Nueva York, esa gran ciudad
Nuestra aventura empezó en New York y finalizó en la misma ciudad 17 días después. Durante este tiempo visitamos lugares tan importantes como Washington, Las cataratas del Niágara o Toronto.
Hicimos cientos de millas en coche, recorriendo varios estados, New York, New Jersey, Delaware, Maryland, Washington, Pennsylvania y el canadiense Ontario. El día escogido para volar a New York: el 11 de Septiembre, ¡bien, bien! ¡muy listo!
Y qué contar acerca de New York que aún no sepáis o no imaginéis. Está claro que la gran Manzana es Nueva York y no Apple.
Los orgullosos neoyorquinos (New Yorkers) la consideran la capital del mundo, y puede que tengan razón. Al menos es muy probable que sea la ciudad más cosmopolita del mundo. Las cifras así lo demuestran: un tercio de la población ha nacido fuera de los Estados Unidos: negros, latinos, orientales, blancos… si alguna raza no está aquí es que simplemente está extinta.
Pasear por sus calles es como recorrer una parte de la memoria colectiva occidental. Puede que nunca hayas estado en la ciudad, pero hay muchísimos sitios de los que has oído hablar, los has visto por la televisión o simplemente, te los has imaginado. Puede que lo primero que te venga a la cabeza cuando se nombra «Nueva York» sean sus enormes edificios, o bien la estatua de la libertad, o quizás sea alguna historia de la mafia en el Bronx. Quizás fueran los fuertes movimientos de punk y rock de los 80’s, o puede que los recuerdos sean más cercanos y dramáticos como el ataque terrorista a las torres gemelas.
Nueva York es una enorme urbe de nueve millones de habitantes (sin contar los alrededores) en el que aunque el ritmo de vida es frenético se pueden encontrar enormes oasis como Central Park.
Unas pinceladas de la ciudad
Pero esta ciudad no sólo es Manhattan y sus enormes rascacielos. También lo componen cuatro barrios más (o boroughs): Bronx, Brooklyn, Queens y Staten Island. Cada uno de ellos es enorme y las distancias inabarcables a pie, pero de ello ya hablaré más tarde.
Bien merece la pena recorrer el distrito financiero y ver el corazón de la economía mundial, tomarse una pizza en little Italy, comer unos noodles en algún restaurante casero de Chinatown junto a decenas de orientales, investigar las tiendas del Soho o bien huir de tanto ajetreo en Central Park.
Y por supuesto, disfrutar de la gente, que aunque tenga fama de fría, lo cierto es que mi impresión no pudo ser más agradable. Está claro que es una ciudad en la que en una semana te puedes hacer una idea pero realmente no te la acabas, ella acaba contigo. En resumen, una ciudad que no deja indiferente a nadie, y visita imprescindible para conocer la actual vida occidental.
Little Italy, con sabor al viejo continente
Pintoresco barrio en el que se concentra el alma italiana de la ciudad. Al estar pegado a Chinatown es curioso ver muchísimos establecimientos con empleados (quien sabe si jefes) chinos, mezclados con los típicos italianos. Merece la pena echar un vistazo a sus calles. Cuando fuimos coincidió con las fiestas del barrio, ferias, puestos de comida… recordaba a cualquier fiesta que se pueda hacer por la vieja Europa.
Los edificios y calles
Si hay algo característico en los edificios de Nueva York esto bien podrían ser las escaleras de emergencia, tan utilizadas en escenas de persecuciones policiales de las películas.
Por otro lado, las calles son ¡enormes!. Aunque bien es cierto que es muy fácil orientarte por ellas, sobretodo en Manhattan, ya que las calles sólo van en horizontal o en vertical, las que van de arriba a abajo se llaman avenidas y las que las cortan horizontalmente son llamadas calles.
Todas están numeradas, de sur a norte en caso de las calles y de este a oeste en caso de las avenidas. Eso sí, aunque Manhattan es lo que consideraríamos los europeos un ensanche las proporciones son descomunales. Por ejemplo, en el caso de Harlem está a la altura de la calle 100, y el Bronx en la 200.
