Bruselas, la capital de Bélgica y sede de la Unión Europea, es una ciudad cosmopolita en donde es sencillo escuchar los idiomas de los diferentes estados que conforman el continente. Si bien no es una ciudad con el esplendor de París, o la elegancia de las ciudades de Flandes, como Brujas o Gante, eso no quita para que esta ciudad tenga unos cuántos sitios que por sí solos merezcan visitar la ciudad.
La ciudad es sencilla de visitar, y aunque toda la región supera holgadamente el millón de habitantes, la capital apenas llega a los 175.000. Por eso, además del manejable centro histórico, los barrios de los alrededores tienen mucho que ofertar, como espero que quede claro en esta entrada ¡Allá vamos!
Un poco de historia
Aunque no hay documentos que evidencien el año de su fundación, se cree que esta fue en el año 979, y, debido a su ubicación en la ruta comercial entre Brujas y Colonia, obtuvo un estatus privilegiado que propició su rápido crecimiento. Esto la convirtió en un centro neurálgico de diversas corrientes de toda Europa, otorgándole un ambiente liberal y cosmopolita. Así, la ciudad acogió nuevas teorías religiosas y sociales, asimilándolas con relativa facilidad. En 1477, pasó a formar parte del Imperio Español.
A partir de entonces, Bruselas y el territorio que hoy conforma Bélgica atravesaron una serie de revueltas contra las diferentes potencias que las dominaron, incluyendo Austria, los Países Bajos y la Francia napoleónica. Bélgica logró su independencia en 1830, con Bruselas como su capital. La ciudad fue sede de tres exposiciones universales (1897, 1910 y 1958) y fue ocupada por los alemanes en ambas guerras mundiales.
En una época más reciente, Bruselas fue elegida como sede de la Unión Europea Occidental (UEO) en 1948, debido a una combinación de factores estratégicos, políticos e históricos. La estabilidad política y la neutralidad de Bélgica, junto con el apoyo activo del gobierno belga, refuerzan su idoneidad como sede de la UEO, garantizando un entorno propicio para la cooperación en materia de defensa y seguridad entre los estados miembros. Otras candidatas a sede fueron París y Berlín, pero en la memoria colectiva aún estaban muy presentes las guerras mundiales.
Hoy en día Bruselas es una ciudad próspera y cosmopolita. Si bien la criminalidad está aumentando en los últimos años, no es algo alarmante, y es manejable. Como en cualquier otra ciudad donde se hace turismo, es conveniente no ostentar objetos de valor, y tener un poco de sentido común.
La Grand Place, ¿la plaza más bellas del mundo?
Partimos desde La Grand Place, considerada una de las plazas más bellas del mundo, y que es el corazón histórico de Bruselas. Rodeada de magníficos edificios del siglo XVII, como el Ayuntamiento y la Casa del Rey, esta plaza es un ejemplo sublime de la arquitectura gótica y barroca.
La historia de la Grand-Place (Grote Markt en flamenco) se remonta al siglo XI cuando era un mercado abierto. Con el tiempo, se fueron construyendo edificios alrededor, reflejando la creciente importancia económica y social de Bruselas. En el siglo XV, comenzaron a levantarse las primeras casas gremiales y edificios importantes. El Ayuntamiento, un majestuoso edificio gótico, se completó en 1455 y se convirtió en el centro administrativo de la ciudad.
La Grand-Place de Bruselas fue inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1998, y personajes célebres como Víctor Hugo la han considerado la plaza más bella del mundo. Sin lugar a dudas, rivaliza con otras plazas como la Plaza de San Marcos de Venecia, o la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga.
Las Galerías Saint Hubert
Si La Grand Place rivaliza con otras plazas europeas de gran belleza, las Galerías Saint Hubert no se quedan atrás compitiendo con otras grandes galerías como las de Milán (aunque para mi gusto, en un peldaño por debajo).
Inauguradas en 1847, las Galerías Saint Hubert son uno de los primeros centros comerciales cubiertos de Europa. Entre los años 1820 y 1880 se construyeron en Bruselas siete galerías comerciales cubiertas. Hoy en día, sólo se conservan tres de ellas: las Galerías Bortier, el Northern Passage y las Galerías Saint Hubert.
Estas elegantes galerías albergan tiendas de lujo, chocolaterías, cafeterías y teatros. Pasear por sus pasillos es como retroceder en el tiempo, disfrutando de su arquitectura neo-renacentista y de la atmósfera refinada que las caracteriza.
Catedral de San Miguel y Santa Gúdula
La Catedral de San Miguel y Santa Gúdula es una impresionante obra maestra del estilo gótico que data del siglo XIII, aunque su construcción se extendió a lo largo de varios siglos y terminó en el 1500. Esta catedral ha sido testigo de numerosos eventos históricos, incluyendo bodas reales y ceremonias de Estado. Su diseño impresionante incluye una nave central imponente, magníficas vidrieras que iluminan el interior, y una serie de capillas laterales decoradas con obras de arte religioso.
