La histórica ciudad de Éfeso
En nuestro viaje a Turquía una de las mejores visitas que hicimos fue a Éfeso, a pocos kilómetros de la ciudad de Selçuk.
Éfeso es una de las ciudades clásicas mejores conservadas del mundo. Así que la visita a esta ciudad romana era una tentación demasiado golosa. Si bien es cierto que está plagada de turistas, eso es por algo. De hecho las masas no se equivocan, es espectacular.
La ciudad tiene muchísima historia, al igual que toda esta zona, de hecho San Pablo estuvo más de dos años en esta ciudad, y un discípulo suyo escribió la epístola a los Efesios, que forma parte del nuevo Testamento de la Biblia.
La Vía Sacra
Decorada con columnas y con suelo de mármol, poco a poco nos deja entrever el mayor tesoro de esta antigua ciudad.
La biblioteda de Celso
Es una de las bibliotecas más antiguas del mundo (completada en el año 135). Además es el punto más representativo de las ruinas. En su momento llegó a albergar más de 12.000 pergaminos.
El gran teatro
En la terminación de la calle del puerto se encuentra este teatro grecoromano con capacidad para 25.000 personas. La acústica es uno de los fuertes de esta construcción en donde artistas como Tina Turner han dado conciertos.
Selçuk, a la sombra de Éfeso
La pequeña localidad de Selçuk vive del turismo que visita las ruinas de Éfeso, a tan sólo 3 km de distancia. La población, para el tamaño que tiene haría las delicias de cualquier amante de historia, una ciudadela, ruinas de un antiguo acueducto, la basílica de San Juan (el apóstol estuvo viviendo aquí), etc.


En los alrededores de Selçuk se encuentra el Templo de Artemisa, o lo que queda de él. Estuvo considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo, pero ahora tan sólo se conserva una de las enormes columnas que sostenían el templo. Los terremotos, saqueos y reutilización de sus piedras lo ha dejado en su actual estado.
Está planeada su reconstrucción por tercera vez en la historia, pero los altos costes frenan el desarrollo del proyecto. Bueno, no pasa nada, su construcción fue comenzada por el rey Creso de Lidia y duró unos 120 años.
La casa de María, Meryemana
Cerca de Éfeso se encuentra una pequeña capilla de rezo donde la gente deja en un muro sus deseos para que la Virgen María los cumpla. Se afirma que la virgen al final de su vida vino con el apóstol Juan a esta villa para asentarse. Cientos de devotos se agolpan a hacer cola en este punto.