Los rascacielos
Si os viene una imagen a la cabeza de New York probablemente esté unida con los rascacielos (skyscrapers). Ciudad pionera en edificios que dejan a las personas pensando en que son hormigas dentro de un entorno hecho para gigantes.
Pero los rascacielos de Nueva York son mucho más que edificios enormes, muchos de ellos son auténticas obras de arte del Art Decó neoyorquino, tales como el edificio Chrysler. Entre los más famosos se encuentran:
- Empire State Building: 381 metros. El gran estandarte de la ciudad. Las vistas desde arriba de toda la ciudad son impresionantes, y la altitud es tal que cuando subes en los ascensores notas la presión en los oídos (como si estuvieras en un avión). Sobre el edificio existen muchas historias, pero una de las más curiosas y que mucha gente no conoce es que en 1945 un bombardero B-25 chocó contra él en la planta 79. Sin embargo, los daños no fueron elevados en comparación con el ataque a las torres gemelas, aún así murieron 14 personas y lo más increíble de todo es que el ascensorista logró salvar la vida tras caer en un ascensor 75 plantas.
- Edificio Chrysler: 282 metros.
- One World Trade Center: 541 metros. Si bien las Torres Gemelas ya no están ahí, todo el mundo las tiene presentes en la mente. Ahora un enorme edificio las ha sustituido.
- 432 Park Avenue: 426 metros.
- Rockefeller Plaza: 259 metros.
- The Trump Building: 255 metros.
Uno de mis favoritos es el Edificio Fuller o Flatiron. Este inconfundible edificio tiene más de 100 años. Cuando en Europa las construcciones más altas pertenecían a catedrale,s aquí ya existían semejantes estructuras. Su forma triangular es muy curiosa, aprovechando el hueco creado entre la avenida Broadway y la 5ª avenida. Esto no pasó desapercibido para los neoyorquinos ya que lo llamaron «Flatiron» en honor a las planchas de la época. Dirección: 175 5th Ave, New York, NY
Si lo que quieres ver es una perspectiva de toda la ciudad, pero a la vez ver sus edificios más emblemáticos, una buena alternativa es el Edificio Top of the Rock. Situado en el complejo de edificios del Rockefeller Center, las vistas de la ciudad son excelente, ya que aunque no es el más alto permite ver una visión de la ciudad con el Empire State. El lujo del edificio es brutal, en el hall una enorme lámpara con cristales de Swarovski nos permite hacernos una idea de la decoración. Dirección: 30 Rockefeller Plz, New York
La estatua de la libertad, el emblema en mayúsculas
Su nombre real es «La libertad iluminando el mundo«, pero nadie la conoce por ese nombre. El archiconocido monumento patrimonio de la humanidad está ubicado en la isla de la libertad (Liberty Island) y es posible subir arriba, aunque el aforo diario es limitado.
Existe la posibilidad de coger un ferry desde Battery Park, o bien coger un ferry gratuito que te lleva a Staten Island y pasa a una distancia no muy grande de la estatua. Yo aconsejo que aunque halla que pagar unos 12 dólares comprar el ticket para ir a Liberty island.
Central Park, el pulmón verde
El enorme pulmón de la ciudad, una extensión de forma rectangular enorme en el que si no fuera por la visión a lo lejos de los rascacielos podrías olvidarte perfectamente de estar en una urbe de nueve millones de personas. Imprescindible una visita, y encima es gratis.
Este parque urbano surgió por la necesidad en el siglo XIX de dotar a la ciudad de un gran sitio de esparcimiento. Las clases sociales más pudientes presionaron para tener un gran parque, al estilo de Hyde Park londinense. Curiosamente, a mediados del siglo XX era posible transitar por el parque en coche. Por suerte esto se ha limitado muchísimo.
Los puentes
Otro de los puntos característicos de la ciudad son los puentes, el puente de Brooklyn, Manhattan o Williamsburg. Cada uno en su estilo son auténticas obras arquitectónicas, y también de arte. Estos puentes son imprescindibles para la ciudad, puesto que sirven de nexo de unión entre Manhattan y los demás barrios. En las fotos el puente de Brooklyn, de estilo gótico y terminado en 1883.