Si las torretas laterales llaman la atención por su altura, unos 65 metros que dominan la ciudad, el interior y concretamente los vitrales, son especialmente impresionantes, destacando por su belleza y detalle. Estos vitrales, que datan de diferentes épocas, representan escenas bíblicas, santos y figuras religiosas, y añaden un ambiente celestial al interior de la catedral. Además de los vitrales, la catedral alberga una rica colección de arte religioso, incluyendo pinturas, esculturas y tapices.
El Palacio de la Bolsa
El Palacio de la Bolsa, un imponente edificio neoclásico, ha sido testigo de la evolución económica de Bruselas. Aunque ya no se utiliza como bolsa de valores, sigue siendo un importante símbolo histórico y arquitectónico de la ciudad. Tras su última reforma, se ha convertido en uno de los edificios favoritos de los habitantes de Bruselas. Hoy en día alberga el Museo de la cerveza belga (Belgian beer world).
Es obligatoria la visita a la terraza del Palacio de la Bolsa, la cual es gratis y ofrece una de las mejores vistas de la ciudad. Además, mientras ves unas vistas alucinantes, te podrás tomar una rica cerveza en The beer lab ¿qué más se puede pedir?
El palacio real y el Jardín Mont des Arts
El Palacio Real de Bruselas es la residencia oficial del Rey de los Belgas (aunque en realidad no es su residencia principal). Es utilizado principalmente para ceremonias oficiales, recepciones y eventos de Estado. El palacio actual fue construido en el siglo XVIII sobre los restos de un antiguo palacio y ha sido objeto de varias renovaciones y ampliaciones a lo largo de los años. Su arquitectura neoclásica y su imponente presencia lo convierten en uno de los principales puntos de interés de la ciudad.
El Jardín Mont des Arts es un parque situado en una colina justo al lado del Palacio Real. Ofrece unas bonita vistas panorámicas de la ciudad, y es un lugar perfecto para relajarse y descansar durante la visita a Bruselas. Además de su belleza, el Jardín Mont des Arts también alberga varios museos importantes, como el Museo de Instrumentos Musicales y el Museo Magritte. Estos museos se encuentran en la base de la colina, en una zona conocida como la Plaza de Mont des Arts, que es un importante centro cultural de la ciudad.
Es obligatoria la visita a la terraza del Palacio de la Bolsa, la cual es gratis y ofrece una de las mejores vistas de la ciudad.
Manneken Pis y otras estatuas famosas
Aún en el centro histórico de la ciudad, el Manneken Pis, una pequeña estatua de un niño orinando, es uno de los símbolos más queridos de Bruselas. Aunque pequeño en tamaño, su importancia cultural es enorme, y sus disfraces que cambian con frecuencia son un atractivo añadido. No muy lejos, también puedes encontrar a Jeanneke Pis y Zinneke Pis, sus contrapartes femenina y canina, respectivamente.
Supongo que esto es cuestión de gustos, pero para mí estas esculturas están sobrevaloradas. Lo mismo me ha sucedido al ver la sirenita de Copenhague, el reloj de Praga, u otros elementos del estilo.
El barrio del Sablon, un barrio de arte
El Barrio del Sablon es un encantador distrito histórico ubicado en el corazón de Bruselas, conocido por su elegancia, su atmósfera bohemia y su rica herencia cultural. Este barrio, situado entre la Grand Place y el Palacio de Justicia, es un lugar donde el pasado y el presente se fusionan de manera armoniosa, ofreciendo una experiencia única a sus visitantes.
El barrio está ubicado en una pequeña colina, con unas bonitas vistas de la ciudad. En su corazón se encuentran dos plazas gemelas: la más grande, conocida como Grand Sablon en francés o Grote Zavel en neerlandés, ubicada al noroeste, y la más pequeña, Petit Sablon en francés o Kleine Zavel en neerlandés.
Entre los puntos más relevantes de este barrio se encuentran el Jardín de la Place du Petit Sablon, la Iglesia Notre Dame du Sablon y el Palacio de Justicia. También hay infinidad de comercios, museos y restaurantes.
Jardín de la Place du Petit Sablon
Uno de los mayores atractivos del Barrio del Sablon es el Jardín de la Place du Petit Sablon, un tranquilo oasis verde adornado con elegantes estatuas que representan a los gremios de Bruselas. Aunque se trata de un encantador jardín, su pequeño tamaño y la imposibilidad de estar en el césped, no invita a estar demasiado tiempo.
Iglesia Notre Dame du Sablon
La iglesia de Notre Dame du Sablon, una joya del gótico brabantino, es otro punto destacado del barrio. Su impresionante arquitectura y sus vidrieras, hacen de esta iglesia un lugar de visita obligada para los amantes del arte y la historia.
Palacio de Justicia
El imponente Palacio de Justicia, uno de los edificios judiciales más grandes del mundo, domina el horizonte del Barrio del Sablon. En mi opinión, el edificio es una mole demasiado tosca, que me recuerda a los edificios comunistas. Eso sí, las vistas panorámicas de la ciudad desde su ubicación en lo alto de la colina sí que merecen la pena.
