Segovia

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Segovia, una ciudad para recorrer a pie

Hoy voy a hablar de una ciudad a la que tengo especial cariño. Y es que parte de mi familia viene de allí. Se trata de la cálida y tropical… Segovia 🙂

Esta capital de provincia, perteneciente a Castilla León se encuentra al norte de Madrid. Es una pequeña ciudad de apenas 50.000 habitantes.

¿Y qué tiene que ofrecer esta pequeña ciudad? pues en primer un patrimonio histórico y cultural enorme, que no está acorde con su humilde tamaño. En ese sentido me recuerda a Toledo, otra ciudad en la «Champions League» a nivel cultural.

Mil culturas han pasado por sus calles, los primeros registros datan del pueblo celta, pero es que romanos, musulmanes, judíos y cristianos también han dejado su huella. De hecho En 1985 la ciudad vieja de Segovia y su acueducto fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Por sus dimensiones es muy fácil de recorrer a pie, y una visita muy recomendable para pasar uno o dos días (eso sí, tranquilamente). Os dejo con alguno de los sitios más interesantes de la ciudad.

  • Alojamiento: Duermevela hostel
  • Precio: 18 euros en habitación compartida de 4 personas, desayuno incluido
  • Apuntes: muy correcto y limpio. El trato de los dueños buenísimos. Además está 5 minutos andando del acueducto. Muy recomendable.

El acueducto

El reclamo por antonomasia de la ciudad. Este acueducto romano está considerado una pieza maestra de la ingeniería hidráulica romana, 2.000 años y aún sigue en pie (data del siglo I y II D.C.)

Los datos de esta maravilla son vertiginosos, hay que tener en cuenta la época de la que estamos hablando:

  • El agua que recorre más de 15 kilómetros antes de llegar a la ciudad desde la sierra de Guadarrama.
  • Estrictamente el acueducto tiene una longitud de 985 metros.
  • Su altura máxima es de 28.10 metros.
  • Lo componen 166 arcos.

Se podrían dar muchos datos al respecto, pero prefiero la leyenda popular. Si algo tienen en Castilla es cultura literaria, y las leyendas forman parte de ella.

La leyenda dice que una pequeña criada, una niña subía todos los días hasta lo más alto de la montaña y bajaba con el cántaro lleno de agua.

Un día, harta de semejante trabajo, le pidió un deseo al demonio. Le pidió que construyera algún medio para que no tuviera que subir y bajar todos los días con el cántaro.

Esa noche se le apareció el diablo y le concedió el deseo. A cambio, si conseguía terminar el acueducto antes de que cantara el gallo, le tendría que dar su alma.

La niña accedió y el diablo comenzó a construir el acueducto, momento en que la niña se arrepintió de haberlo deseado. Justo cuando le quedaba una piedra para terminar, cantó el gallo, lo que hizo que el diablo perdiera la apuesta y la niña no perdió su alma.

Es decir, según la cultura popular, el acueducto lo construyó el diablo, ahí es nada.

El Alcázar

Siguiendo la estela en importancia del acueducto se encuentra uno de los castillos más importantes de España: El Alcázar.

Se dice que Walt Disney se inspiró en este castillo, entre otros, para el archifamoso castillo de cenicienta. Imagen de la marca Disney… ¿otra leyenda castellana

Podría ser leyenda, pero no me extrañaría porque con su estilizada imagen parece sacado de un cuento. La imagen de esta castillo que se alza en la confluencia del río Eresma y el Clamores ha sido usada mil veces, incluso en portadas de libros de fotografía.

Lo curioso de todo es que para llegar aquí no hay que recorrer una gran distancia puesto que está en uno de los extremos de la ciudad vieja, vamos, que andando desde el acueducto está a 15-20 minutos.

En su momento fue residencia real. En sus muros se alojaron los reyes Alfonso VIII, Alfonso X y Felipe II. A éste último se le debe el aspecto actual, único en España y más similar a los castillos del norte de Europa. sin embargo por adentro tiene también otros estilos, por ejemplo, Mudéjar.

Actualmente el precio de la entrada es de 5 euros, aunque es mejor que visitéis la página oficial por si han variado el precio. Creo que merece la pena entrar a verlo.

Si subes hasta la torre de Juan II ten paciencia, sus 156 escalones lo abalan.

Catedral nuestra señora de la Asunción y San Frutos

Menudo nombre, toma ya. Normalmente conocida como la Catedral de Santa María, se trata de una de las catedrales góticas más tardías construidas en España. También es conocida como “La Dama de las Catedrales«.

Una ciudad monumental

Aunque no tenga la solera de otras ciudades, lo cierto que el centro de la ciudad es un pequeño museo al aire libre. La casa de los Picos, el Palacio del Conde Alpuente, la Torre de Lozoya (voy a evitar rimas), la puerta de San Andrés, la casa del Sol, los muros de la ciudad, el barrio judío…

Lo cierto que en pocos metros hay muchísimo que ver, y sobretodo, disfrutar paseando, con calma.

¿Te apetece un paseo por sus parques?

Para ello lo mejor es bordear la ciudad por los paseos para senderistas y peatones que van a la par del río Eresma. Por ejemplo por el Paseo de Santo Domingo de Guzmán, el Paseo de la Alameda de El Parral, la Cuesta de los Hoyos…

Vamos, lo mejor es que vayáis a la oficina de información y turismo, pedid un mapa y un poco de información, y disfrutad de los alrededores de esta hermosa ciudad.

Las vistas a la sierra

¿Comida Mediterránea?

Otro de los placeres de la ciudad es la comida, eso sí, si estás acostumbrado a la dieta Mediterránea aquí tendrás que hacer hueco para platos más contundentes.

Las sopas y los cocidos son típicos. Pero con diferencia el rey es el cerdo, y concretamente, el cochinillo (lechón) al horno. El sitio más famoso de la ciudad es el Mesón de Cándido, al lado del acueducto. La mayor particularidad, cómo se parten los cochinillos, con un plato, que luego se tira.

Eso sí, el precio de este local no es para todos los públicos. Sin embargo en la ciudad hay muchísimos sitios en los que disfrutar de un buen plato de cochinillo por precios ajustados.

Os dejo unas imágenes de la ceremonia del cochinillo, para que veáis el particular corte:

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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