Este año 2020 ha sido un año, monotemático, no cabe duda. Un dato muy conciso: en el año 2019, la palabra más representativa fue «Emoji». En el año 2020, ha sido «Confinamiento«. Poco más que decir.

Normalmente no escribo este tipo de entradas en este blog, enfocado a viajes, pero es que tampoco ha sido un año normal.

Siempre uso una foto sobre algún viaje que he hecho en el año para felicitar al año venidero. Esta vez toca una foto más antigua, que la tomé hace ya unos cuántos años en el barrio de San Telmo, en Buenos Aires, y de la que guardo un especial cariño. Creo que la pareja de ancianos, transmite mucha fuerza, y unos valores tremendos.

Y este año que dejamos, donde miles o millones de personas mayores nos han dejado, toma más razón de ser el dedicarles este humilde homenaje.

Un párrafo un poco intenso (al estilo argentino)

Me hace gracia cuando hay gente que habla de «crisis como una oportunidad para reinventarnos«. Sinceramente, no creo en esos dogmas de fe sacados de estanterías de autoayuda.

Eso sí, este año he aprendido (al menos eso creo) unas cuantas lecciones, que creo que son extrapolables para el resto:

• Que no pasa nada por tener bajones, y que es normal. Lo importante es tener herramientas para sobreponerse a ellos. Y que si no es así, hay que buscarlas (spoiler: l@s amig@s son una de ellas, la tarta de queso y David Hasselhoff, también sirven).
• Que la paciencia es importante, y que este 2020 ha sido capaz de sacar de quicio hasta a los mayores maestros shaolin. Ya veremos qué pasa con 2021. Y que no vuelvo a ver un vídeo de gimnasia de Patri Jordan en lo que resta de mi vida, por mucho que la chica me parezca que está estupenda.
• Que es de vital importancia rodearte de gente que te apoye y te aconseje, dándote otros puntos de vista, y que miren exclusivamente lo mejor para tí (esto último es básico).
• Que el miedo paraliza hasta a las personas más inteligentes. Y que probablemente sea uno de los peores enemigos que tiene una persona, impidiendo vivir y respirar.
• Que como dice el grupo de rock Berri Txarrak: Ikasitakoa desikasten ikasi (aprender a desaprender lo aprendido). Muchas veces somos demasiado conservadores, para parar, echar el freno y revisar si estamos equivocados en cómo hacemos las cosas, y si es preciso, cambiar. Cambiar, esa palabra que hace temblar cimientos.
• Que quien tiene un amig@, tiene un tesoro. Y la persona que no los tiene en los momentos importantes, está jodida. A todos los tesoros que tengo en mi vida, gracias por estar ahí, ya sabéis quiénes sois.
• Que cuando ves en las películas lemas como «libertad» , aunque haya honradas excepciones, en pocas ocasiones son así. La mayoría de gente preferimos la seguridad frente a la libertad (o incluso, legalidad).
• Que una crisis como esta, saca lo mejor y peor de las personas. Y no es una frase hecha. Cabreo, irresponsabilidad, solidaridad, mucha buena gente y mucho hij@ de puta suelto en el mismo año y en los mismos sitios. Cosas de los seres humanos.
• Que hay mucha gente que está mucho peor que yo o mi entorno. De hecho, a nivel mundial, la mayoría. En un año tan complicado, haber podido navegar por Menorca en excelente compañía, conocer la vida rural en Burgos o estar viviendo en la Costa de Cádiz para reducir la ansiedad, son un auténtico privilegio. Lo cierto es que no me consuela, pero me sirve para quejarme menos.

En el año 2019, la palabra más representativa fue «Emoji». En el año 2020, ha sido «Confinamiento«. Poco más que decir

Un párrafo un poco menos intenso (al estilo de Pamplona)

De este 2020 que nos deja, he visto que hay cosas pequeñas que me hacen muy feliz, como:

• Cerveza + buena compañía + hamburguesa = triunfo seguro.
• La música, y concretamente, disfrutarla en directo. Joder cómo echo de menos ir a un concierto o festival.
• El cine, me encanta. Lo seguiré apoyando, aunque cada vez menos gente vayamos a las salas.
• El mar y la montaña, para qué elegir con semejante conformismo. Este blog lo demuestra 🙂
• Trabajar en pijama, es lo más. Y lo segundo que es lo más es despertarte y comenzar a trabajar a los 5 minutos.
• Los tatuajes. Alguno caerá en 2021.

Y por supuesto, viajar y conocer nuevos sitios, gastronomía y gente. Para seguir esa dinámica, mi objetivo para el próximo año es comprarme una furgoneta. Así que espero seguir contando esas nuevas aventuras en el blog. Quién sabe si un viaje por Europa, ojalá.

Y a tí…. ¿qué cosas te hacen feliz?

Concluyendo

Os deseo de todo corazón que el 2021 os vaya genial, y por supuesto que LE DEN POR EL PUTO CULO A ESTE AÑO 2020. Yo ya tengo preparada mi camiseta para quemarla.

Os dejo con un grupo de los años noventa que me gusta mucho, y con una canción que tiene un mensaje muy positivo (de la misma época me encantaba HIM, pero igual deprimo a cualquiera)

For better days. Y seguid viajando y conociendo. Ya sabéis que, como dijo Marc Twain, «viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente.«