Tallin, la ciudad medieval por excelencia en el Báltico
Al norte de Europa se encuentra una de las ciudades medievales más bellas de Europa. Tallin es la capital de la República de Estonia, y una población realmente hermosa. Además, su tamaño cercano al medio millón de habitantes, es ideal para realizar una visita de un fin de semana. Además, al igual de sus vecinas Vilna y Riga, es patrimonio de la humanidad por la Unesco ¿Me acompañas a descubrir esta fascinante población?
¿Cómo llegar? Tierra, mar y aire
Existen infinidad de formas de llegar a esta ciudad. Puede que la manera más rápida de llegar hasta aquí sea en avión. Compañías como AirBaltic tienen vuelos directos entre España y Estonia.
Por otro lado, hay personas que eligen venir en crucero. Estos enormes mastodontes de acero que navegan por el mar Báltico, normalmente se acercan al Golfo de Finlandia y hacen paradas en Helsinki, Tallin y San Petesburgo, a poca distancia unas de otras.
En mi caso, lo hice de la manera más humilde, llegué a la ciudad desde Vilna mediante un autobús nocturno de la compañía Lux Express. «Humilde» entre comillas, puesto que el autobús era muy cómodo, con máquina de té y café, Wifi, o pantalla de televisión individual en cada asiento. Sorprendentemente los precios no eran nada caros para las 9 horas de viaje que duraba el trayecto: 11 euros.
¿Dónde dormir?
- Alojamiento: Old Town Alur Hoste
- Precio: 10 euros en habitación compartida para 6 personas.
- Apuntes: hostal muy céntrico y limpio. Sin embargo, las paredes son de papel, con lo que se oye absolutamente todo.
Comenzamos la visita en la plaza del ayuntamiento (Raekoja plats)
En el corazón de esta antigua ciudad amurallada se encuentra la bella Plaza del Ayuntamiento (Raekoja plats). Esta es una plaza muy animada, con puestos de artesanía e infinidad de restaurantes, y con una de las farmacias más antiguas del mundo (Farmacia Burchart o Raeaptee).
Pero sin duda, lo que más llama la atención es el estilizado ayuntamiento de estilo gótico. Su Torre, con sus 64 metros de altura apunta directamente al cielo. Me imagino que debieron sentir la gente del medievo cuando en 1404 se terminó semejante obra. El chapitel fue reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial. Durante el verano está abierto al público, y es posible visitarlo.
De todas formas, la plaza es una auténtica maravilla. Aunque se pague algo más, merece la pena tomarse algo en cualquiera de sus terrazas y ver pasar a la gente.
Las murallas
Como tantas y tantas ciudades europeas, el centro de Tallin está amurallado. Originariamente Tallin era un auténtico bastión, con 35 torres de vigilancia de las cuales se conservan 25. De hecho, se siguen conservando 2 kilómetros de muralla, que da forma al centro histórico. Dentro de la muralla, hay varios puntos de interés.
La puerta Viru
Se trata de una de las dos puertas de la ciudad, y divide la ciudad antigua de los edificios ultramodernos de oficinas de sus alrededores. La puerta se compone de dos torres circulares que datan del siglo XIV.
Kiek-in-de-Kök y los túneles del bastión
Se trata de la puerta sur de la ciudad. Su nombre proviene del alemán, y quiere decir algo así como «vigilante de la cocina». Cuenta la leyenda que el nombre viene dado porque desde su altura de Actualmente la torre alberga un museo donde se exhiben los orígenes de Tallin, y varios actos bélicos de relevancia desde el siglo XIII al XVIII.
Torres de Nunna, Sauna y Kuldjala
Entre estas torres se encuentra de la zona de la muralla en la que es posible pasear. El precio no es caro (2 euros), aunque, si hay que elegir, creo que es más espectacular ver la ciudad desde cualquiera de sus miradores.
