puppy, que es el guardián del museo. Lo creó Jeff Koon, mide 12 metros y está recubierto de flores que son regadas con un particular sistema.

La ría de Bilbao

Bilbao tiene una carencia de zonas verdes importante. De hecho tiene una de las medias más bajas de todas las capitales de España.

Para suplir esta carencia, se ha vuelto a mirar a la ría (conocida también como ría del Nervión). Ya no es esa zona gris de los años 80, donde la industria pesada era quien imponía la ley. Ahora es una zona más de esparcimiento dentro de la ciudad, perfecta para pasear y hacer deporte.

En todas las poblaciones existen separaciones entra las clases sociales. En un pasado cercano, en Bilbao estaban determinadas por los márgenes de la ría: mientras que la margen izquierda era obrera, la margen derecha era residencial y burguesa. Estas características han cambiado enormemente tras las planificaciones urbanísticas y la subida generalizada de los precios de la vivienda.

Actualmente es una gozada poder pasear por toda la ribera. Por aquí se pueden observar algunos de los puntos más importantes de Bilbao. Entre estos puntos se encuentran el Mercado de la Ribera, el Teatro Arriaga, el Ayuntamiento y el paseo del Campo de Volantín.

El casco viejo y las siete (benditas) calles

Bilbao tiene cerca de 350.000 habitantes. Con sus alrededores, lo que normalmente se llama el «Gran Bilbao«, roza el millón. Como curiosidad, comentar que Bilbao no tiene el título de ciudad, sino de villa: «Muy noble y muy leal e invicta villa».

El centro de la ciudad no es grande, por lo que es muy fácil de transitar caminando. La ciudad se fundó hace unos 700 años, y a partir de ese momento no ha parado de crecer.

En los inicios de la villa, ésta estaba rodeada de murallas, con tres calles paralelas. Con el transcurso de los años fue necesario derribar las murallas y trazar cuatro calles más perpendiculares a la Ría. En total siete calles originarias, que hoy en día se las conoce como las Siete Calles – Zazpikaleak.

Desde 1979 la zona es peatonal y el gran reclamo tanto para turistas como oriundos. Actualmente se trata de una zona de ocio y comercio de 240.000 metros cuadrados, con cientos de establecimientos comerciales, bares y restaurantes.

Merece la pena perderse tranquilamente por sus calles. Es más, diría que es imprescindible pasear y disfrutar del ambiente, tiendas y bares. Los pintxos son una religión, así que aprovecha.

En total siete calles originarias, que hoy en día se las conoce como las Siete Calles – Zazpikaleak.

Las nuevas estructuras

Al igual que en Barcelona los Juegos olímpicos marcaron el pistoletazo de salida para reconstruir la ciudad, en Bilbao fue el Museo Guggenheim.

Un claro ejemplo es la ribera de la ría, donde vemos obras de algunos de los arquitectos más famosos del mundo. Se podría considerar como un pequeño museo al aire libre.

Un ejemplo es la «Isozaki Atea – puerta Isozaki«. Se trata de unos edificios de viviendas y oficinas diseñados por el arquitecto japonés Arata Isozaki. Pretenden ser una entrada al ensanche, salvando el desnivel existente con la ría. La foto de abajo está hecha desde el puente Zubizuri, del polémico Santiago Calatrava:

Pero el sinfín de ejemplos no acaba: puertas de metro del aclamado Norman Foster (y llamadas Fosteritos), enormes torres, estatuas de Chillida

La nueva catedral del fútbol

Si bien la catedral gótica de Santiago es humilde…

…nada tiene que ver con la otra catedral. ¿Y cuál es esa catedral? pues la de una  religión llamada fútbol. En Bilbao este templo de adoración de 11 jugadores en pantalón corto persiguiendo una pelota, se llama San Mamés.

El estadio puede albergar cerca de 55.000 espectadores, y es realmente alucinante. Aunque sea la sede del Athletic de Bilbao, está pensado para celebrar diferentes acontecimientos como conciertos del más alto nivel.

La gastronomía

Comer mal en Bilbao es un crimen. Y su máxima exposición, al igual que en ciudades cercanas como Donostia – San Sebastián o Pamplona – Iruña, son los pintxos. Uno de los sitios más típicos para tomar estas miniaturas gastronómicas es la plaza nueva. Allí encontrarás muchos bares, como La Olla, El Zuga o el Gure Toki. Sin embargo, cada vez es una zona más turística, con todo lo que ello implica.

Otro sitio muy habitual para tomar pintxos es el Café Iruña. Con sus 100 años es un clásico en la ciudad. Las colas para pedir los contundentes pintxos morunos lo avalan.

