Dublín

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Dublín, esa animada ciudad

Es curioso que la capital de un país con tanta historia como Irlanda no tenga infinidad de monumentos para ver. Celtas, Vikingos, Normandos, Anglosajones… todos dejaron su huella en esta ciudad. Hoy en día Dublín es una mezcla de retazos de todas estas culturas, aunque a veces no se aprecie a primera vista.

Una advertencia, si esperas una ciudad señorial al estilo de Edimburgo, te estás equivocando de lugar, aunque tenga un estilo georgiano o incluso dos catedrales. Hasta el origen gaélico de su nombre no tiene glamour: Dubh Linn, «población del vado de cañizo«.

Entonces… ¿qué tiene Dublín que la hace tan atractiva? En primer lugar, diría que la gente, con un carácter afable y abierto que me gusta mucho. Su hospitalidad me llamó la atención, gente amable, dispuesta a ayudarte y con ganas de entablar conversación. Y por supuesto a tomar unos buenos tragos de cerveza, que de esto saben un rato.

¿Dónde alojarse?

  • Alojamiento: Four Courts Hostel
  • Precio: 28 euros la noche + desayuno (habitación 6 personas)
  • Apuntes: no está mal, muy bien situado y con enormes salas comunes. Lo que falla son los baños de las habitaciones compartidas ya que son pocos y pequeños.

Una ciudad con muchas historias que contar

En Dublín hay miles y miles de historias que merecen la pena escucharse. De hecho estas historias pasan desapercibidas si una persona con preparación no te la cuenta.

Hasta el origen gaélico de su nombre no tiene glamour: Dubh Linn, «población del vado de cañizo«.

Una gran idea es la que han desarrollado el grupo Sandeman con sus tour gratis, en el que realizan tours por varias ciudades de Europa de forma totalmente gratis. Si después del tour te has quedado satisfecho puedes pagar al guía lo que consideres oportuno (depende de la ciudad yo doy entre 5 y 10 euros).

Creo que una visita con guía en esta ciudad merece mucho la pena. Así te podrás enterar que los vikingos no tenían cuernos en sus cascos, pero que sí «les ponían los cuernos», que la historia de este país ha sido muy dura, o que es el segundo país del mundo donde se bebe más cerveza (el primero es la República Checa).

Os dejo con algunas imágenes de la ciudad.

Banderas de nuestros padres

La bandera de Irlanda dice mucho del pasado reciente (y no tanto) del país. El verde es el color de los católicos y el naranja el de los protestantes. Para que no existan disputas entra otro color en medio, el blanco, el color de la paz. Y es que este país ha estado marcado durante siglos por la cruel lucha entre católicos y protestantes. O lo que es lo mismo, entre irlandeses y británicos.

El Castillo de Dublín

Hasta 1922 fue la sede del gobierno británico en Irlanda. Estéticamente no tiene mucho que ofrecer, aunque partes del castillo daten de más de 800 años, únicamente una torre medieval llama la atención, pero tampoco es cosa del otro mundo.

En el castillo hay dos estatuas que en su momento fueron muy polémicas. Una de un hombre con un león, en el cual el león más que una fiera salvaje parece un perro. Y esta otra, la imagen de la justicia. Esta justicia es un tanto particular, ya que está de cara al castillo con los ojos sin tapar y mirando a su espada. ¿Pero qué quiere decir esto? pues el castillo como pertenecía a los británicos le daba la espalda al pueblo irlandés.

Para colmo la balanza tiene una parte cubierta por el brazo y otra no. Como en Dublín llueve un día sí y otro también uno de los lados de la misma se llenaba, inclinando la balanza. Una justicia un poco extraña ¿no? ¿y qué han hecho los irlandeses? han hecho unos agujeros en la balanza para que no se pueda llena de agua.

Una capital con dos catedrales

La Catedral de Christ Church es la más antigua de las dos catedrales de la ciudad. La otra se llama St Patrick’s Cathedral. El edificio es de estilo románico y gótico inglés temprano, y se encuentra sobre un asentamiento vikingo, del cual aún se pueden ver restos.

Nos vamos de bares

Los irlandeses son personas muy religiosas, que alternan su amor a dios con otro amor más mundano, la fiesta. No sé si es un vicio confesable o no, pero les gusta más ir a los pubs que a un niño un caramelo.

Una de las zonas más famosas de la ciudad es la zona del temple bar. Aquí se juntan músicos, artistas callejeros, infinidad de restaurantes y pubs… entre los más famosos: The Temple bar, Gogarty, Auld Dubliner, PortterHouse, etc. Otra cosa no tendrán los dublineses, pero pubs tienen a patadas.

Por cierto, no es nada raro ver conciertos de música en directo. A los irlandeses les encanta, y a mí también.

La omnipresente fábrica Guinness

Y por supuesto, en Dublín no puede faltar una visita a la fábrica de la omnipresente Guinness, la cerveza negra más famosa del mundo. La entrada no es barata, pero se puede conseguir con descuento reservándola por Internet en la web de guinness-storehouse. Más que ver la capital de Irlanda es una ciudad de beber.

