En esta entrada, como es costumbre con otras ciudades que visito, os contaré algunas cosas curiosas de la ciudad de Sevilla. Es probable que algunas sean graciosas y otras no tanto, pero sí que aportan un punto de vista complementario al típico relato turístico.
El Nodo
Mucha gente de fuera de la ciudad (y estoy seguro que dentro también), no sabe de qué viene el logotipo del Ayuntamiento de Sevilla.
Y no, no tiene nada que ver con el los documentales franquistas NODO (acrónimo de Noticiarios y Documentales).
El NO∞DO de Sevilla es muchísimo más antiguo, y una de las historias más aceptadas, cuenta que es el acrónimo de «no-madeja-do«, que si la alargamos es «no me ha dejado«, en referencia al rey Alfonso X el Sabio, el cual tuvo una pugna con su hijo Sancho. Lo cierto es que se lleva utilizando desde hace siglos.
La Semana Santa
La Semana Santa de Sevilla forma parte del carácter de la ciudad. Es más que evidente cuando paseas por sus calles, bares y terrazas. O cuando en Marzo se escuchan a las cofradías ensayar.
Independientemente de que se sea católico o no, se podría considerar la fiesta mayor de la ciudad (que me perdone La Feria de Sevilla). Pero la pasión con la que la vive la gente es impresionante. Por ese motivo llama tanto la atención a los turistas y extranjeros.
Supongo que al venir de una tierra algo más pagana, me cuesta entender tanta devoción. Pero sí puedo imaginarme que, al estar tan enraizada en las costumbres de la ciudad, no se entendería Sevilla sin esta multitudinaria celebración.
Es posible sentirla en el bar Casa Ricardo – antigua Casa Ovidio (Calle Hernán Cortés, 2), o en cualquiera de las tiendas de la ciudad especializadas en ropa y artículos para Semana Santa.
La historia bajo los pies
Como ya comenté en la entrada de Sevilla, la historia de la ciudad es impresionante. Por aquí han pasado infinidad de civilizaciones que han dejado su granito de arena en el carácter de la capital andaluza.
Uno de los mejores sitios para conocer mejor la historia es el El Patio de los Naranjos del Salvador, junto a la plaza del mismo nombre. Aquí la historia ha quedado impresa en el suelo. Se puede apreciar como la Sevilla actual está elevada seis metros por encima de la Sevilla romana, y cuatro metros por encima de la Sevilla musulmana. La prueba es que los capiteles corintios aparecen semi-enterrados.
Este es un ejemplo, pero Sevilla, al igual que otras ciudades históricas como Roma, está plagada de yacimientos arqueológicos. Uno de los que se puede ver se encuentra en las Setas de Sevilla, aunque hay muchos más, como el del Patio de las Banderas.
Se puede apreciar como la Sevilla actual está elevada seis metros por encima de la Sevilla romana, y cuatro metros por encima de la Sevilla musulmana
Las bicis y la movilidad sostenible
Sevilla es una delicia para andar en bicicleta. Es una ciudad muy plana, y con casi 200 kilómetros de carril bici, es junto a Barcelona, la mejor ciudad para recorrer sus calles con este medio de transporte tan ecológico. La empresa que proporciona el servicio oficial en la ciudad se llama Sevici.
El calor
Bueno, no todo es bueno en la ciudad. El calor en verano puede ser insoportable. De hecho, en dichas fechas la temperatura es similar a la de Argel, en África. Por eso, en el centro histórico, hay muchas callejuelas estrechas para que no entre el sol, y las corrientes de aire enfríen un poco el ambiente.
En resumen, si llevas mal las temperaturas extremas, es mejor visitar la ciudad en cualquier otra época que no sea verano.
Las calles
La ciudad está repleta de calles y leyendas, como la Calle Vida y la calle de la muerte, en el barrio de Santa Cruz. La leyenda cuenta que, en 1391, los cristianos entraron al barrio para matar a todos los judíos. Los que salieron por la Calle de la Muerte, no lograron escapar, a diferencia de los que sí lo lograron, que lo hicieron por la Calle Vida. Son leyendas que pueden ser verdad o no. Lamentablemente, lo que sí es verdad es que esas matanzas sí sucedieron.
Lo bizarro
Sevilla tiene un aire bizarro, y aún es posible ir a bares con un toque hiper- clásico. Tanto que roza lo bizarro. Supongo que eso es una de las cosas que tanto le gustan a los japoneses. Y si no, a la imagen me remito, no es fácil poder ir a un baño en otra ciudad custodiado por Marco Aurelio y Lucio Vero.
El arte
Y para terminar esta entrada, comentar que Sevilla está llena de arte. Desde librerías que eran antiguos teatros (Librería Verbo), al flamenco en el barrio de Triana. Desde vendedores ambulantes de abanicos, a estatuas vivientes, pasando por graffitis callejeros. Sevilla rezuma arte, y eso es evidente.
Os dejo con alguna fotos de la ciudad que así lo atesoran, y espero que os haya gustado la entrada.