BrooKlyn, menudas vistas
Estuve muy poco tiempo en este barrio con lo que poco puedo decir de él, aunque la zona que está enfrente de Manhattan (donde el puente de Brooklyn) puede que tenga la mejor vista de la ciudad. El parque Empire-Fulton Ferry es un lujo que no hay que perderse al atardecer.
Los museos
En New York todo el mundo tiene algo que le interese. Y si lo que te gusta es el arte… bienvenido a la meca de los museos. El Metropolitan, el Guggenheim o el MoMA, se encuentran entre los mejores museos del mundo.
Aconsejo tomárselo con calma, y si realmente disfrutas con el arte tomarte un día para el Metropolitan, otro para el MoMA y medio para el Guggenheim, ya que si haces una maratón de museos y los ves en un día puedes acabar con el síndrome de Stendhal (enfermedad causada por exceso de belleza artística) y no apreciar lo que estás viendo. Es más diría que si tienes que elegir entre alguno de ellos es preferible esta opción que no verlos todos deprisa y corriendo.
- MoMA: el Museum of Modern Art. La meca del arte moderno, si estás interesado en Picasso, Van Gogh o Pollock este es tu sitio. Pero la fotografía, escultura o música y vídeo también tienen un sitio de honor. Con diferencia el museo que más me ha gustado.
- Guggenheim New York. Este santuario de obras impresionistas, arte moderno y arte contemporáneo llama la atención tanto desde fuera como por las obras que alberga dentro. Hermano del Guggenheim de Bilbao, no impresiona tanto, pero merece la pena.
- Metropolitan: puede que sea el mejor museo del mundo, y a decir verdad el número de obras de valor incalculable es desproporcionado. Arte en mayúsculas, desde el antiguo Egipto hasta fotografía contemporánea. El museo más completo en el que he estado en mi vida, yo estuve casi un día y no me lo acabé, pero es que aparte del edificio de la calle 53 existe un anexo dedicado únicamente a arte medieval llamado The cloisters.
Otros museos no tan «típicos»
Un poco de ciencia e historia
Pero es que la oferta no acaba ahí, si te gusta la ciencia y los animales no te puedes perder el Museo Americano de Historia Natural (American Museum of Natural History). El planetario está en el mismo edificio.
Se trata de uno de los museos más alucinantes que he estado nunca. No es nada complicado imaginarse al actor Ben Stiller por sus galerías.
Visita un portaaviones
Como buena imagen y semejanza del imperio romano, a los americanos les encanta el ocio en mayúsculas. Allí no se conforman con la televisión con cable y 700 canales. Un ejemplo es el Intrepid sea Air and Space museum,
Que queremos visitar un barquito… pues venga, mejor pongamos un submarino militar, un portaviones y un montón de aviones de todas las épocas encima (incluyendo cazas, aviones espía como el Blackbird y hasta un Concorde).
Conoce a los famosos
Pero si lo bélico no te va y prefieres un encuentro con los famosos del momento lo que puedes hacer es darte un paseo por Times Square y visitar el Madame Tussauds museum.
En Nueva york la diversión está asegurada
Es imposible describir todo lo que da esta ciudad. Ni en toda una vida una persona es capaz de disfrutar de todos los espectáculos existentes.
Podemos disfrutar de un partido de los New York Knicks en el Madison Square Garden. O quizás disfrutar de un libro en la Biblioteca pública de Nueva York. Esta biblioteca de financiación semi-pública está considerada una de las más importantes del mundo. Pero yo tengo el recuerdo de los Cazafantasmas intentando atrapar a una aterradora señora que pedía silencio. Y es que aunque seas un fantasma eso no es razón para perder la educación.
Radio City Music Hall
Al lado del Rockefeller Center, se encuentra este mítico teatro. De hecho, si no os suena el nombre comentaros que es el teatro más importante de Estados Unidos. Casualmente cuando pasamos por allí estaban entregando los MTV music awards.
Times Square, donde empieza todo
Si New York es la capital del mundo, Times Square es su corazón. Decenas de carteles publicitarios, centenas de luces de neón y miles de personas. Aquí, como en pocas partes se aprecia la vitalidad de la ciudad.
