Pirineos franceses – Cerdanya francesa

Pirineos franceses – Cerdanya francesa

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Cerdanya francesa, descubriendo el Pirineo francés

Pasando la frontera con Francia, al otro lado de los Pirineos y muy cerca de Cataluña, se encuentra la hermosa región de la Cerdanya francesa. Tras el Tratado de los Pirineos de 1659, entre el Reino de España y el Reino de Francia, España cedió 33 pueblos de la zona norte. Por lo tanto la provincia quedó dividida en dos:  la comarca de la Alta Cerdaña, en Francia, y la Baja Cerdaña, en España.

Varios nombres (Cerdaña en español, Cerdanya en catalán y Cerdagne en francés) para un mismo territorio que tiene mucho que ofrecer para las personas a las que le guste el turismo rural o los deportes de montaña.

En esta entrada voy a dar un par de ideas para hacer un poco de senderismo por la zona. El marco es realmente alucinante, no os quepa la menor duda.

Una idea, pasear por L’estany de la font viva

El paraje está situado en la Cerdanya francesa, pasando Puigcerdà y muy cercano a la localidad francesa de Puymorens. Desde aquí se pueden hacer infinidad de rutas, desde pequeños paseos hasta grandes rutas de alta montaña (el GR 7 pasa por aquí), cada cual que elija su nivel.

Desde el Estany de Lanós se puede ir andando, y una pequeña excursión de ida y vuelta circular no son más de 6 kilómetros. Eso sí, se puede complicar todo lo que uno desee ya que hay montañas que llegan casi a los 2.700 metros de altura, como el Pic de fontviva. L’estany de la font viva, aquí vimos caballos «salvajes«, lo de ponerlo entre comillas es porque estaban muy acostumbrados a las personas. También hay varias cascadas que amenizan las caminatas.

Si te gustan las alturas… Gorges del Carançà (gargantas del Carançà)

Para llegar hasta aquí hay que pasar la frontera a Francia desde Puigcerdá. Una vez allí, hay que descender un puerto de montaña, pasar la fortificación de Mont-Lluis y algún que otro pueblo. Una vez que llegamos a Thués-entre-Valls, las señales son claras y no hay pérdida (aquí la prueba de lo famosa que es la zona). Si se llega en coche hay un pequeño aparcamiento en donde se puede dejar.

Esta ruta por el valle pirenaico de Carança es una mezcla de senderismo y aventura, y muy divertida con la cantidad de pasarelas que tiene y puentes colgantes. Y la dificultad de esta excursión de 3 horas, media-baja, de ahí su fama. Pero bueno, como las imágenes valen más que mil palabras aquí os dejo una muestra:

Las vistas son impresionantes, aunque no son aptas para personas que sufran de vértigo, ya que la ruta bordea un precipicio la mar de elegante, aunque con una mínima precaución, no tiene peligro:

Los puentes colgantes para superar el río hacen que la ruta sea muy amena. En resumen, una excursión muy recomendable.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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