Camino de Santiago. Etapa 10: O Cebreiro – Triacastela

Camino de Santiago. Etapa 10: O Cebreiro – Triacastela

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Etapa que empieza fuerte hasta el repecho del alto do Poio, para posteriormente suavizarse. Más de la mitad de la etapa es una bajada constante por el bosque y pequeñas aldeas, hasta llegar a Triacastela, ya en el fondo del valle y rodeada de montañas.

Características de la etapa

  • Etapa 10: O Cebreiro – Triacastela
  • Kilómetros: 21,1 km.
  • Dificultad: baja.

El inicio

Nos despertamos temprano, y para las 7 de la mañana ya estábamos caminando. Al igual que todos los días que estuvimos en Galicia, el día comenzaba con lluvia. Una lluvia no demasiado gruesa, pero bastante desagradable.

La niebla nos impide ver las vistas que sí tuvimos la oportunidad de apreciar el día anterior. Atrás queda O Cebreiro, que nos dejó un magnífico sabor de boca. Una muy digna entrada a Galicia.

Desde ahí atravesamos Liñares, Hospital da Condesa y Padornelo. Pequeñas aldeas que sirven muy bien para hacerse una idea de la vida rural en estas zonas.

Atrás queda O Cebreiro, que nos dejó un magnífico sabor de boca. Una muy digna entrada a Galicia.

Una vez llegamos a Padornelo y posteriormente al alto do Poio la etapa se suaviza, ya que el resto es bajada. Por lo tanto es obligatorio recrearse en un paisaje típico del norte de la península.

La bajada

El alto alto do Poio está a 1335 metros de altitud, y Triacastela a 662. En los 13 kilómetros que nos quedan haremos unos 650 metros de desnivel.

Pasamos a buen ritmo los pueblos de Fonfría y O Biduedo. Supongo que la lluvia hace que aceleremos la marcha. Nuestro siguiente punto es Fillobal, ya en el kilómetro 17. En el pueblo hay un bonito hórreo donde tomamos unas cuantas fotos.

Por si alguien no sabe lo que es un hórreo, se trata de una construcción destinada en la que se guardan los alimentos. Está elevado sobre unos pilares para evitar la entrada de humedad y de animales. Estas construcciones son típicas de Galicia y Asturias, aunque se pueden encontrar en todo el norte peninsular.

Una vez atravesado Fillobal nos encontramos muy cerca de nuestro destino. En la pequeña aldea de Ramil, ya en el kilómetro 20, se encuentra un castaño centenario y unas hermosas vistas.

Fin de la etapa: Triacastela

Y por fin llegamos a Triacastela, un municipio de unos 600 habitantes que se encuentra en el fondo del valle, rodeado de montañas.

Lo primero que hicimos fue dejar el equipaje en el albergue municipal. Por 6 euros por cama el albergue no está mal, además las habitaciones no son para muchas personas.

Lo siguiente que hicimos fue dar una vuelta por el pueblo. El pueblo en sí no tiene nada monumental, pero es bastante bonito, con lo que merece la pena pasear. Además tiene bastantes servicios para los peregrinos.

Otras de las cosas importantes es que comimos genial. Nosotros tomamos un menú del día (10 euros) en el restaurante O peregrino, y cenamos en Parrillada Xacobeo. Ambos espectaculares.

Nosotros en el pueblo nos encontrábamos muy felices…

…porque teníamos dos puntos imprescindibles para cualquier senderista que se precie: tortilla de tamaño descomunal e ingentes cantidades de cerveza:

Las curiosidades del día

En Triacastela hay un negocio tan polivalente que puedes comprar unos huevos, leche, tabaco y leer un libro.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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