Girona, capital medieval de Cataluña

Girona, capital medieval de Cataluña

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Es evidente que Girona rebosa encanto. Se trata de una ciudad de un tamaño humilde, rozando los 100.000 habitantes, y que guarda muchos tesoros en su interior.

Quizás no tenga grandes edificios de grandes arquitectos. Puede que no sea la ciudad más cosmopolita de Cataluña, pero tiene un patrimonio histórico envidiable.

Sus orígenes se remontan a los romanos, el nombre proviene del latín Gerunda. Desde ese tiempo varias culturas han dejado su impronta por aquí. Desde romanos a musulmanes, pasando por judíos.

Y es que pasear por su casco antiguo (Barri Vell) es un placer, no hay mucho más que decir. Un centro histórico excelentemente conservado, con herencias románicas, góticas, judías y árabes. Y por supuesto, muy catalán.

De hecho la archiconocida serie de Juego de Tronos la ha elegido varias veces para rodar escenas medievales. Será por algo.

La Catedral de Santa María

El edificio más importante de la ciudad, y por supuesto, del centro. Influencias góticas, románicas, renacentistas y barrocas, ahí es nada. Subir hasta arriba por su escalinata y contemplar la ciudad es algo que cualquier turista no debería perderse.

Las iglesias y monasterios

El monasterio de San Pedro de Galligans, la capilla de San Nicolás o la Basílica de San Félix, son algunos de los ejemplos. Girona conserva su estructura medieval. Se puede apreciar perfectamente en las estrechas callejuelas de la judería, o en la cantidad de iglesias y monasterios que tiene.

Casonas medievales

Otro de los aspectos más destacables son sus enormes casonas medievales y palacios. Si tienes suerte quizás puedas visitar los patios, por ejemplo en la festividad temps de flors, que luego hablaré de ella.

Las murallas, un bonito paseo

Uno de los paseos más interesantes por la ciudad es el que se puede realizar por las murallas, quizás las mejores vistas de la ciudad estén aquí. Se trata del camino de ronda de las antiguas murallas carolingias (siglo IX) y del bajo medievo (siglos. XIV y XV).

La judería

Entre las estrechas callejuelas del entramado histórico, se encuentra la judería (el call). Hasta finales del siglo XV vivió una comunidad de judíos.

Lo cierto es que el estado de conservación de las calles es excelente. De hecho está considerada una de las juderías mejor conservadas de Europa. En la antigua sinagoga se encuentra el centro de estudios y Museo de Historia de los Judíos.

Callejeando

y es que la mejor manera de conocer la ciudad es callejeando. todo un lujo por la cercanía de todos los espacios. De esta manera podrás llegar a los mal llamados baños árabes, que en realidad son de estilo románico 🙂

El río Oñar, vaya postal

Aparte de la catedral y la judería el otro punto fuerte de la ciudad es el río Oñar y sus famosas casas colgantes. La ciudad está dividida por el río, por lo que los puentes jugaron un papel esencial en el desarrollo de la ciudad. Actualmente no existen puentes medievales, pero la perspectiva desde ellos bien merece acercarse. No miento, aquí están las pruebas:

Las festividades de Girona

Girona es una ciudad apacible y tranquila, pero hay dos fechas señaladas en el calendario. La primera, sus fiestas patronales Fires i festes de Sant Narcís (Ferias y fiestas de San Narciso), que cae el 29 de octubre. Lamentablemente no he estado, pero mucha gente me ha dicho que son las fiestas más animadas de Cataluña. No sé si será verdad ¿alguien me invita?

La otra festividad, temps de flors (tiempo de flores), se celebra en Mayo. Es aquí cuando las casas de la ciudad se engalanan con flores y los patios de los palacios son abiertos al público. Miles de personas se acercan a visitar la ciudad, que si ya es bonita de por sí, se viste con sus mejores galas.

Se trata también de un concurso, así que existe una rivalidad para ver qué casa tiene mejor diseño o es más original. Curiosamente en esta ciudad medieval esta es una celebración más reciente, de alrededor de 1955.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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