Camino de Santiago. Etapa 7: Foncebadón – Ponferrada

Camino de Santiago. Etapa 7: Foncebadón – Ponferrada

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Etapa que alcanza el punto más alto de todo el Camino de Santiago. Posteriormente el trayecto transcurre por la Comarca del Bierzo, y se convierte en una bajada que pone a prueba nuestras piernas y rodillas. Con 1.000 metros de desnivel esta es una de las etapas reina de todo el Camino, curiosamente, por su acusado descenso. Ponferrada es la recompensa.

Características de la etapa

  • Etapa 7: Foncebadón – Ponferrada
  • Kilómetros: 27,3 km.
  • Desnivel: 970 metros de desnivel positivos.
  • Dificultad: alta.

El inicio

En nuestro caso nos pusimos los frontales y partimos muy temprano ya que la etapa es bastante larga. Atrás dejamos el poblado de Foncebadón, y tras 2 kilómetros llegamos a la Cruz de Ferro. Con sus 1.500 metros de altitud tiene el honor de considerarse el punto más alto de todo el Camino de Santiago.

Cuenta la tradición que el peregrino debe arrojar una piedra de espaldas a la Cruz de Ferro, pidiendo el deseo de continuar con buena suerte su camino. En nuestro caso, con niebla y oscuridad, no sé si hubiese tenido sentido.

Nuestro recorrido transcurrío a través de una espesa niebla, que apenas nos dejó divisar el camino y la base militar de transmisiones. Es curioso que todo este trayecto se haga con contínuos «subeybaja«, aunque estos son un espejismo del verdadero descenso.

Normalmente el descenso se hace por el sendero (además está claramente señalizado). Sin embargo, debido a las dolencias que arrastraba en las rodillas lo hice por carretera.

Incluso por carretera el desnivel es muy acusado. En mi caso no tuve problemas con los coches, ya que era muy temprano y cuando me crucé con algún coche siempre había espacio suficiente para apartarse.  Mis compañeros tomaron el camino normal, que compaginaba tramos de carretera con sendero de montaña.

El Acebo, una pausa en el Camino

Paso a paso casi nos acercamos a la mitad de la etapa, hasta la pequeña población de El Acebo. Digamos que con sus 20 habitantes no se puede considerar una urbe, pero sus casas de piedra y techos de pizarra hacen de este lugar una parada obligatoria. Además en el mesón se puede reponer fuerzas.

En su momento llegó a tener 300 habitantes, e incluso el beneplácito real. De hecho a cambio de que los vecinos colocasen 800 palos de guía entre el pueblo y Foncebadón para los peregrinos, el pueblo quedaba libre de pagar impuestos.

Una bonita sorpresa, Molinaseca

Tras seguir el descenso y pasar por Riego de Ambrós alcanzamos el bonito pueblo de Molinaseca.

El puente de los peregrinos es el primer contacto que tuvimos con Molinaseca. Menudo recibimiento, sí señor. Este puente de origen románico ha visto pasar sobre sus piedras a muchos caminantes. Prueba de ello son los registros históricos que datan del año 1166.

Este fue un buen momento para hacer una parada en el Camino. Al fin y al cabo el pueblo lo merecía, y sólo quedaban 7 kilómetros para nuestro destino.

Fin de la etapa: Ponferrada

Varias urbanizaciones rodeadas de viñas nos indican que estamos ya muy cerca de la capital del Bierzo: Ponferrada. Con sus 66.000 habitantes es la segunda ciudad más grande de León, y su estética medieval atrapa.

Pero antes de visitar la ciudad dejamos las mochilas en el alojamiento del día en el Albergue Guiana. Por 12 euros por noche en habitación compartida, podemos decir que es uno de los mejores alojamientos en los que estuvimos. Muy limpio y con todo tipo de servicios. De hecho parecía más un hotel que un albergue. Como punto negativo es que el ambiente es un poco frío.

Una vez que nos acomodamos nos fuimos a visitar los puntos de interés.

El Castillo templario de Ponferrada

Con diferencia es el punto más importante del municipio. Declarado monumento nacional su origen es antiguo, muy antiguo. Comenzó siendo un castro celta, para posteriormente pasar a ser una plaza militar romana. Los visigodos ampliaron la fortaleza, así como los templarios.

En resumen, que ahora hay un enorme recinto poligonal de más de 8.000 metros cuadrados. Desde sus dobles y triples defensas se divisa gran parte de la ciudad. Es posible visitarlo, y si eres peregrino te descuentan 1 euro, algo es algo (ejem).

Su origen es antiguo, muy antiguo. Comenzó siendo un castro celta, para posteriormente pasar a ser una plaza militar romana.

Callejeando y tapeando

Como siempre digo, lo mejor para conocer una ciudad es recorrerla a pie. La antigua entrada a la ciudad por la Calle del Reloj, la plaza de la basílica, la del Ayuntamiento… su estilo medieval merece que Ponferrada se saboree con tranquilidad.

También es imprescindible disfrutar de los bares y mesones de la zona. Al igual que todos los sitios de la comarca las tapas van incluidas con las bebidas.

La cultura del Bierzo

Por si alguien está un poco perdido, es importante saber que los lazos que unen Galicia con El Bierzo, y viceversa, son enormes. De hecho hasta el siglo XV El Bierzo formaba parte de Galicia. Es en ese momento cuando  es integrado en la Corona de Castilla, que no en el Reino de León.

Sin embargo es curioso que en esta zona hay alumnos que estudian y hablan gallego. Por otro lado los lazos con Asturias también son patentes.

Las curiosidades del día

Nos encontramos una performance de un jesuscristo callejero que daba un poco de miedito. Además, creo que en el Nuevo Testamento no se dice nada de que Jesús fumase tabaco rubio cuando dejaba de pedir limosna.

Museo de la radio Luis del Olmo, toma ya.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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