Torre Margarita la gorda (Paks Margareeta)
Una de las torres más impresionantes es Paks Margareeta, conocida popularmente como Margarita la Gorda. El nombre le viene que ni anillo al dedo. A diferencia de las otras torres tan estilizadas, esta es muy ancha, con 24 metros de diámetro y 4 metros de espesor. En el momento de escribir estas líneas estaba en obras.
Colina Toompea
La historia de Tallin no se podría entender sin esta colina pegada al centro histórico. Desde hace varios siglos ha estado ligada al poder, tanto Estonio como de potencias extranjeras como Suecia o Rusia. Actualmente alberga el parlamento estonio.
Toompea proviene del alemán Domberg, «Cerro Catedral». con esta ubicación privilegiada, Toompea existió como una ciudad separada, bajo su propia administración y privilegios especiales, hasta 1889.
Hoy en día, Toompea es un hermoso anexo del Casco histórico de Tallin, con las mejores vistas sobre la ciudad.
Una buena idea es subir a Toompea desde el centro por la hermosa calle Pikk Jalg. Se trata de una calle angosta y empedrada, que no tiene comercios (cosa de agradecer en el saturado centro).
Castillo de Toompea
Entre los puntos más importantes de la colina se encuentra el humilde Castillo de Toompea, ubicado en la parte suroeste de la colina. El castillo está coronado por una torre que llama la atención, y una bandera de Estonia. Aunque para el visitante quizás no sea el punto más impactante de la ciudad, es uno de los puntos más conocidos del país.
Catedral de Alexander Nevski (Alejandro Nevski)
Si hay un edificio que llama la atención en Toompea, es la Catedral ortodoxa de Alejandro Nevski de Tallin. Con sus cúpulas en forma de cebolla, nos traslada a otro país más al este, Rusia. Este hermoso edificio bien podría estar en la Plaza Roja de Moscú.
Catedral de Santa María
En la misma colina se encuentra la catedral cristiana de Santa María. Originalmente era de madera, cuando los daneses conquistaron Toompea. Actualmente, su campanario barroco es lo que llama fuertemente la atención.
Las mejores vistas de la ciudad, auténticas postales
Tallin es una ciudad donde cada foto que tomas se convierte en una postal. En Toompea hay dos miradores famosos, el mirador de Kohtuotsa y el mirador Patkuli.
El mirador de Kohtuotsa y el mirador Patkuli
Sin lugar a dudas, el mirador Patkuli es uno de los puntos emblemáticos en la ciudad y una de las estampas más recordadas en cualquier guía turística. Y es que desde este balcón abierto, es posible ver gran parte de la ciudad vieja. Las vistas son alucinantes:
En el rascacielos más alto del mundo (en la época medieval)
Pero si quieres mirar por encima de los demás, tu sitio es el mirador de la Iglesia de San Olaf. El nombre del edificio es en honor al rey Olaf II de Noruega (años 995-1030).
Y lo de la altura no es broma, desde 1549 hasta 1625, con sus 159 metros de altura, fue el edificio más alto del mundo. Es probable que la creación de semejante torre fuera toda una señal del poderío económico de la ciudad.
Actualmente mide 123 metros, y tras pagar la entrada, es posible subir hasta su mirador a través de una empinada escalera de caracol. El esfuerzo merece la pena, ya que las vistas de 360 grados son las espectaculares de Tallin.
Las calles y edificios, donde pasear es un placer
El centro de la ciudad es pequeño, así que es muy cómodo pasear por él y descubrir sus encantadores rincones. Uno de ellos es el Pasaje de Santa Catalina (Katariina käik), aunque suele estar abarrotado de turistas intentando sacar una foto a los curiosos arcos de un antiguo convento dominico.