La Puerta de Hal o Halle
La puerta de Hal («Hallepoort’’ en neerlandés) es otro de los atractivos del barrio de Sablon. Para mí uno de los sitios más tranquilos, bonitos y relajados del barrio.
Construida en el siglo XIV como parte de las fortificaciones de la ciudad, hoy se erige como un vestigio del segundo cinturón defensivo de la ciudad.
El barrio de Saint Géry, que viva el hedonismo
El barrio de Saint Géry, conocido por su vibrante vida nocturna y su oferta gastronómica, es un lugar perfecto para explorar la cultura local. El antiguo mercado de Saint Géry, ahora un centro cultural, es un excelente punto de partida para disfrutar de este dinámico barrio. El barrio y sus calles tiene cierto aire a París, salvando las distancias.
Por la noche, esta zona se convierte en un animado epicentro de la vida nocturna, con una buena variedad de bares, discotecas y terrazas. Es un lugar muy popular y una parada obligatoria si estás buscando opciones para salir en Bruselas.
El barrio europeo
El Barrio Europeo de Bruselas, también conocido como el Quartier Européen en francés, es el distrito que alberga las instituciones políticas y administrativas de la Unión Europea. Aquí se toman algunas de las decisiones más importantes para más de 500 millones de habitantes que conforman Europa.
El Barrio Europeo de Bruselas también cuenta con varios museos que ofrecen una amplia variedad de exposiciones culturales y artísticas. Algunos de los museos más destacados incluyen el Museo Autoworld, que exhibe una gran selección de automóviles clásicos y antiguos, o el Parlamentarium, un museo interactivo que ofrece una experiencia inmersiva sobre el funcionamiento y la historia del Parlamento Europeo.
Atomium y zona de la expo
El Atomium es uno de los íconos más reconocibles de Bruselas y una visita obligada en el Barrio Heysel, donde se encuentra la zona de la Expo. Esta estructura futurista, diseñada para la Exposición Universal de 1958, representa un cristal de hierro ampliado 165 mil millones de veces.
Además de su llamativo diseño arquitectónico, el Atomium alberga exposiciones permanentes y temporales que exploran temas relacionados con la ciencia, la tecnología y la historia de la exposición de 1958. Los visitantes pueden recorrer sus esferas y disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad desde su mirador.
La zona de la Expo también cuenta con otros lugares de interés, como el Parque del Centenario, el Palacio de Exposiciones y el Parque Mini-Europe, que presenta réplicas en miniatura de famosos monumentos europeos.
La ruta del cómic
¿Sabes que Bruselas es la capital del cómic? es el hogar de icónicos personajes como Tintín y los Pitufos. La Ruta del Cómic lleva a los visitantes por murales gigantes que adornan las paredes de la ciudad, celebrando esta rica tradición artística.
La gastronomía en la ciudad
Bueno, supongo que con tanto ajetreo tendrás hambre y sed. La gastronomía de Bruselas es una combinación de influencias belgas y europeas, que ofrece una amplia variedad de platos tradicionales y especialidades locales. Aquí tienes un vistazo a algunos aspectos destacados de la cocina bruselense:
- Moules-frites: Mejillones al vapor servidos con patatas fritas, es un plato emblemático de la cocina belga y se encuentra fácilmente en muchos restaurantes de Bruselas.
- Waffles belgas: Ya sea con una cobertura dulce como chocolate o frutas, o salada como queso y jamón, los waffles belgas son una delicia irresistible y un tentempié popular en las calles de Bruselas.
- Chocolate belga: Bélgica es famosa por su exquisito chocolate, y en Bruselas se pueden encontrar numerosas chocolaterías que ofrecen una amplia gama de pralinés, trufas y bombones.
- Pez cangrejo: Un plato típico de la región, el pez cangrejo es un manjar local que se sirve con una salsa de mantequilla y perejil.
En muchos sitios he visto recomendada la Rue de Bouchers, en el centro histórico, para comer platos típicos. Desde mi propia experiencia, creo que es una calle demasiado turística, y que es fácil que el precio final sea elevado para lo que te van a dar.
Las cervecerías de la ciudad
Estamos en el país de la cerveza, y eso se nota por la cantidad y variedad de sitios donde beber cerveza. Algunos de los más recomendados son:
- Delirium Village: con una de las selecciones de cerveza más grandes del mundo, Delirium Villagees un paraíso para los amantes de la cerveza. Ofrece más de 2,000 variedades de cerveza, incluyendo muchas cervezas belgas y artesanales. Tres pisos que bajan al infierno cervecero.
- The beer lab: en la terraza del Palacio de la Bolsa. Tomarse una cerveza con una de las mejores vistas de la ciudad es un gustazo. Aunque no te tomes nada, disfrutar de las vistas es algo obligatorio en tu visita en Bruselas.
- A La Mort Subite: se trata de una cervecería centenaria. Un sitio con glamour e historia, al lado de las Galerías Saint Hubert.