Navarra y el Pirineo – los salvajes valles orientales

Navarra y el Pirineo – los salvajes valles orientales

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El Pirineo Navarro, es un rincón pintoresco en la parte más oriental de Navarra, un paraíso para los amantes de la naturaleza y los aficionados al turismo rural. Sus paisajes montañosos, valles verdes y bosques exuberantes, hacen de esta región un destino inolvidable para los viajeros que buscan escapar del bullicio de la vida urbana y sumergirse en la serenidad de la naturaleza.

En este viaje virtual, te llevaré a través de algunos de los valles más salvajes y aislados de Navarra: el Valle de Salazar, el contiguo Valle de Roncal (que juntos conforman la Comarca Roncal-Salazar o Valles Pirenaicos Orientales), el Valle Belagua, el más agreste de todos los valles navarros, y el Almiradío de Navascués y Castillo Nuevo.

Esta ha sido una de las entradas que más tiempo me ha costado realizar de todo el blog. Y es que esta zona tiene tantísimos sitios que ver, y cosas que contar que quería hacerlo con el máximo cariño posible. Espero que os guste.

¿Qué puedo esperar de esta zona?

Naturaleza, naturaleza y más naturaleza. Ya sea a través de ríos, bosques o montañas. Si te gusta la montaña estás de enhorabuena. A Diferencia de otros valles verdes de Navarra como el Valle del Baztan, aquí las cumbres son muchísimo más pronunciadas. En esta zona se puede hacer alta montaña en cualquiera de sus variantes, ya sea caminando, escalando, haciendo esquí de fondo…

Por otro lado, podrás hacer turismo rural, ya que los pueblos de la zona son preciosos. Las casas pirenaicas son enormes, con tejados a dos o cuatro aguas (habitualmente las de cuatro aguas indicaban que la familia tenía mayor poder adquisitivo), y piedra, mucha piedra. También es común ver los balcones y ventanas cuidadosamente decorados con flores.

Las tradiciones vascas y de una montaña severa en los inviernos, han conformado el carácter de la gente de la zona, y también de la gastronomía. La comida es deliciosa, pero también calórica: txistorra, ternera, cordero, o el famoso queso de Roncal, son algunos de los platos que podrás tomar por la zona.

Ah, las carreteras son estrechas, así que si vas en coche, o furgoneta, te aconsejo que te lo tomes con calma. Estás en un sitio para disfrutar.

El valle de Salazar (Zaraitzu ibarra)

Una breve introducción al valle de Salazar

Parece que el origen de Salazar viene de «Sahats«, el nombre en euskera que se le atribuye al sauce. Un extenso bosque de sauces, conocido como Zaraitzu, parece haber sido la fuente de inspiración para el nombre del valle y el río Salazar.

Las primeras referencias históricas que datan del origen y desarrollo del Valle de Salazar nos transportan al siglo VIII, cuando una tribu vascona, dedicada principalmente al pastoreo, se asentó en la región y experimentó una conversión al cristianismo en sus primeras etapas.

Fue en el siglo XIX, durante la primera mitad de ese siglo, cuando el Valle de Salazar fue subdividido en municipios independientes, que dura hasta nuestro tiempo.

¿Qué pueblos conforman el valle de Salazar?

El valle está conformado por los siguientes pueblos: Esparza de Salazar (Espartza Zaraitzu), Ezcároz (Ezkaroze), Gallués (Galoze), Güesa (Gorza), Ibilcieta (Ibizta o Ibiltzieta), Iciz (Izize), Igal (Igari), Izal (Itzalle), Izalzu (Itzaltzu), Jaurrieta, Ochagavía (Otsagabia u Otsagi), Oronz (Orontze), Ripalda (Erripalda), Sarriés (Sartze), Uscarrés (Uskartze)

Si no tengo mucho tiempo… ¿qué pueblos debería visitar?

Si bien todos los pueblos tienen su encanto, hay alguno que sobresale del resto. Entre los que creo que no pueden faltar son:

  • Esparza de Salazar (Espartza Zaraitzu)
  • Ezcároz (Ezkaroze)
  • Ochagavía (Otsagabia u Otsagi), por encima del resto.