En la calle Pikk, una de las más bonitas de la ciudad, se encuentran tres casas realmente curiosas. Hacia el número 71, podrás ver «las tres hermanas«, y creo que vas a entender el por qué del nombre:
Pero lo mejor es pasear por sus calles, detenerse en los comercios y disfrutar de un centro realmente bello. Y de vez en cuando, mirar hacia arriba para apreciar los edificios y sus decoraciones.
Otro de los sitios donde es imprescindible una visita es el restaurante Olde Hansa (Vana turg 1). Dentro de sus paredes de piedra te sentirás transportado a otra época.
Saliendo del centro histórico
Fuera de la zona más turística, Tallin tiene unos cuántos puntos turísticos que merecen la pena. ¿Te gustan los parques o el arte? ¿explorar en el pasado comunista o prefieres los barrios ultramodernos? En Tallin no hay que elegir, hay un poco de todo.
Para amantes de lo barroco y romántico, Parque y Palacio Kadriog
Siguiendo la avenida Narva Maantee llegaremos a este hermoso parque. Existen varias maneras de llegar, ya sea caminando, en tranvía o en autobús.
Este extenso parque se extiende alrededor del Palacio que le da nombre. Se trataba del palacio de verano del zar Pedro el Grande de Rusia. El palacio es de estilo barroco, y muy colorido, así que merece la pena acercarse hasta él. Además, dentro alberga un museo de arte.
Si lo que te gusta es el arte moderno, a poca distancia se encuentra el Museo Kumu. Y no se trata de un museo cualquiera, ya que fue galardonado como mejor Museo Europeo del año 2008.
Para amantes de lo moderno, distrito de Rotermann
Rotermann fue un antiguo complejo industrial en loas años 20 del anterior siglo. Sin embargo, ahora alberga oficinasde empresas tecnológicas y modernos apartamentos. En cierta medida me recuerda al barrio de Poblenou en Barcelona.
Plaza de la libertad
A escasos metros del centro histórico se encuentra esta plaza. La plaza en sí no tiene ninguna particularidad, salvo por la cantidad de eventos que se suelen hacer allí. Desde exposiciones al aire libre a conciertos. Si te aburres en Tallin, quizás sea una buena idea pasarse por aquí por si hay algo interesante.
Otros puntos de interés
Además de los ya citados anteriormente, Tallin tiene otros puntos de interés. Desde el puerto donde zarpan los enormes barcos turísticos, a la infinidad de cafés con mucho estilo.
Quizás uno de los espacios más impactantes de toda la ciudad sea la enorme torre de televisión. Herencia del pasado comunista del país, aún recuerda la importancia que le daba la antigua Unión Soviética a la supremacía en cualquier ámbito. Y la arquitectura era otro más, con sus 314 metros es el edificio más alto de la capital.
¿Algún consejo para visitar la ciudad?
Se me ocurre algún consejo si estás preparando un viaje a esta hermosa ciudad:
- El turismo y la gentrificación (maldita palabra): como sucede con todas las ciudades atractivas y accesibles, Tallin está plagada de otros turistas como nosotros/as. En el centro histórico apenas quedan comercios para los habitantes, obligados por la gentrificación a marcharse a los barrios más alejados. Así que al menos, lo mínimo que podemos hacer es ser respetuosos con el entorno.
- Si hay tanta gente ¿qué meses son los mejores para viajar? yo te aconsejaría ir en Mayo o Junio, cuando hay muchas horas de luz y aún no hay tanto agobio de turistas.
- Internet. En todos los países bálticos Internet funciona de maravilla, y Estonia no es una excepción.
- País 100% digital. ¿Sabías que en Estonia cualquier trámite con el estado se puede hacer a través de Internet? se trata del primer país 100% digital. Ventajas de comenzar a crear un país de cero a principios de los años noventa.
Muy buen post. Estuve en Tallín el año pasado y tu post me ha traído muy buenos recuerdos. Todo lo esencial resumido muy bien. Las fotos magníficas. Enhorabuena.
Muchas gracias Luís, ¡me alegra que te gustara! 🙂