Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Como en la anterior entrada ya describí a Conil de La Frontera, esta vez toca que las imágenes hablen por sí solas. Espero que os guste.
Un pueblo marinero de casas blancas
Arco
Puerta de La Villa
Flores
Flores
Callejón
Torre
Torre de Guzmán
Santa Catalina
Centro Cultural Iglesia de Santa Catalina
Camino
Terraza
Molino
Antiguo molino y barco
Campo
Campo
campo
campo
Escultura
Escultura
Paisaje
Paisaje
Flores
Flores
Pasarela
Pasarela
Puente
Puente
Palmeras
Palmeras
Atún
Atún
Conil por David Santesteban
Conil
Las playas de Conil, una auténtica delicia
Playa
Escuela practicando surf
Reflejo
Reflejo del pueblo en el agua
Cala
Caminado hacia el cabo Roche
Caminando
Caminando
Viva la vida
Viva la vida
Barca
Cabo Roche
Pescando
Calas
Cala del aceite
Disfruntando
Cala del aceite
Vigilando
Pasarela
Pasarela
Atardecer
Atardecer en las pasarelas que llevan a la playa
Cabo Roche
Cabo Roche
Vigilando
Longitud
La longitud de las playas de Conil es una auténtica gozada
Conil - playas (6)
playas
Conil - puerto cabo roche (1)
Conil - puerto cabo roche (2)
Terraza
Calas
Terraza
Playas
Playas
Horizonte
Los atardeceres
Conil - atardecer
Pescando
Patera
Patera ubicada en el paseo de Conil
Terraza
Eclipse de kitesurf
Pescando
Caballos
El río
Río Salado
Disfrutando
Un lujo gratuito
Cadizfornia
Aprovechando
Aprovechando para coger las últimas horas del día
Paseos
Atardecer
Atardecer
Trabajando
Practicando deportes
Pesca
Pescador al atardecer
Pesca
Pescadores al atardecer
Kitesurf
Practicando kitesurf con los últimos rayos de sol
Windsurf
Windsurf
Conil – deporte (1)
Surf
Bici
Paseando con bicicleta
Kitesurf
Paramotor
Paramotor
Golf
Equitación
Kitesurf
Navegación
Equitación
La fauna
Caracol
Gatos
Conil es un pueblo habitado por gatos y algunas personas
Terneras
Tortuga
Posibles restos de un esqueleto de tortuga
Medusa
Serpiente
Muda de serpiente. Aún había otro cacho
Caballos
Catálogo de coches, ¿esencia hippie?
Bus
Autobús donde vivía una pareja de madrileños nómadas
Bus
Autobús donde vivía una pareja de madrileños nómadas
Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.