Esparza de Salazar (Espartza Zaraitzu)

El río Salazar atraviesa su término de Norte a Sur, y el puente que da la bienvenida al pueblo es la nota de color de este pequeño y bello municipio.

Ezcároz (Ezkaroze)

El conjunto urbano de Ezcároz (Ezkaroze en euskera), se distingue por sus calles adoquinadas y la apariencia distinguida de sus casas pirenaicas, que presentan tejados de fuerte pendiente y tejas planas.

La vida del pueblo gira en torno a la ganadería, con rebaños de ovejas rasas y reses pirenaicas. Además, la actividad agrícola se centra en el cultivo de patatas, tanto para la siembra como para el consumo. Si te das una vuelta por el pueblo, podrás apreciar unas huertas muy cuidadas.

Ochagavía (Otsagabia u Otsagi), un pueblo imprescindible

La joya de la corona del Valle de Salazar es el pueblo de Ochagavía / Otsagabia. Está considerado uno de los pueblos más bonitos de Navarra, y revistas como National Geographic se hacen eco de ello. Si solo puedes visitar un sitio, este debería ser tu destino.

El origen de Ochagavía / Otsagabia proviene del euskera, aunque los eruditos del tema no se ponen de acuerdo sobre su significado. Una de las más extendidas, es que proviene de «Ots(o)a» que significa «el lobo«, y «kabia» que significa «el nido«. Es decir, el nido de lobos. Vaya nombre elegante ¿eh?

El plano de las cuidadas calles empedradas, lo marca el río Anduña, que corta el pueblo en dos mitades. Casonas de piedra espectaculares, con blasones, coloridas flores y al fondo, la majestuosa Sierra de Abodi, enmarcan un paraje de ensueño.

Cuando llegas a Ochagavía / Otsagabia, lo que inmediatamente llama la atención es el puente de piedra medieval que se alza majestuosamente sobre el río Anduña. Su silueta, enmarcada por las encantadoras casas del paseo principal, se ha convertido en una de las imágenes más icónicas de la villa.

Este es el punto de inicio ideal para adentrarse en el pueblo y explorar las calles adoquinadas, descubriendo así los fascinantes rincones que Ochagavía / Otsagabia tiene para ofrecer. Si te atreves a ir más allá de la calle que acompaña el río, podrás visitar la Iglesia de San Juan Evangelista y su torre, una construcción que data del siglo XVI. También te podrás adentrar en las callejuelas, descubriendo los imponentes palacios medievales de Urrutia, Iriarte y Donamaría, entre otros.

Las puertas de las casas comúnmente están decoradas con eguzkilores (flor del sol), una flor del Pirineo que en la tradición vasca, ahuyenta a las brujas.

La famosa Selva de Irati

La selva de Irati da para hacer una entrada específica. Se trata de uno de los mayores bosques del sur de Europa. A diferencia de lo que su nombre sugiere, Irati no es una selva tropical, sino un impresionante bosque de hayas y abetos que se extiende por más de 17,000 hectáreas. Es el segundo bosque más extenso y mejor conservado de hayas y abetos en Europa, después de la Selva Negra en Alemania.

Si te gusta el bosque, este sitio es mágico, y en mi opinión, en otoño, cuando la caída de la hoja (finales de Octubre), este bosque luce en todo su esplendor. Para más información puedes visitar el especial de la Selva de Irati.

El valle de Roncal (Erronkaribar)

Una breve introducción al valle de Roncal

Al igual que su vecino el Valle de Salazar, la naturaleza en este valle es espectacular. Quizás, incluso aún más salvaje. De hecho, en el valle de Roncal, se encuentra el punto más elevado de toda Navarra: la imponente Mesa de los Tres Reyes, que se alza a 2.424 metros sobre el nivel del mar.