Las calles Jardines y Santa María también tienen sitios bien interesantes, como Con B de Bilbao o el Irrintzi. Las famosas «Cocretas» del Txiriboga tampoco deben faltar en esta zona. De hecho se trata de uno de los bares con más solera del Bilbao más auténtico.

El remodelado mercado de la Ribera también merece una visita. La zona de restauración, aunque bastante turística y concurrida, tiene buenos pintxos.

La cantidad de sitios es inabarcable, así que os invito a que lo descubráis por vuestra cuenta. Un consejo, preguntad a los camareros cuáles son las especialidades.

El ocio y las fiestas

Bilbao tiene unas posibilidades para el ocio importantes. Desde paseos por la Ría para despedidas de solter@, a exposiciones culturales.

En Agosto se celebran sus fiestas grandes. La semana grande o aste nagusia. Son unas fiestas que a mí me encantan, por su mezcla de fiesta callejera y popular. Casi toda la fiesta se hace en la calle, en las denominadas txoznas, unas enormes carpas decoradas para la ocasión. Hay txoznas de todo tipo, desde políticas a otras implicadas con movimientos LGTB, o simplemente culturales.

Sin embargo la cantidad de eventos durante el año es enorme. Desde conciertos en míticas salas como el Kafe Antzokia o el Azkena, a festivales a nivel internacional como el BBK live.

Algunas zonas interesantes para salir:

  • Casco viejo y Bilbao la vieja: zona diurna para poteo (ir a tomar tragos) y pintxos.
  • Pozas e Indautxu: pintxos y en la zona de las galerías Urquijo de Indautxu, alguna zona para quedarse más tarde.
  • Ledesma, Jardines de albia y Mazarredo: zona para disfrutar tanto de día como de noche.
  • Muelle Marzana: la zona modernilla de la ciudad.

Una visión panorámica

Si quieres ver Bilbao de otra manera, te aconsejo que te acerques al mirador de Artxanda. Es muy fácil de llegar desde el centro, desde el ayuntamiento de Bilbao hasta la estación del funicular, cerca de Matiko, sólo hay 10 minutos andando.

Además el precio es el mismo que el de un billete de metro. Tras pagar el tique para el tren cremallera, podrás disfrutar de unas tremendas vistas de la ciudad.

Las playas

Bilbao no tiene playa. Sin embargo, puedes acercarte en metro a algunas playas bastante interesantes por la zona de Getxo. Uno de estos sitios es Barinatxe, también conocida como La Salvaje, cerca de la parada de metro de Sopela.

Lo que aún falta

La ciudad ha mejorado muchísimo, pero hay un par de cosas que se echan en falta. Por un lado son más espacios verdes, ya que es una de las ciudades  con más falta de ellos. Lamentablemente es muy complicado porque no hay más sitio.

El segundo punto está muy relacionado, y son los precios de los pisos. Tanto el alquiler como la compra es son muy caros. Al haber poco espacio hay mucha demanda, y se disparan los precios. Un problema para la gente que vive en la ciudad, ya que pierde poder adquisitivo.

Curiosidades de la ciudad

Os dejo con alguna pequeña curiosidad de la ciudad.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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Esta entrada tiene 5 comentarios

  1. Gora gure jaiak

    ¡Las mejores fiestas del mundo si es que los de Bilbo somos la ostia!

  2. Mariano Lozano

    A mí me encanta Bilbao y quizás lo que más, pasear por el casco viejo. Aunque hay zonas que están algo degradadas, las cercanías del museo y el paseo junto al río son magníficas.

    La gente de Bilbao es excepcional, claro que siempre tienes a los que dan miedo, pero si vas a tu aire lo disfrutas bien, bien.

    Si vas a Guernika puedes dar magníficos paseos con la bici en la orilla de uno de los lugares más bellos del norte, la reserva de Urdaibai y tomar el camino a Elantxobe. Y si tienes lo que hay que tener, te haces en bici la bajada al pueblo y, sobre todo, la subida de vuelta 😀

    Pásalo bien, qué envidia me das a 10.000 km de allí.

    SAludos expatriados desde el 20minutos
    Mi Ciénaga

  3. La niña mala

    Bilbao es una ciudad increíble!! Una entrada estupenda y unas fotos muy chulas!!

  4. David

    Muchas gracias niña mala, y sobre Bilbao que decir, que es una gran ciudad se mire por donde se mire. Creo que seguiré tu Blog, ya con el nick te aseguras la visita jaja. Un saludo.

  5. David

    Hola Mariano. Lo de Urdaibai habrá que probarlo porque el sitio es espectacular, así que en bici se tiene que disfrutar muchísimo. Gracias por tu aportación.