Se puede ver desde parejas tomando la típica foto, a familiares de soldados que piden su vuelta. O gente que pide que se investigue los atentados del 11-S porque no se sabe toda la verdad. Quizás te interesen más los oradores de todo tipo. Todo esto forma parte indisoluble de Times Square. en la imagen un orador hebreo:
Los niños tienen ocio a raudales (y los no tan niños)
Cualquier crío se la gozaría visitando alguna de las enormes tiendas de juguetes que existen en la gran manzana. Pero entre ellas destaca Fao Schwarz toy store: probablemente la tienda de juguetes más famosa de la ciudad, desde hace muchísimos años siendo un referente.
Enormes figuras hechas de LEGO, cuenta-cuentos, payasos… hasta los empleados no dudan en jugar con los niños. En el piso de arriba está el mítico piano que tocó Tom Hanks en la película «Big«.
Coney Island, back to the future
En el extremo sur de Brooklyn, se encuentra Coney Island. El que fuera en los principios del siglo XX uno de los mayores parques de atracciones del mundo, ahora es una zona venida a menos. Evidentemente no se puede comparar con los espectáculos que proporciona Manhattan, pero donde el sabor añejo de las viejas ferias aún está presente.
Este es un espacio para los amantes de la melancolía. O para glotones, ya que hay un concurso de hot dogs: sí, sí, estas cosas existen, en un edificio hay un contador gigante con el último ganador del concurso de comedores de hot dogs. El récord del 2009 lo tiene Joey Chestnut, se comió 68 perritos calientes (con pan y todo), con un par.
En Coney Island te puedes relajar dando un paseo por la fina arena de sus playas, aunque no sea un mar idílico. Las atracciones se encuentran degradadas, cerradas o directamente olvidadas, como la noria de la imagen tras una alambrada.
Sin embargo, este sitio tiene un extraño magnetismo.
Pasear, pasear y pasear…
La ciudad es enorme, y tiene sitios muy interesantes. Desde un paseo por el sur de Manhattan, a ver las tiendas de la quinta avenida. Como siempre, la mejor forma de conocer un sitio es andando, así que aprovecha.
… o toma un taxi
Una de las imágenes inconfundibles de la ciudad son sus taxis amarillos. La proporción de taxis es inmensa, aunque empresas como Uber van cogiendo protagonismo.
La zona cero
Quien más y quien menos se acuerda del 11-S. Esta zona fue reedificada tras los ataques terroristas, y de esta manera ser un nuevo emblema de la ciudad.
Actualmente incluye varios edificios como:
- One World Trade Center
- Estación Central WTC
- Museo del 11-S
- Memorial del 11-S
- Observatorio del One World Trade Center
Yo tuve la oportunidad de ver el enorme agujero que había tras el ataque. Hasta ese momento no me hice a la idea de lo que tuvo que ser para un país que se creía indestructible, derrumbaran de la noche a la mañana el emblema de la nación y del capitalismo.
Al otro lado, New Jersey
El estado vecino, a la otra orilla del Hudson es visible desde muchos puntos del oeste de la ciudad. New Jersey es uno de los estados más liberales de EEUU y su población está compuesta por gente inmigrante. La gente de origen latinoamericano componen el segundo grupo más numeroso.
Algunos consejos prácticos para una visita a Nueva York
¡Ahorra haciendo turismo!
- New York Pass: para ahorrar dinero y tener cubierto todo el ocio de una semana nosotros compramos el New York Pass. Un acierto mayúsculo, cubrió absolutamente todo lo que queríamos hacer: museos, estatua de la libertad, subir a rascacielos, etcétera. Además, nos dieron un libreto muy completo en el que explicaban todas las atracciones que eran gratis con la tarjeta, su ubicación, horarios… si la estancia va a ser de 5 días merece muchísimo la pena.
- Metro Card: otra forma de ahorrar dinero. En una ciudad del tamaño de New York el transporte público es imprescindible. Esta tarjeta nos permitió ahorrarnos un buen dinero.