Los pueblos guardan alguna historia particular, como la que conforma los escudos de todos los pueblos del valle. La batalla de Olast u Ollate, que tuvo lugar en el año 732 (o posiblemente en 785), fue un evento histórico crucial para el Valle de Roncal. Ocurrió durante la invasión musulmana de los Pirineos. Las fuerzas dirigidas por Abd al-Rahman el Gafequi, líder del Califato de Córdoba, se enfrentaron a los habitantes del Valle de Roncal en Olast, cerca de Yesa. En el enfrentamiento, Abderraman fue capturado y decapitado por una guerrera roncalesa. En memoria de este suceso, una cabeza con rasgos árabes se incluyó en los escudos de todos los pueblos del valle como un símbolo conmemorativo de la batalla.

Aviso a navegantes, mejor portarse bien.

¿Qué pueblos conforman el valle de Roncal?

El valle está conformado por los siguientes pueblos: Burgui (Burgi), Garde (Garde), Isaba (Izaba), Roncal (Erronkari), Urzainqui (Urzainki), Uztárroz (Uztarroze), Vidángoz (Bidankoze).

Si no tengo mucho tiempo… ¿qué pueblos debería visitar?

La verdad es que me cuesta quitar alguno de esta lista. Isaba y Roncal, por la relevancia que tienen en el valle, me parecen los más relevantes. Sin embargo el resto también son muy bonitos.

Burgui

Entrada al valle por el sur, la ubicación estratégica de Burgui (Burgi en euskera) influyó en su papel militar, lo que se refleja en la presencia de un destacado castillo en la Edad Media. Actualmente, en el lugar donde se alzaba el castillo, se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Castillo, y aún se conserva un impresionante puente medieval que atraviesa el río Esca.

Pero si hay un protagonista en Burgui ese es el río. Y el día donde más protagonismo cobra es en «El Día de la Almadía«, una celebración tradicional que rinde homenaje a la ancestral actividad de transportar troncos de madera por los ríos de la zona utilizando balsas llamadas «almadías.» Este evento es una parte fundamental de la herencia cultural y la historia de Burgui y del Valle de Roncal en Navarra

Isaba (Izaba)

Isaba (Izaba en euskera), situada al norte del Valle pirenaico de Roncal, es un encantador pueblo rodeado por montañas y bañado por el río Esca. Sus características distintivas incluyen calles estrechas y empedradas, casas de piedra y madera con tejados a dos o cuatro aguas para evitar que la nieve se acumule.

La iglesia de San Cipriano, del siglo XVI, con un marcado estilo defensivo, destaca en el paisaje del municipio. Por cierto, si sigues un poco más hacia arriba del pueblo, pasada la iglesia, tendrás las mejores vistas de todo Isaba.

Además, Isaba es famosa por sus escudos nobiliarios, como el de la fuente Uturrotx, que narra la historia del valle. La Casa de la Memoria de Isaba es un museo que preserva las costumbres y tradiciones roncalesas a través de una moderna museografía.

En la carretera que conduce de Isaba a Belagua, se encuentran dos puentes románicos que datan de la antigua ruta a Belagua. Uno de estos puentes es conocido como el «puente del Ibón,» construido hace cinco siglos en 1568.

Roncal (Erronkari)

La Villa de Roncal (Erronkari en euskera) se extiende a ambos lados del río Esca en el Pirineo Navarro. Sus calles adoquinadas, dispuestas en forma de Y, guían al visitante desde la iglesia parroquial hacia varios edificios señoriales, entre los que se destacan la Casa Sanz, la Casa Gambra y la Casa López.

Hoy en día este pueblo está dentro de los pueblos más bonitos de España. Por algo será. El pueblo también alberga el mausoleo del gran tenor navarro Julián Gayarre (1844-1890), conocido por sus triunfos en las principales óperas europeas.

Urzainqui (Urzainki) y Uztárroz (Uztarroze)

Otros dos pueblos con muchísimo encanto son Urzainqui (Urzainki) y Uztárroz (Uztarroze). Si bien no tienen nada especial, el cuidado de sus calles y su entorno los hace especiales.

