Ulcinj, un trozo de Albania en Montenegro

Ulcinj, un trozo de Albania en Montenegro

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Si Kotor tiene un casco histórico espectacular y Budva tiene unas playas envidiables, Ulcinj recoge un poco de estas características y le suma un toque de cultura albana. Si estás recorriendo Montenegro, disfrutar de sus callejuelas, es algo casi obligatorio.

Es evidente que cuanto se viaja más al sur de Montenegro, y se está más cercano con la frontera con Albania, las iglesias dan paso a mezquitas. Si quieres conocer un poco de la cultura albanesa sin pasar la frontera, Ulcinj es el lugar adecuado.

De hecho, el 61% de su población es albanesa, y un 68% musulmana. El encuentro entre dos culturas es más que evidente, y los elegantes minaretes de las mezquitas en el paseo marítimo, bien nos lo recuerdan.

Ulcinj, con más de 2.000 años a sus espaldas, es una de las ciudades más antiguas del Mar Adriático. Hoy en día es una reconocida población turística, en donde los turistas kosovares animan el paseo en los días de verano.

Stari Grad (Casco antiguo)

Sin lugar a dudas el recinto amurallado de lo que era la ciudad originaria es lo más interesante de la ciudad.

En 1979 hubo un terremoto que destrozó gran parte de las viviendas. Tras leer varias guías y reseñas de la zona (en muchos sitios decía que estaba tan destartalado o más que Lisboa), pensaba que nos encontraríamos un recinto en un estado deplorable. Nada más lejos de la realidad, el estado de conservación ha mejorado mucho en los últimos años y muchas zonas están totalmente reconstruidas.

En el Casco antiguo hay algún edificio relevante, como el Palacio y la Corte, la Torre de los Balšić, o la iglesia /mezquita, donde está el Museo de la Ciudad y el Mercado de esclavos.

La zona de Stari Grad cuenta con calles empedradas, bastiones defensivos y cuestas, muchas cuestas. Es evidente que el turismo ha llegado para quedarse, y la zona está llena de alojamientos y restaurantes con las mejores vistas de la ciudad. Cenar por la noche en alguna de las terrazas con vistas al mar una experiencia muy agradable.

Las playas

En la ciudad se encuentra la Mala Plaža, y aunque su nombre quiera decir playa pequeña, es la principal de la ciudad. En el paseo también hay infinidad de tiendas y restaurantes. Hacia el sureste hay una serie de calas con sus chiringuitos y pubs de estilo ibicenco.

Sin embargo, a las afueras de la ciudad se encuentra la enorme Velika Plaža (playa grande, tampoco estaban ese día con una gran inventiva) que, con sus 13 kilómetros de extensión, es la playa más larga de Montenegro. Hoy en día esta playa está explotando a nivel turístico, y hay un plan de desarrollo «sostenible», aunque, como siempre en estos casos y con la experiencia española, habrá que estar atentos de posibles masificaciones indeseadas.

La ciudad

Ulcinj es una ciudad pequeña, de algo más de 10.000 habitantes, tranquila en invierno y mucho más bulliciosa en verano. Además del casco antiguo (Stari Grad) y las playas, hay algún otro punto de interés para visitar.

Por un lado, la ciudad destaca por su gran cantidad de mezquitas. La mayoría son bastante humildes por fuera, pero la mezquita de los marineros, en pleno paseo marítimo, destaca entre las demás. En el pasado esta mezquita también sirvió de faro.

Hay otras mezquitas relevantes, como la mezquita de Pasha, la mezquita de lo alto del mercado, la mezquita de Mezjah o la mezquita de Lamit.

Ulcinj mezcla ocio e historia sin complejos. Por el lado de la historia, y dominando Mala Plaža, se encuentra el Monumento a la libertad en la Segunda Guerra Mundial. Estas alas de hormigón recuerdan la lucha y liberación de la extinta Yugoslavia, de la que formaba parte Montenegro.

Otra característica de la ciudad es que las calles llegan a tener hasta tres nombres diferentes, el nombre montenegrino, el nombre albano del periodo de la antigua Yugoslavia y un nuevo nombre en albanés.

Por otro lado, está la cara del ocio, que en temporada estival eleva su nivel. Por ejemplo, la zona del paseo marítimo pegada a Stari Grad, se convierte en una gran discoteca al aire libre, con infinidad de pubs y luces de neón.

Un pedacito de Albania y de… ¿España?

Para terminar, no quería dejar de pasar una historia que no está comprobada, pero que en Ulcinj tienen muy claro que es cierta. De hecho, la historia la enseñan en la escuela.

En la ciudad dicen que Miguel de Cervantes estuvo preso en esta ciudad, capturado por piratas en el Mediterráneo. Por aquel entonces la población se llamaba «Cita di Dolcinio«. Es de este nombre del cual se inspiró Cervantes para crear a Dulcinea del Toboso, la dama por la que suspira el hidalgo caballero Don Quijote de la Mancha.

La historia tiene sus agujeros, pero en Ulcinj, Cervantes tiene una plaza, estatua, restaurante… que no se diga que no le quieren.

davidsantes

Érase una vez un tipo normal con una gran pasión, viajar. Esta pasión a su vez alimentaba su curiosidad, y como tenía muy mala memoria lo dejaba todo plasmado en otra aficción, la escritura. Este tipo normal también era un loco de la fotografía, con lo que al cerrar el círculo lo transformó en un blog.

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