El templo de Kom Ombo es un caso un tanto inusual en Egipto. Ubicado en la ribera oriental del río Nilo, entre Edfu y Asuán, se destaca no solo por su belleza, sino también por su peculiaridad única: es un templo dual, dedicado a dos deidades muy diferentes, Sobek y Haroeris, que representan dos facetas opuestas de la existencia.
Es muy habitual realizar la visita de este templo en Crucero, como fue nuestro caso. Por la mañana visitamos el maravilloso Templo de Edfú, y por la tarde, como complemento, Kom Ombo.
El Templo de Kom Ombo fue construido alrededor del siglo II a.C., durante el período ptolemaico, una dinastía de origen macedonio, consecuencia de la conquista de Egipto por Alejandro Magno. Posteriormente fue ampliado por los emperadores romanos.
La dualidad divina, Sobek y Haroeris
El templo de Kom Ombo es único en Egipto por su diseño simétrico, que refleja la dualidad de las fuerzas representadas por sus dos deidades principales: Sobek y Haroeris. Este equilibrio entre opuestos es una muestra de la complejidad del pensamiento religioso egipcio, donde las fuerzas de la naturaleza y la espiritualidad se complementaban en lugar de contradecirse.
Por un lado, Sobek, el dios cocodrilo, simboliza la fertilidad, la fuerza del Nilo y la protección. También encarna el caos y el poder indómito de la naturaleza, evocando el respeto y temor que los egipcios sentían hacia el río y sus habitantes. Su asociación con el Nilo lo convierte en una figura clave para la vida y la prosperidad de Egipto, pero también un recordatorio del peligro inherente a las fuerzas naturales.
En contraste, Haroeris (también conocido como Horus el Viejo), representa la protección, la justicia y la luz. Como una de las formas más antiguas de Horus, el dios halcón, Haroeris está vinculado al orden y la estabilidad, cualidades necesarias para mantener el equilibrio del universo. Haroeris y Horus no son exactamente lo mismo, aunque están estrechamente relacionados. Haroeris (o Horus el Viejo) es una de las formas más antiguas del dios Horus, y su culto tiene características y atributos que lo diferencian de otras manifestaciones de Horus.
Característica | Haroeris (Horus el Viejo) | Horus (hijo de Osiris e Isis) |
Época de culto | Forma más antigua de Horus. | Forma más tardía, predominante en el Reino Nuevo. |
Relación familiar | No se le asocia directamente con Osiris o Isis. | o Isis. Hijo de Osiris e Isis. |
Rol principal | Dios celestial y protector del cosmos. | Vengador, restaurador del trono y protector de los faraones. |
La representación dual hecha arquitectura
Uno de los aspectos más destacados del Templo de Kom Ombo es su diseño simétrico único, concebido para honrar de manera equitativa a sus dos deidades principales, Sobek y Haroeris. Este diseño refleja la importancia de la dualidad en la cosmovisión egipcia, simbolizando el equilibrio entre fuerzas opuestas.
El templo está dividido en dos mitades perfectamente paralelas, cada una con su propio conjunto de capillas, altares y salas dedicadas. Desde la entrada hasta el santuario interior, los espacios están duplicados para que ambas divinidades recibieran igual reverencia. Aunque las dos secciones comparten el mismo plano arquitectónico, las decoraciones en cada mitad varían ligeramente, destacando los atributos de cada dios: Sobek, como símbolo del poder natural y caótico del Nilo, y Haroeris, como protector y guardián del orden.
Este diseño también incluye elementos como columnas grabadas con jeroglíficos que narran rituales y ceremonias relacionadas con ambas deidades, así como relieves intrincados que muestran escenas mitológicas, agrícolas y de ofrendas.
Por otro lado, la avanzada sociedad egipcia se manifiesta también en su ingeniería. Kom Ombo está construido en una zona estratégica cerca del río Nilo, pero esto también lo hace vulnerable a las inundaciones. Durante siglos, el templo sufrió daños debido a la erosión causada por el agua, lo que llevó a los antiguos egipcios a construir sistemas para protegerlo, como canales y muros.
Por terminar este apartado, comentar que aunque el templo tiene raíces egipcias, muchas de sus características arquitectónicas y decorativas muestran influencias del período ptolemaico y romano. Esto incluye detalles estilísticos en los capiteles de las columnas y en los relieves.
Unos curiosos grabados médicos
El templo alberga uno de los primeros registros conocidos de herramientas quirúrgicas. En uno de los relieves, se pueden ver instrumentos como bisturíes, fórceps y pinzas, lo que sugiere que el templo también funcionaba como un centro de curación. Esto refuerza la idea de que los templos egipcios eran no solo lugares religiosos, sino también centros de conocimiento y ciencia.
El pequeño museo
Para los viajeros curiosos, una de las paradas más intrigantes es el pequeño museo anexo al templo, conocido como el Museo del Cocodrilo. Aquí se pueden ver cocodrilos momificados, que eran sagrados para los antiguos egipcios por su asociación con Sobek. Este museo nos recuerda cómo los egipcios veneraban a estos temidos reptiles, ya que eran considerados guardianes del río Nilo y una manifestación viva del dios Sobek. Ver estos restos momificados es una experiencia única que transporta a otra época.