La seguridad ante todo
Siempre he tenido en la cabeza que una ciudad tan grande no podía ser segura. Nada más lejos de la realidad. Por los sitios por los que me moví nunca tuve una sensación de inseguridad, supongo que esto es debido a una presencia policial enorme.
Y es que los estadounidenses consideran que los policías deben estar en la calle y no en una oficina. Para estar en la oficina ya hay otras personas que pueden realizar ese trabajo.
Pero como siempre, hay que tener un poco de sentido común: no vayas a sitios sospechosos de noche, no ostentes objetos de valor, etcétera.
El idioma
Evidentemente, el idioma más hablado es el inglés. Sin embargo, la comunidad latina tiene muchísima fuerza, así que no hay mucho problema si no conoces el idioma de Shakespeare.
Además, como pasa siempre con la inmigración, la creciente ola de inmigrantes latinos se colocan en los puestos que no quieren los neoyorquinos. Es decir: sector servicios, que al fin y al cabo para una corta estancia en la ciudad es con los que más vamos a tratar: camareros, dependientes de tiendas, de hoteles, etcétera.
Es tal la presencia latina que muchísimos anuncios oficiales (no digamos ya comerciales) están en español.
¿Dónde alojarse?
New York es una ciudad cara. Una buena idea es alquilar un apartamento si estás varias personas. Todo lo que buscamos fue a través de Hostelworld.
Las tasas y propinas
Muchísimos precios están puestos sin las tasas (lo que aquí sería el IVA), y en muchos lugares hay que dar propinas. Por ejemplo, en los restaurantes lo normal es dejar un 15% de más si la propina no está especificada en la cuenta. Es algo que cuesta acostumbrarse, pero es que el sueldo de los camareros va en ello.
La desventaja de esto es que es evidente, en un principio no sabes el precio final. Pero tiene otra cara, y es que el servicio es excepcional puesto que se juegan parte de su sueldo. Lo de la propina no es algo opcional sino obligatorio, ya que si no dejas propina quiere decir que el servicio ha sido muy malo y te pueden montar una gorda.
Dame más gasolina
Hay algo que sí es realmente barato. Llenar un depósito de gasolina puede costar unos 40 dólares (unos 30 euros), cosa impensable por estos lares.
La ropa
Es muy típico comprar ropa en New York. Las marcas americanas, por lo genera,l están más baratas que en Europa. Por ejemplo, unos pantalones vaqueros LEVI’s te pueden salir por 25 euros.
Nike, Puma, Merrell… merece la pena echar un vistazo por la calle Broadway, hay muchísimas tiendas de ropa y zapatos. Eso sí, es muy fácil que sentir un impulso irremediable para comprar dos pares de zapatos porque el segundo te lo dejan a mitad de precio y cosas por el estilo. A nosotros nos pasó y alguno de nosotros estuvo a punto de acabar con tres pares de zapatillas deportivas.
¡Que no te pueda el consumismo! 🙂
¡Joder! ya veo que te has tomado en serio lo que te dije que no hácía mucho que no escribías. Bueno, me lo leere con calma que tiene buena pinta. Las fotos como siempre una pasada que ya sabes que me cuesta más leer, yo con los dibujitos me conformo ¡juas juas!
Joder! imprescindibles entradas! Me has dejado embelesado tanto con las fotos como con el texto! Grande!
Ya tengo ganas de echar unas birras para que me cuentes con más detalle!
Joder! imprescindibles entradas! Me has dejado embelesado tanto con las fotos como con el texto! Grande!
Ya tengo ganas de echar unas birras para que me cuentes con más detalle!
Impresionante! La verdad es que nunca me ha llamado mucho la atención New York, pero visto lo visto está claro que es un viaje imprescindible. Chulísimas las fotos, y los textos como siempre, muy interesantes.
Un beso, Nuria.
Cuanto tiempo Nuria, pues te lo recomiendo, un sitio en el que es complicado aburrirte.
Pues sí Rojopicantón, tenemos que quedar para rememorar sagardos egunas varios. Además Ahinitz ha vuelto a Barna, así que… ongi pasa!