En el caso de Uztárroz, las mejores vistas se pueden ver desde la ermita que está enfrente del pueblo. El paisaje es de postal:

En el caso de Urzainki, todas sus calles están cuidadas al detalle. Sin embargo, la zona del frontón es el sitio que más me llamó la atención por un motivo: la estampa de Urzainki desde el frontón representa muy bien al Pirineo navarro. Por un lado, casas de piedra adornadas con mucho gusto (las flores no pueden faltar), en el centro, omnipresente, la naturaleza y la montaña. Y como no, las ancestrales tradiciones vascas, en este caso representadas por la pelota y el frontón

Belagua (Belagoa), el valle glaciar navarro

El Valle de Belagua se encuentra en un entorno montañoso de gran belleza, rodeado por las majestuosas montañas de los Pirineos. Este valle es conocido por sus paisajes alpinos, prados verdes, bosques frondosos y ríos cristalinos. Es un destino popular para los amantes de la naturaleza y los entusiastas del senderismo y el alpinismo.

Se trata del único valle de origen glaciar de Navarra, y es el rincón pirenaico más notable de la Comarca de los valles pirenaicos orientales. Con altitudes que varían desde los 1,100 metros en el conocido como Rincón de Belagua hasta los 2,428 metros en la Mesa de los Tres Reyes, la cumbre más elevada de Navarra.

El fondo de Belagua se caracteriza por una extensa llanura cruzada por los barrancos de los ríos Belagua y Arrakogoiti, rodeada por majestuosas cimas como Larrondoa, Lakartxela, Bimbalet, Lákora, Lapaquiza de Linzola, o Txamantxoia, entre otras. Estas cimas se elevan entre los 1.700 y los 2.000 metros sobre el nivel del mar, creando un paisaje verdaderamente impresionante.

Desde el refugio de Belagua se pueden disfrutar de unas vistas espectaculares y comenzar algunas de las rutas de montaña que nos acercarán a la zona más agreste de Navarra.

El almiradío de Navascués

Quizás Navascués (Nabaskoze en euskera) no sea tan espectacular como el resto de sitios que he puesto en esta lista. Sin embargo, hay un sitio que sí merece la pena visitar. Se trata de la Ermita de Santa María del Campo.

Esta hermosa ermita, que data del siglo XII, es un destacado ejemplo del románico rural en Navarra. Aunque en sus primeros tiempos fungía como la parroquia del pueblo, en la actualidad sirve como la capilla del cementerio.

Un paraíso para los amantes de la montaña

Las montañas de Los Pirineos son las claras protagonistas de estos valles. Existen infinidad de excursiones para todos los niveles, desde sencillos paseos a rutas de varios días con miles de metros de desnivel. El límite lo pones tú. La Sierra de Abodi, El Macizo del Karst de Larra, la Peña Ezkaurre, Lakartxela, Petrechema, las aproximaciones a los montes franceses como el Auñamendi… la lista es interminable.

No tengo ninguna duda que los parajes que se pueden ver en Los Pirineos son algunos de los mejores de Europa.

Por último… una curiosidad: las golondrinas

En los difíciles años 20 y 30 del siglo pasado, las mujeres de Roncal, Ansó y Salazar, se convirtieron en una fuerza laboral altamente cualificada y apreciada en la próspera industria de las alpargatas en Maule, la capital de Zuberoa, en Francia. En una época en la que no existían carreteras ni comunicaciones, cruzar los Pirineos se convertía en una aventura impulsada por la necesidad.

Su partida en otoño y regreso en primavera, además de su vestimenta negra, les valió el apodo de «las golondrinas«. Durante seis meses al año, algunas de ellas formaban familias en la otra vertiente, mientras que otras se separaban de sus hijos durante meses. La trashumancia y las golondrinas moldearon a las familias pirenaicas en una sociedad migrante durante décadas.

El hecho de compartir el mismo idioma en ambas vertientes del Pirineo, aunque con sus respectivas variantes: el euskera roncalés y el euskera suletino, facilitó la transferencia cultural entre ambas regiones. Estas dos joyas lingüísticas de nuestra lengua no deben ser olvidadas.

La memoria de estas mujeres aún perdura en los pueblos pirenaicos, y se ha creado un itinerario de trekking de 4-5 días que conmemora esta dura marcha.

Si quieres conoces más…

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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