Huesca, entrada a los Pirineos

Huesca, entrada a los Pirineos

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Es cierto que la provincia de Huesca tiene lugares encantadores como los Mallos de Riglos, Alquézar, Aínsa, siempre considerados entre los pueblos más bonitos de España. Por otro lado, están los imponentes Pirineos, con sus parajes de ensueño y la posibilidad de hacer infinidad de excursiones. Hay otra gente que considera Huesca un lugar de tránsito para acceder a Navarra, País Vasco o la costa del Mediterráneo.

Sin embargo, sería un error pasar por Huesca y no parar. Te estarás perdiendo una pequeña joya, que bien merece un tiempo de tu atención.

Si estás buscando un destino lleno de historia, encanto y belleza natural, no busques más allá de la ciudad de Huesca. Situada en la Hoya de Huesca, conocida como la Puerta de los Pirineos, esta ciudad española es un verdadero tesoro que te invita a sumergirte en su rica historia y vibrante cultura.

Un poco de historia

La historia de Huesca es una travesía cautivadora a través de los siglos, que comienza en la antigüedad y se entrelaza con civilizaciones y culturas diversas. Fundada por los romanos en el siglo II a.C., bajo el nombre de «Osca«, la ciudad rápidamente se convirtió en un centro importante en la región.

Durante la época romana, Osca fue un centro administrativo y comercial clave en la provincia de Hispania Citerior. A medida que el Imperio Romano se expandía, la ciudad prosperó y se convirtió en un punto de encuentro para diversas culturas y tradiciones.

Con la caída del Imperio Romano, Huesca sufrió cambios de manos, siendo gobernada por los visigodos y, posteriormente, los musulmanes. Durante la época musulmana, la ciudad se conoció como «Washqah» y experimentó una influencia cultural y arquitectónica única.

La Reconquista cristiana en el siglo XI marcó un hito crucial en la historia de Huesca. Bajo el dominio cristiano, la ciudad comenzó a florecer nuevamente. La Catedral de Santa María de Huesca, una joya del arte románico, comenzó a construirse durante este período y se convirtió en un testimonio tangible del crecimiento de la ciudad.

Hoy en día, Huesca mantiene su herencia histórica a través de su arquitectura, calles adoquinadas y monumentos emblemáticos. Cada rincón de la ciudad lleva consigo siglos de historias, que se entrelazan para crear un tapiz cultural único. La rica historia de Huesca es un recordatorio constante de la resistencia y la resiliencia de una ciudad que ha sobrevivido y prosperado a lo largo de los tiempos tumultuosos.

La Catedral de Santa María

La Catedral de Santa María de Huesca, también conocida como la Catedral de Huesca, es un ejemplo excepcional de arquitectura románica que se alza con orgullo en el corazón de la ciudad. Su construcción comenzó en el siglo XIII y se prolongó a lo largo de varias décadas, lo que ha dejado una huella en su estructura que combina elementos de diferentes estilos arquitectónicos.

Esta imponente catedral es una de las más significativas del noreste de España y destaca por su fachada frontal decorada con elementos góticos, románicos y renacentistas. El rosetón, los arcos de medio punto y las columnas esculpidas son solo algunas de las características que capturan la atención de los visitantes.

El interior de la catedral es igualmente impresionante. Sus naves están adornadas con detalles tallados y capiteles esculpidos que cuentan historias bíblicas y relatan escenas religiosas. Uno de los aspectos más notables es el coro tallado en madera, una obra maestra que combina intrincados detalles con un diseño artístico excepcional.

La Plaza de la Catedral es otro tesoro que debes explorar. Con el majestuoso edificio de fondo, esta plaza evoca una sensación de grandeza y espiritualidad. Pasear por esta plaza te conecta con la historia religiosa de Huesca y te permite apreciar la arquitectura monumental que la rodea.

El centro histórico

El centro histórico de Huesca es un laberinto de calles adoquinadas que te invita a descubrir la esencia auténtica de la ciudad. Cada rincón revela una historia que se remonta a siglos atrás, mientras que sus plazas y edificios emblemáticos son testigos silenciosos de los acontecimientos que han dado forma a Huesca a lo largo de los años.

Plaza de Navarra

La Plaza de Navarra es el epicentro de la vida urbana. Rodeada de edificios históricos, cafés y restaurantes, la plaza es un lugar ideal para disfrutar de un café al aire libre mientras observas a la gente pasar. Desde aquí, puedes iniciar tu recorrido por las callejuelas medievales que serpentean por el centro.

Uno de sus puntos más destacados del centro histórico es el Ayuntamiento, un edificio renacentista con detalles góticos que añaden una dimensión única a la arquitectura local. Sus torres, arcos y fachadas son una muestra visual del esplendor pasado de la ciudad.

