Malta – Un paseo por la isla

Malta – Un paseo por la isla

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Malta, una isla peculiar

Si bien Malta es una isla muy pequeña (27 x 15 km), tiene una buena cantidad de sitios interesantes para visitar. Para poder ir con más independencia, lo mejor es alquilar un coche. ¡Pero ojo, que aquí conducen por la izquierda! aquí, como en muchas otras cosas, se nota la influencia británica. Pero nosotros a lo nuestro, nos montamos en coche y ¡vamos allá!.

Mdina, un viaje al pasado

Viajando hacia el centro-oeste de la isla, nos encontramos esta maravillosa ciudad. Probablemente la ciudad medieval de Mdina (sin -e, no es Medina) sea la ciudad más bella de Malta.

Encarada en una colina, la también llamada ciudad del silencio, tiene mucha historia. Fue fundada por los fenicios en el 700 a.C, pero también fue árabe, normanda, y posteriormente, regida por la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén. Ahí es nada.

Dentro de sus hermosas murallas, se esconden edificios que bien merecen acercarse a ellos, como la Catedral de San Pablo, el Palacio de Vilhena o el Palazzo Falson (Norman House). Sin embargo, lo que realmente merece la pena, es perderse por sus calles, donde el ambiente medieval lo inunda todo. Aquí se han grabado escenas de la serie Juego de Tronos, y sobre escenografía, saben mucho.

Acantilados de Dingli / Cueva azul

Algo más al sur pasado Rabat y ya a orillas del mar, se encuentran lo acantilados de Dingli (Dingli Cliffs). Las paredes más verticales superan los 200 metros de altura, aunque es complicado apreciarlo.

Uno de los parajes más bellos está a escasos kilómetros. Se trata de la Cueva Azul (Blue Grotto). El nombre se debe a los reflejos de la luz en el agua, sobretodo al amanecer. Es posible visitar las seis cuevas que conforman el conjunto.

Por cierto, si nos ha entrado hambre, aconsejo el restaurante Restaurante Diar il-Bniet, en Dingli. El local es muy auténtico, y podrás probar platos típicos malteses, como el conejo.

Los templos de Ħaġar Qim

Entre los acantilados de Dingli y la cueva azul, se encuentran estos templos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y es que los templos son realmente antiguos, se estima que estas construcciones megalíticas fueron construidas entre el 3600 y 3200 a.C. Es decir, se tratan de los templos más antiguos del mundo, de ahí su importancia.

Marsaxlokk, un pueblecito pesquero con mucho encanto

Más al este, y acercándonos a La Valeta, se encuentra Marsaxlokk. La estampa de sus barcas en una de las más conocidas de Malta. Pasear por el pueblo es toda una delicia. Tómate tu tiempo, y de paso, una cerveza en alguno de los chiringuitos.

Aquí es posible tomar un pecado de gran calidad a un buen precio (mucho mejor que en la capital). Los domingos hay mercado, con lo que podrás comprar desde dulces a pescados de la familia del tiburón.

Desde Marsaxlokk, siguiendo una angosta carretera, se puede llegar a otro de los sitios más famosos de la isla. Si el tiempo acompaña, el chapuzón en St Peter´s Pool es obligado. Se trata de una piscina natural, con un agua de un color alucinante. Siguiendo por la derecha de la piscina, se puede dar una vuelta por las rocas.

El turismo de playa

Si bien es cierto que el mar en Malta es alucinante, creo que hay mejores destinos playeros a lo largo del Mediterráneo. De hecho, la Costa Brava creo que ofrece mejores playas. Aunque en esta lista también podríamos incluir sitios como Formentera o Cerdeña.

Algunas de las más conocidas son:

  • Golden Bay y Ghajn Tuffieha Bay
  • Ghadira Bay y Paradise Bay: situadas al norte, en Mellieha

El turismo de fiesta

Por último, acabamos con la noche. La zona de fiesta de Malta se concentra al norte de La Valeta, en Sliema, St Julian’s y Paceville. Esta zona es terreno inglés, y la fiesta está muy pensada para este estilo de turista. Aquí encontrarás muchos bares y discotecas con alcohol barato.

Pero si huyes de las luces de neón, los flyers y los chupitos baratos, un punto intermedio puede ser el Happy Dayz Bar, en St Julian’s bay. Buen precio y ambiente.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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