Sinceramente, a mí no me pareció nada del otro mundo. Lo mejor de la visita fue saborear la pinta de Guinness que viene incluida con la entrada en la última planta. El bar tiene unas cristaleras que abarcan 360º y donde probablemente se encuentren las mejores vistas de la ciudad.

Trinity College, una universidad con solera

Se trata de las universidades más antiguas del Reino Unido, ya que data de 1592. Se encuentra en medio de la ciudad, así que no está de más pasarse por aquí. Esta universidad está considerada una de las mejores del mundo. Además tiene una biblioteca enorme, con más de 4 millones de libros, que bien vale la pena visitar.

El problema es que la visita a la biblioteca no es gratis. Sin embargo hay un truco, cualquier estudiante del campus puede ir acompañado de tres compañeros, así que si te haces un colega irlandés (aunque sólo sea por unos minutos) podrás entrar.

La tradición musical

La tradición musical en Dublín no va a la zaga de la literaria. Si James Joyce, Oscar Wilde o Bram Stoker son algunos de los grandes nombres que Dublín ha dado a la cultura literaria tampoco se queda corta en el panorama musical: U2, The dubliners o Rory Gallagher, son algunos ejemplos.

Por cierto, en la foto dedicada al guitarrista Rory Gallagher se puede apreciar que está rotulada tanto en inglés como en gaélico, la otra lengua oficial del país.

El Río Liffey

Este río atraviesa la ciudad, y forma parte del paisaje urbano de la misma. Los puentes que cruzan el río enlazando el lado norte y la zona sur de la ciudad, son hitos importantes.

Probablemente Ha’penny Bridge sea el puente más famoso. En su momento había que pagar medio penique por atravesarlo. ¡Y eso que era el único puente peatonal!

Las puertas, toc toc

Una de las características de la ciudad son las puertas de estilo georgiano. Se identifican a la legua por sus colores llamativos, y dan un tono de alegría a esos días grises. Las malas lenguas dicen que cada una es un color para que los borrachos sepan reconocer su portal.

Unas cuántas fotos más, para abrir el apetito 🙂

Y si todo lo que os he contado aún os parece poco, os dejo unas cuántas fotos de una ciudad bastantes acogedora.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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Esta entrada tiene 6 comentarios

  1. rojopicanton

    Buena crónica, como nos tienes acostumbrados, David!

    Me quedé con las ganas de visitar Howth. Pero sabiendo lo que había, se lo recomendé a una amiga. Fue, y fotografió esas mismas focas. ¿Las tienen allí posando? ¿o es un robado?

    El resto? bien, ya sabes que no me gustó Dublín. Como ciudad. Si, tiene bares, la Guinnes, la música en directo e incluso algún gaélico desperdigado, pero es una capital "floja", tu ya me entiendes, en comparación a la historia que tiene detrás. La Guinness Store puro merchadising y la gente amable? bueno, a mi me intentaron atropellar y un niñato me hizo una peineta. Pero claro, yo soy pelirrojo, y quizás me confundieron con un malote inglés!

    Y, digámoslo ya. Lo que en Dublín siempre llueve es una patraña de dimensiones cósmicas. Me pasé 3 dias, los 3 con un solazo de lujo, a más de 25ºC. Volví rojo intenso, y no precisamente después de hincharme a birras. Qué también!

    Se te quiere!

  2. Sonia

    Pues a mí la gente también me pareció muy maja!!
    El ambiente del pub es genial. Te sientes uno más, te contagian el buen rollito, te hacen reír… es uno de los principales motivos por los que quiero volver.

    Deivit, buen resumen de lo que vimos, así sólo tengo que consultarlo cuando quiera recordar el viaje, que ya no me acordaba de la mitad de lo que nos explicó la súper guía.

    Muas!

  3. David

    Hola Rojopicantón!

    Que bueno tenerte de nuevo por estos lares. Sí, ya sé que no te llevaste buena impresión de la ciudad, y comparto contigo en que no está en la liga de primera división de capitales, pero lo que sí me llamó la atención es la gente. Como siempre depende con quien te encuentres te llevas una impresión u otra, y nosotros cuando estuvimos todo el mundo con el que hablamos fue mi amable, de ahí mi apunte.

    Para mí, lo mejor la gente, con diferencia. Y sobre Howth creo que merece la pena una escapada, está al lado de dublin y te sirve para hacerte una mínima idea de lo que te puede aportar el país. Y lo de las focas… están más que acostumbradas a estar cerca del puerto, no son tontas, así les cae algo de pescado fácil.

    Un placer, como siempre

  4. David

    Hola Sonia!

    Me alegra que te gustara la crónica. Nos vemos en Estambul! agur!

  5. Ernesto

    Me gustó tu post sobre la ciudad, muy interesante los relatos que has contado. Saludos desde Málaga.

  6. David

    Hola Ernesto,

    Me alegra que te guste el post, espero que te pases por aquí de vez en cuando!

    Agur!