Por otro lado, el Edificio del Círculo Oscense, también conocido como Casino de Huesca con su fachada blanca inmaculada, llama la atención en la plaza. Fue erigido a principios del siglo XX y destaca como una de las creaciones más notables de la época en la ciudad, y convirtiéndose en el primer edificio modernista de Aragón, ahí es nada.

Plaza Luis López Allué

La Plaza Luis López Allué es otro rincón encantador que debes descubrir. Con sus elegantes soportales y terrazas, es un lugar perfecto para relajarte y tomar un respiro mientras te empapas del ambiente local. Uno de los comercios más relevantes de esta plaza son los Ultramarinos la Confianza, del cual hablaremos más tarde.

Las calles adoquinadas

Además de las plazas, las calles empedradas como la Calle Padre Huesca y la Calle Azara son ideales para dar un paseo tranquilo mientras te sumerges en la atmósfera encantadora del centro histórico. Los edificios de fachadas coloridas y las tiendas tradicionales añaden una sensación de autenticidad a la experiencia.

Otros edificios de relevancia

Las iglesias de Huesca son ventanas a la historia y el arte. La iglesia de San Pedro el Viejo, con sus influencias románicas y mudéjares, es una visita obligada. Se trata de un notable monumento religioso en toda la provincia, y alberga en su interior los sepulcros de los reyes aragoneses Alfonso I el Batallador y Ramiro II el Monje. Erigido sobre los cimientos de un antiguo templo visigodo dedicado a San Pedro, el monasterio exuda historia en cada rincón.

La iglesia de San Lorenzo y la ermita de Salas también cuentan con arquitectura notable y retablos de gran calidad.

También es muy interesante El Palacio de los Reyes de Aragón, una joya arquitectónica con raíces en el siglo XII, concebido para alojar a los monarcas de Aragón. Originalmente erigido sobre una torre islámica, sus paredes exhiben elementos románicos que narran su historia. En su interior, se encuentra la Sala de la Campana, escenario de los eventos de la leyenda de la campana de Huesca (spoiler: el rey de Aragón Ramiro II el Monje, decapitó a doce nobles que se opusieron a su voluntad).

Las antiguas murallas

Huesca fue una ciudad fortificada desde el tiempo de los romanos. Durante la época musulmana, el florecimiento de la antigua Wasqa llevó a la expansión de las defensas con nuevos muros, formando un perímetro de alrededor de dos kilómetros.

Este circuito incluía la friolera de 99 torres y siete puertas de acceso. En la actualidad, se conservan tramos de esta muralla, ubicados entre el puente de San Miguel y la plaza de toros.

Destaca la Torre del Septrión y una singular puerta llamada La Porteta. Esta histórica muralla de Huesca ha sido reconocida como Bien de Interés Cultural desde 2006, preservando su valor y herencia a lo largo de los siglos.

Las zonas verdes

El Parque Miguel Servet es el pulmón verde de la ciudad, ofreciendo un refugio de naturaleza y serenidad en el corazón de la ciudad. Este parque lleva el nombre del ilustre médico y científico aragonés Miguel Servet, y es un lugar muy querido tanto por los locales como por los visitantes.

En el Parque Miguel Servet también encontrarás áreas de juego para niños, lo que lo convierte en un destino ideal para familias. La casita de Blancanieves es la más famosa, junto con la escultura de Las Pajaritas. Los más pequeños pueden corretear por los juegos infantiles mientras los adultos se relajan en los bancos o dan un paseo tranquilo por los senderos bien cuidados.

El río Isuela serpentea por el parque, añadiendo un toque de frescura y vida a este oasis urbano. Sus orillas son lugares populares para pasear y disfrutar de la tranquilidad del agua corriente. Los puentes que cruzan el río ofrecen vistas pintorescas y oportunidades para apreciar la belleza natural que rodea el parque.

Ultramarinos La Confianza

Para terminar esta entrada de Huesca, no quiero dejar de comentar un sitio con muchísimo encanto e historia. En la Plaza Luis López Allué, se encuentra el ultramarinos en activo más antiguo de Europa.

Ultramarinos La Confianza es mucho más que una simple tienda; es un pedazo de historia que ha perdurado en el tiempo y que sigue siendo un punto de referencia en Huesca. Fundada en 1860, esta tienda tradicional es un testimonio de la autenticidad y la herencia de la ciudad.

Al ingresar a Ultramarinos La Confianza, te encuentras rodeado de estanterías repletas de productos gourmet, conservas, vinos y una amplia variedad de alimentos. Aquí, cada producto cuenta una historia y lleva consigo décadas de tradición. El mobiliario es original, y aún se sirven las legumbres abriendo sus antiguos cajones.

Esta tienda es un tributo a la confianza que las generaciones anteriores han depositado en ella, y a su papel en la vida cotidiana de la ciudad. Creo que visitar esta tienda, es una experiencia maravillosa para cualquier viajero.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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